¿Quiénes son los conductores de las plataformas de transporte en América Latina?

Por Oliver Azuara, Stephanie Gonzázlez Rubio y Lukas Keller. Esta columna fue publicada originalmente en el blog Factor trabajo del BID

Uber dejará de ofrecer sus servicios en Colombia a partir del 1 de febrero de 2020. La compañía fue obligada a salir del mercado colombiano luego de una resolución de la Superintendencia de Industria y Comercio, donde declaró ilegales las operaciones de la empresa en ese país a partir de un fallo expedido por un juez. Este caso es el último ejemplo de los efectos disruptivos de las plataformas de transporte bajo demanda.

El crecimiento explosivo que han observado estas plataformas en América Latina en años recientes ‑gracias a los altos niveles de urbanización, falta de un transporte público eficiente y millones de automóviles privados‑ ha cambiado el funcionamiento de la industria del transporte.

Hoy el consumidor latinoamericano tiene más y mejores opciones de transporte. Sin embargo, los agentes tradicionales del mercado (como los taxistas de Colombia) se sienten desplazados y abogan por la eliminación de las plataformas utilizando diversos argumentos.

Por ejemplo, señalan que las plataformas son competidores desleales (pues tienen menores costos) y generan condiciones laborales desfavorables para las personas que trabajan en ellas. En particular, critican que, al ser calificados como trabajadores independientes, los conductores son mal pagados y no cuentan con cobertura de la seguridad social ante riesgos de enfermedad, accidentes y vejez.

Paradójicamente, estas condiciones son muy similares a las de los trabajadores del transporte tradicional. Pero ¿quiénes son los conductores de las plataformas de transporte en América Latina? ¿Qué les motiva a utilizar estas plataformas?

El crecimiento explosivo que han observado estas plataformas en América Latina en años recientes ha cambiado el funcionamiento de la industria del transporte

Los conductores de Uber en Brasil, Chile, Colombia y México

El BID en alianza con Uber e Ipsos desarrolló una encuesta que busca aportar datos relevantes a la conversación sobre las plataformas de transporte en la región. Este estudio contiene información clave para comprender mejor las características de quienes prestan servicios en estas plataformas, incluyendo su perfil sociodemográfico, perfil laboral antes y después de unirse a la plataforma, motivaciones para unirse a la plataforma, seguridad y comportamiento financieros. La encuesta fue respondida por 5.251 conductores de Uber en Brasil, Chile, Colombia y México, con los siguientes resultados principales:

  • Los conductores son mayoritariamente hombres (94 %) con una edad promedio de 38 años, con niveles elevados de educación formal y sin experiencia previa en el sector de transporte.
  • La gran mayoría no está utilizando la plataforma por tiempo completo, teniendo otras fuentes de ingreso laboral (en promedio la utilizan 19 horas por semana y el 83 % recibe ingreso por algún otro trabajo que realiza). Es decir, ser conductores no es su ocupación principal.
  • El ingreso por hora generado con la plataforma es más de tres veces el salario mínimo bruto por hora de los países seleccionados, con pequeñas diferencias por género y edad.
  • Las principales razones para unirse a la plataforma son la capacidad de generar más ingresos y poder trabajar con horarios más flexibles. De hecho, únicamente el 40 % de los conductores dejaría de conducir con Uber si se les ofreciera un trabajo de tiempo completo con un ingreso equivalente a todos los ingresos laborales que tienen actualmente.
  • La mayoría de los conductores se encuentra en una situación de inseguridad financiera -aunque no necesariamente más insegura que el promedio de cada país- y muestran bajos niveles de preparación para la jubilación. Sin embargo, si tuviesen la facilidad para hacerlo, tienen un fuerte deseo de acumular más ahorros.

Existen importantes diferencias por país en algunas de estas características. Por ejemplo, en Colombia, los conductores tienen niveles de educación particularmente elevados (el 71 % tiene educación terciaria o más, comparado con un promedio regional de 55 %).

Por su parte, Chile destaca por el alto porcentaje de migrantes que utilizan la plataforma (10 %, comparado con un promedio de 4 %). En cuanto al tiempo en la plataforma, México tiene el mayor porcentaje de conductores que utilizan la plataforma 40 horas o más por semana (18 %), casi duplicando el promedio (10 %).

Finalmente, y probablemente relacionado con la situación económica que enfrentó el país en los últimos años, Brasil es el país con mayor porcentaje de conductores en condiciones de inseguridad financiera (56 %, comparado con un promedio de 52 %).

En Colombia, los conductores tienen niveles de educación particularmente elevados.

Áreas de oportunidad

La expansión de las plataformas sin un marco normativo claro y flexible ha traído nuevos retos laborales. En particular, la falta de cobertura ante distintos riesgos para los miles conductores, pues el funcionamiento de la seguridad social de la región lo dificulta. Esto hace necesario explorar alternativas para que puedan adquirir una cobertura contra dichos riesgos.

Por ejemplo, es posible lograr la conexión de las plataformas para hacer contribuciones voluntarias a servicios ‑públicos o privados‑ existentes. Otras áreas de oportunidad para mejorar el funcionamiento de las plataformas serían facilitar la participación de mujeres y migrantes y mejorar la inclusión y educación financiera de los conductores.

Finalmente, es posible encontrar alternativas para que los taxistas tradicionales también puedan mejorar sus condiciones de empleo y de conectividad, mejorando así la vida de todos quienes participan en la industria del transporte.

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