La innovación, encuadrando en la palabra los conceptos I+D, ha aguantado la crisis en el primer semestre notablemente mejor que la economía en general, según el indicador desarrollado por la Fundación Cotec. La diferencia es notable. Si en el primer semestre la economía española se contrajo el 11,5 %, “la inversión en conocimiento” se estancó al tener un descenso del 0,2 %.
El indicador creado por la citada Fundación era un elemento necesario para poder seguir objetivamente la evolución de la innovación, un tema que había que estudiar porque las cifras oficiales son una buena parte de la fotografía, pero no recogen toda la realidad de la situación. Incluso en esta época tan brutalmente depresiva vemos cómo hay startups que recogen inversiones importantes, por no citar la ya muy indicativa compra de Idealista.
El índice de Cotec es una excelente llamada de atención que tenemos que aprovechar y este es el momento. Es una llamada de atención para las empresas, pero también es una llamada de atención para las administraciones. Tienen que revisar, todavía estamos a tiempo, la realidad que esconden sus presupuestos. Seguro que todos ellos acaban escondiendo con el tiempo partidas inservibles. Tratadas individualmente, esas partidas son calificadas como “el chocolate del loro”. La realidad es que la suma de todos esos modestos “chocolates” acaban siendo muchos millones de dudosa rentabilidad para la sociedad.
En diferentes estamentos de las administraciones reconocen que la digitalización sigue siendo un sueño; el papel domina las oficinas y la burocracia no deja de crecer. La experiencia personal me dice que partir de la audacia de hacer un presupuesto base cero es lo mejor para averiguar la realidad de tu presupuesto.
Como apunta el director general de Cotec, Jorge Barrero, en la presentación de este indicador en la web de la Fundación, “estas estimaciones no deben dar paso a la autocomplacencia, puesto que la experiencia de anteriores episodios de crisis económica apunta a que se produce un desfase temporal entre la caída del PIB y la caída de la I+D”.
Tiene toda la razón; es un gran aviso para empresas y administraciones, que deben dar prioridad a esa “revolución” digital, aunque sea en uno de los momentos más duros para la economía desde hace un siglo. La magnitud de las crisis se mide por los efectos y sus soluciones. Esperemos que estas sean brillantes y a a esta crisis siga una recuperación sin precedentes. Así ha sido siempre. A grandes crisis, largos periodos de recuperación y crecimiento.