El nombre María Elena Estavillo es sinónimo de éxito en el sector público mexicano. Su currículo la avala. Servidora en dos secretarías de Estado, la Comisión Federal de Competencia, Presidencia de la República y, por último, comisionada y fundadora del Instituto Federal de Telecomunicaciones. Pero pese a su largo recorrido como funcionaria de primer lugar siempre ha chocado con una pared: el machismo. “No quiero ser exagerada, pero creo que he tenido que lidiar con eso todos los días”, comenta al otro lado del teléfono.
Es por esta razón que junto con otras mujeres destacadas en las telecomunicaciones y las TIC (tecnologías de la información y de la comunicación) decidió fundar Conectadas en 2017. Se trata de una amplia red de profesionales en lo público y privado que buscan visibilizar las prácticas misóginas en distintos sectores de la economía mexicana. La parte salarial, por ejemplo, es una de las carencias más evidentes: las profesionales femeninas ganan de media un 30% menos que un varón pese a estar en el mismo puesto.
Estavillo se dio cuenta que hacía falta tejer alianzas con organizaciones públicas y privadas para subrayar, y corregir, la brecha de género. “La misión es que cada vez haya más mujeres tomando decisiones en la conducción de todo el ecosistema digital”, sostiene Estavillo. No es que no trabajen con otros sectores, pero las TIC son fundamentales para la misión de Conectadas. Así lo argumenta la excomisionada del regulador federal de telecomunicaciones: “Al final, es en los contenidos digitales y de radiodifusión [televisión o radio] donde se podría caer en la normalización de los roles de género”.
Luchar contra un machismo normalizado
En Conectadas se hace pedagogía de la igualdad de distintas maneras. La más recurrente es a través de actividades permanentes como foros que remarcan la importancia de que en los grandes eventos se cuente con un equilibrio entre ponentes hombres y mujeres, algo que en México no suele ocurrir. “Hemos visto casos de jóvenes que van a nuestros eventos pero después hacen otros donde solo hay hombres como oradores”, se queja Estavillo. Aún falta mucho para romper el techo de cristal.
Uno de los triunfos más recientes de Conectadas le tocó muy cerca a Estavillo. En la nueva oposición para renovar el Instituto Federal de Telecomunicaciones, donde ella fue comisionada fundadora, no hubo espacios para mujeres. Lo que iba a llevar a la posibilidad de un pleno con comisionados varones únicamente. Después de una campaña de presión social se abrió una nueva convocatoria para futuras comisionadas. “Estamos haciendo un cambio cultural muy profundo y no podemos esperar que de un día a otro cambie todo. Pero estamos trabajando con esa visión”, sostiene.
En Conectadas son conscientes de que la tarea por la igualdad es larga. ”Hay pasos adelante y otros para atrás. Hay resistencias. Pero hay que transformar las estructuras”, resume Estavillo. Al final del día, una empresa con perspectiva de género es una empresa más competitiva. Y un sector público con muchas funcionarias es un sector público más justo.