El mundo está en pleno proceso de transformación y esto implica un cambio en la forma de consumir. Cada vez se demandan más productos sostenibles, auténticos, que no estén producidos en masa. Estas son las premisas que llevaron a Aran Azkarate, Suso García León, Andrés Iglesias y Jon Mikel Azkarate a crear en 2016 Comme des Machines, la fábrica del futuro.
“En contra de lo que se decía por entonces, allá por 2014, nosotros defendíamos que la impresión 3D estaba llamada a ser revolucionaria ya que nos permitía dar respuesta a las necesidades de la industria manufacturera del siglo XXI, como fabricar de manera ágil, flexible, sostenible, sin mínimos… Con esa idea, lanzamos una serie de proyectos colaborativos junto a algunas marcas relevantes con el fin de saber si la industria estaba preparada para recibir una propuesta como la nuestra. La respuesta fue tan buena que decidimos fundar oficialmente Comme Des Machines”, explica su directora ejecutiva, Aran Azkarate.
La impresión 3D se ajusta a las necesidades sostenibles de la moda
Su especialización en la industria de la moda surgió de una forma natural y como parte de su ADN. “Era la industria que conocíamos, en la que teníamos una amplia trayectoria. Fue ese conocimiento previo el que nos permitió detectar problemáticas, anticipar necesidades futuras y, gracias a la impresión 3D y al uso que dábamos a esta tecnología, dar nuevas respuestas atendiendo a horizontes futuros”; profundiza Azkarate.
Entre estos retos destaca el de liberar el planeta de stocks innecesarios (el mundo se deshace de más piezas de las que emplea) con una propuesta intrínsecamente sostenible como es la impresión 3D, que solo emplea el material que necesita y no genera residuos innecesarios. “Nos permite reducir los costes de desperdicio de materiales. Según Harvard, para 2050 ese ahorro podría llegar a ser del 90%”, añade.
La apuesta de Comme des Machines supone un ahorro enorme para las marcas que ya no tienen que comprar, almacenar y emplear más piezas de las que necesitan, permitiéndoles gestionarse según sus necesidades e impulsándolos a innovar asumiendo menos riesgos. Por otro lado, está la revolución de los materiales. “La impresión 3D nos permite pensar en los residuos de otra manera. Cualquier deshecho es susceptible de convertirse en materia prima”. De hecho, han incorporado todo un desarrollo de materiales como maderas, biomateriales a partir de café, de cerveza, o de ostras, entre otros.
Diseñar y construir un nuevo marco para la fabricación del futuro
Estos artesanos del siglo XXI son únicos en su especie y apuestan por un nuevo paradigma manufacturero que cabalgue entre la industria y la artesanía. “Debe ser capaz de fabricar de forma flexible y personalizada (cualidades propias de la artesanía) y hacerlo de forma ágil, competitiva con y un mayor volumen de piezas (cualidades propias de la industria)”, explica Aran.
En su taller digital se desarrollan piezas para firmas como Burberry, Nina Ricci, Nike, Palomo Spain o Mango, marca con la que llevaron a cabo uno de sus mayores hitos: la creación de una colección impresa en 3D para el mercado de masas. “Aquella colección junto a Mango demostró que la impresión 3D estaba lista para ser empleada para fabricar piezas finales en producciones pequeñas, medianas y grandes. Fue un desafío de proporciones bíblicas pero demostramos el potencial de estas herramientas para diseñar y construir un nuevo marco para la fabricación del futuro” cuenta la CEO de Comme des Machines.
Mirando al futuro, son ambiciosos y optimistas y su objetivo es seguir trabajando intensamente con la convicción de que se puede fabricar de otra manera. “Imaginamos una industria manufacturera más justa, más creativa, más sostenible, más adaptable y más plural. Queremos hacer las cosas de otra manera, a nuestra manera; con compromiso, honestidad, con cierta irreverencia y con vocación de transformación”, concluye.
