Cepsa ha presentado un trabajo de investigación en el que han intentado explicar cómo será el mundo en el año 2030 con un mapa energético, poniendo especial atención a España. Este análisis, bautizado como Cepsa Energy Outlook 2030, aunque tenga un origen español, ha hecho un especial hincapié en nuestro país por la ubicación geoestratégica de este, además de por su adopción de las energías renovables y sus infraestructuras para producir y almacenar derivados del petróleo.
Según Cepsa, los productos del petróleo “seguirán liderando el mix energético español en el futuro”. De hecho, el petróleo supondrá “casi la mitad de la demanda energética en 2030, si bien experimentará un paulatino debilitamiento, pasando de 46 millones de toneladas equivalentes (Mtoe) a 37 Mtoe”. Las energías renovables, el gas natural y la biomasa seguirán creciendo, en detrimento de combustibles fósiles como el carbón.
Asimismo, la electricidad (que representa una cuarta parte de la demanda energética española), favorecerá la expansión de fuentes de energía renovables, especialmente en forma de energía eólica y solar. Según el estudio, en 2030, España obtendrá el 60% de su mix de generación eléctrica de fuentes renovables. La capacidad instalada de las renovables, eólica y solar fotovoltaica, se incrementará en España a 47 gigavatios (GW) y 29, respectivamente; frente a los 23 GW y de la actualidad.
Por otro lado, la demanda de combustibles de uso en carretera disminuirá en 1,7 millones de toneladas en los próximos años, debido a la creciente eficiencia de los nuevos vehículos –en cuanto a consumo– y al incremento en la venta de coches eléctricos. Los vehículos pesados, como camiones y autobuses, mantendrán una demanda constante gracias al aumento de su actividad y a que las mejoras en la eficiencia serán más modestas.
También afirma este estudio que en 2030 los motores de combustión supondrán el 96% del parque móvil en España, imponiéndose la gasolina frente al diésel, cuyas matriculaciones bajarán del 61% al 15%. Del mismo modo, los coches eléctricos experimentarán un crecimiento moderado pero continuo, su cuota de ventas se situará en un 15% del total, frente a los niveles insignificantes de la actualidad. Sin embargo, los híbridos serán más competitivos y económicos y se convertirán en la opción preferida para cumplir con los objetivos de emisiones de Europa, alcanzando un 35% del total. Por tanto, se espera que en el año 2030 la mitad de los vehículos nuevos tengan algún tipo de electrificación.