Objetivos 2030

Con la colaboración  de

Cosentino

El sector energético español ante los nuevos objetivos europeos

Fundación Naturgy y Deloitte España analizan la contribución del sector a la Agenda 2030 así como sus próximos pasos
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Concha Iglesias, de Deloitte España, presentando el informe. (Imagen: Fundación Naturgy)

Fundación Naturgy y Deloitte España han presentado el ‘Informe sobre la contribución del sector energético español a los nuevos objetivos sociales europeos’, un estudio donde se destaca que el sector lleva a cabo el 12% de los proyectos de responsabilidad social en España, con especial foco en vulnerabilidad energética, creación de empleo y formación, cuidado del medio ambiente, ciencia, cultura y deporte.

No solo eso: a día de hoy, aseguran, hasta un 67% de las empresas de energía en nuestro país dispone de políticas y planes de sostenibilidad, con compromisos específicos de contribución y generación de valor para todos sus grupos de interés.

En la presentación del trabajo, María Eugenia Coronado, directora general de Fundación Naturgy, ha asegurado que han analizado la contribución social del sector energético desde tres dimensiones fundamentales. “Uno, la contribución a la riqueza y el desarrollo social de la sociedad española; contribución a través de un negocio responsable y la acción social directa". 

Según Coronado, “somos todos conscientes de que el modelo económico actual se está moviendo hacia un modelo mucho más sostenible, más resiliente, más justo. Hay un compromiso de los organismos, de las instituciones… Un compromiso que se ha venido trasladando tanto a las personas como al sector privado en general”.

Pero que, “como todo, para que esto funcione se necesita regulación”. Ha afirmado también que la Comisión Europea ha venido trabajando “intensamente" en regular o en marcar las directrices sobre las que tenemos que caminar. En conclusión, “el sector energético español es una pieza fundamental para cumplir los objetivos sociales y conseguir una transición justa hacia una sociedad basada en la Agenda 2030”

¿Es el momento para avanzar?

Por su parte, Concha Iglesias, socia líder de Climate & Sustainaibility en Deloitte España, y cabeza visible del informe, ha explicado que, para que estas cosas tengan valor, hay que trabajar con información pública, que es lo que han hecho con 21 compañías. “Estas nos cuentan toda la cadena de valor del sector, desde la generación hasta el transporte, distribución, comercialización y renovables”. 

Además, para que sea inclusivo, han hablado "con todo tipo de compañías y, por tanto, pensamos que tenemos una visión holística de lo que contamos. Todos damos por descontado que el sistema económico tiene que evolucionar hacia un modelo más justo, más sostenible, más resiliente”. 

¿Por qué ahora? "Muchas compañías nos preguntan si este es realmente el momento que importa para avanzar. Y, efectivamente, ya no hay más tiempo. Este es el momento en el que todos tenemos que aliarnos para ello, para el momento del cambio”.

Los principales datos del estudio

Según el estudio de Fundación Naturgy y Deloitte España, las empresas energéticas realizan el 12% de los proyectos de Responsabilidad Social Empresarial que se llevan a cabo en nuestro país, principalmente en los ámbitos de la vulnerabilidad energética, la creación de empleo, la preservación del medio ambiente, la ciencia, la cultura y el deporte. Además, destacan que casi el 50% de las empresas energéticas cuenta con planes específicos para paliar la vulnerabilidad energética.

En el plano social, el documento destaca que el sector energético español “fue uno de los primeros en reaccionar ante el coronavirus en movilización de recursos y ayudas, con medidas específicas fundamentalmente para sanitarios, clientes y sociedad, en general, y con mayor dedicación a grupos vulnerables”. Su contribución, analizan se calcula en más de 30 millones de euros en conceptos de donaciones directas y planes de acción.

El informe señala también la voluntad de las energéticas españolas por estrechar vínculos con la sociedad y las comunidades, mediante iniciativas específicas de patrocinio y acción social en las zonas donde operan, en las que invirtieron solo en 2020 más de 85 millones de euros. 

Asimismo, según el World Energy Trilemma Index 2021, el sector energético español es uno de los más sostenibles del mundo y ocupa el puesto número 10 de los 127 países analizados. Es, además, líder en España en materia de prevención de accidentes laborales, según el Ministerio de Trabajo y Economía Social, y uno de los más involucrados en la sostenibilidad de sus proveedores: un 77% de los cuales son evaluados con criterios ESG.

En cuanto a su contribución a la riqueza y desarrollo de la sociedad española, el sector energético se erige como fundamental para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas y la Agenda 2030. Según datos del INE de 2019, el sector energético supone una aportación directa del 2,8% del PIB nacional (unos 34.561 millones de euros) y genera más de 68.000 puestos de trabajo directos.

Los próximos pasos

La agenda del sector, se muestra en el informe, debe incluir tres ámbitos principales. Fijación de objetivos y compromisos bajo un marco estratégico, evolución cultural con impacto en toda la organización y cadena de valor y liderazgo en reporting.

En cuanto al primero, cabe indicar que la Unión Europea ha dado un paso hacia delante y ha presentado en 2021 la Taxonomía Social, un instrumento que permitirá clasificar las actividades económicas según su contribución a la sociedad. Esto repercutirá en la economía y el sector energético, ya que permitirá homogeneizar el concepto de “lo social” y orientar las inversiones y desinversiones en función de su aportación de valor (contribución). 

El segundo ámbito consiste en promover una cultura de contribución y responsabilidad ambiental y social a todos los empleados y ámbitos del negocio tiene un efecto multiplicador. De esta forma, los 68.500 trabajadores del sector se convierten en agentes de contribución, posicionándolo como un actor esencial para abordar los retos sociales de España y mejorar la calidad de vida de las comunidades. “Un cambio que puede multiplicarse aún más si lo extendemos a toda la cadena de valor, a través de los proveedores, colaboradores e incluso involucrando al cliente en las iniciativas de voluntariado”, aseguran. 

Y, por último, indican que la diversidad de estándares y su interpretación, así como los desgloses proporcionados por cada compañía, dificultan disponer de información comparable que permita agregar la contribución del sector en su conjunto. “Un sector líder en transición ambiental y con ambición en liderazgo social, puede y debe, apalancarse en el reporting como mecanismo de medición, seguimiento y trasparencia, trabajando en dos ámbitos: la anticipación, interpretación, integración y homogenización de indicadores y la adaptación sectorizada de los indicadores clave de contribución”.

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