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Objetivos 2030

Con la colaboración  de

Cosentino

Controlar depredadores para recuperar perdices y liebres

Fundación Artemisan trabaja en un proyecto para que recuperar animales en regresión que están ligados a medios agrícolas
depredadores artemisan
Un zorro acercándose a uno de los puntos de control de depredadores. (Imagen: Fundación Artemisan)

No hay consenso en la comunidad científica sobre si el control de depredadores generalistas, por sí solo, es apropiado. Por ello, Fundación Artemisan trabaja en una iniciativa que mejorará el conocimiento sobre el efecto de control de estos separando poblaciones de caza menor y otras especies no cinegéticas, separándolo del efecto que pueda tener el hábitat.

José Antonio Torre, investigador de la Fundación y responsable del proyecto, explica que este proyecto, financiado por Fedexcaza, nace debido a la pérdida del hábitat de medios agrícolas. “La idea es controlar depredadores como jabalís, zorros, urracas o gatos asilvestrados para ver si aumenta la población de perdices, conejos y liebres”.

Lo evalúan en dos cotos de caza en la provincia de Badajoz. En uno se controlan los depredadores y en otro no. Y, durante tres años, comparan. “Hay que destacar que ambos cotos tienen características homogéneas y agrarias. Y que en ninguno de los dos cotos se ha cazado”, subraya.

El control se hace por varios métodos. Por un lado, están los controles homologados. “Se utilizan tres: jaulas y trampas para urracas, métodos de retención -como el collarium- y belisle. No son métodos de muerte, y todo cumple con la normativa, tanto de bienestar animal como de efectividad. Es importante decir que este control de depredadores lo realiza un guardia rural autorizado con el título para su control, siempre hay que contratarlos para realizar este tipo de iniciativas”, especifica Torre.

La monitorización de depredadores

Cada año tienen dos épocas de estudio. Una es a finales de invierno y a principios de primavera, con la etapa de reproducción, y otra en verano, durante los meses de agosto y septiembre. En esas épocas monitorizan a depredadores y otros animales para saber las poblaciones que hay y tienen dos maneras de hacerlo. 

Por un lado, utilizan censos que se hacen desde el coche, realizando trayectos y recorridos diurnos y nocturnos. Por otro, cuentan con una serie de cámaras que se dejan activas entre 30 y 40 días con un cebo -restos de pollo, tocino…-. “Y de este modo vemos y contamos los animales: zorros, tejones, jinetas, etcétera”. 

Con todos estos datos comprueban cómo va variando la población de caza menor y así se producen excedentes de población de caza menor para que se pueda ejercer la caza y que haya aprovechamiento cinegético. 

Volviendo a los cotos, Torre indica que en el coto donde han hecho el control sobre la población primaveral la reproducción se ha triplicado. “En cambio, donde no se hace ningún control, la población ha ido disminuyendo en estos tres años”.

Desde Artemisan informan que sus resultados serán altamente replicables en los cotos de Extremadura y toda España. “Así, servirán de ayuda en la toma de decisiones en los cotos que quieran recuperar las especies objetivo y otras que puedan verse beneficiadas. Además, servirá para profundizar en la eficiencia de los métodos de control de predadores utilizados en la actualidad. Todo ello podrá repercutir en la normativa vigente al respecto”.