Pocos sectores se resisten al impacto de las nuevas tecnologías y el ámbito de la recogida de residuos urbanos no es uno de ellos. Como muestra está el sistema Contenedor Go, impulsado por investigadores de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) en colaboración con la empresa dedicada al reciclaje Ecoembes. Se trata de una herramienta de localización visual de contenedores gracias al uso del machine learning.
Por ejemplo, este sistema es capaz de identificar y localizar los contenedores, así como de conocer el volumen de llenado de los mismos con un acierto de en torno al 99%. Para ello se vale de técnicas de aprendizaje automático avanzadas en las que se entrena un sistema informático con una colección de fotografías de escenas que contienen contenedores de residuos urbanos. De esta forma, una vez entrenado el sistema, es capaz de reconocer contenedores en nuevas escenas, e incluso de nuevas ciudades.
Por otro lado, Contenedor Go puede utilizar imágenes georreferenciadas para mostrar en un mapa la localización de los contenedores detectados automáticamente. Así, según ha destacado el investigador Antonio Sanz, “es un sistema fácilmente escalable, cuya generalización suele ser lo más complicado de conseguir en este tipo de soluciones visuales”.
Otra de las características principales de este sistema de reconocimiento visual de contenedores de residuos reside en que está diseñado para utilizarse desde un vehículo y en que las grabaciones previas no son necesarias. Para ello se seguirá desarrollando una plataforma embarcada de procesamiento visual, desarrollada también por un grupo de la URJC y que ya se utilizó en una colaboración con la Empresa Municipal de Transportes (EMT) de Madrid para el sistema de detección de infracciones en el carril bus, BusVigia. En este sentido, Sanz ha explicado que el equipo utiliza “una arquitectura de red neuronal convolucional y un hardware especialmente efectivo para soportar el nivel de cómputo que requieren este tipo de soluciones”.
Este proyecto ha sido presentado por Ecoembes con motivo de de, The Circular Lab, el primer centro europeo de investigación e innovación en economía circular, en el que se han dado cita trabajos de startups, grandes empresas e investigadores universitarios.