En el periodo comprendido entre los años 2010 y 2013, el sistema público de investigación español perdió alrededor de 15.000 investigadores. La crisis hacía estragos y numerosos programas y convocatorias fueron cancelados o puestos en suspenso. Para frenar la hemorragia, el CSIC y la Fundación General CSIC (FGCSIC), junto a distintos agentes privados, activaron en 2014 el programa ComFuturo . Más tarde, en su segunda edición, que arrancó en 2018, el objetivo no era tanto afrontar el desempleo como aglutinar talento. Tocaba empezar a responder con solvencia a los retos enmarcados en los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
“Necesitamos este tipo de iniciativas. Es fundamental apoyar a los jóvenes científicos en un momento clave de su carrera. Debemos asegurar el relevo generacional de los centros públicos de investigación”, explicaba ayer Rosa Menéndez, presidenta del CSIC y de la FGCSIC, durante la presentación de la tercera edición de ComFuturo. La nueva convocatoria comienza este mes y permanecerá abierta hasta mayo. Uno de los puntos destacados en su integración en el programa Cofund de las Acciones Marie Skłodowska-Curie (MSCA) de la Comisión Europea.
"La mejor inversión es la destinada a los jóvenes talentos"
El carácter internacional de esta edición queda patente con la apertura del programa a investigadores de cualquier nacionalidad que no hayan residido o llevado a cabo su actividad principal en España durante más de 12 meses, en los últimos tres años. ComFuturo seleccionará 15 nuevos investigadores, con hasta 10 años de experiencia postdoctoral, que desarrollarán sus proyectos innovadores en centros e institutos del CSIC durante tres años.
“Necesitamos soluciones reales, sostenibles e innovadoras”, añadía Menéndez. “No hemos salido de la pandemia y estamos inmersos en una guerra en Europa a lo que hay que añadir distintas crisis, como la energética. Contaremos con todo el talento y el apoyo disponibles. En el CISC tenemos las capacidades para afrontar retos globales. La transferencia de conocimiento, la innovación y la colaboración de sectores y entidades deben convertir el conocimiento en la respuesta de esos desafíos”
La presidenta del CSIC destacaba el papel del sector privado para hacer carburar el programa. “La mejor inversión es la destinada a los jóvenes talentos”. Apoyarán la tercera edición de ComFuturo Banco Santander (el principal benefactor privado), Acerinox, Fundación Cepsa, Fundación Domingo Martínez, Lilly, Agbar y FECYT. Además de soporte económico, ofrecerán a los investigadores formación especializada y la posibilidad de hacer estancias breves en sus instalaciones.
Nueva estrategia
El nuevo enfoque de ComFuturo, más abierto, responde a la renovación estratégica de Fundación General CSIC. La entidad quiere llevar más lejos el leitmotiv basado en la colaboración público-privada que impulsó su creación en 2008. Su director, Ramón Torrecillas, detallaba ayer que van a emprender nuevas incursiones que favorezcan la transferencia de conocimiento y su desembarco efectivo en el mercado.
Según Torrecillas, la ciencia de excelencia se verá favorecida por la generación de conexiones con un entorno inversor que quieren promover desde dentro. Asimismo, la FGCSIC impulsará un think tank donde provocar dinámicas de intercambio de ideas alrededor de la innovación disruptiva.
El director de la FGCSIC destacaba la estabilidad laboral que a día de hoy vive la práctica totalidad de los investigadores participantes en ComFuturo. En la presente edición del programa, Torrecillas afirmaba que esperan contribuir a generar una cantera de investigadores con un nuevo perfil. “Hemos de tener en cuenta los cambios del entorno y las nuevas necesidades de la sociedad. Buscamos perfiles científicos, pero también una visión tecnológica dirigida al mercado”.
Mejorar la transferencia
María Sanz, directora de Ciencia, Estrategia y RSC de la FGCSIC, y responsable de ComFuturo, incidía en este punto y recordaba la exigencia de los procesos de selección y evaluación del programa. “Los que llegan hasta el final están de sobra bien avalados. Hablamos de investigadores en una etapa en la que las buenas ideas deben tener la oportunidad de ser desarrolladas”.
“Conseguir el apoyo de Europa ha sido un empuje también en lo anímico. Trabajar en el entorno europeo nos va a hacer aún mejores”, añadía Sanz, quien detallaba los nuevos matices que quieren imprimir a los investigadores. “Serán investigadores 4.0. Recibirán formación exhaustiva en gestión, soft skills o emprendimiento. Estarán obligados a hacer estancias temporales en otros centros o en empresas. Pretendemos que sean investigadores excelentes en lo científico capaces además de ‘vender’ y comunicar la ciencia de la que son artífices. La transferencia de conocimiento es clave en esta edición”.
La responsable de la FGCSIC entiende la articulación del programa como un ejercicio de corresponsabilidad. “Todos tenemos algo que aportar. El sistema funciona si lo hacen todas las partes. Precisamos de gente joven, con empuje; vibrante y ágil, capaz de dar respuesta a los problemas. Si los tenemos en casa, mejor. Llegaremos antes a lo que necesita el ciudadano”, concluía María Sanz.