Si el escenario precrisis era poco alentador para América Latina —con una enorme brecha de productividad y un crecimiento del 0,1 % en 2019—, el actual y el postcrisis lo es mucho menos. El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha dicho que la región se enfrenta a la recesión más profunda en más de cincuenta años. Asimismo, la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena, advirtió hace unos días que los efectos de la crisis de la COVID-19 provocarán una caída del PIB regional de -1,8 %, o incluso mayor, lo que podría provocar que el desempleo en la región suba diez puntos porcentuales.
Ese es el escenario sobre el que han reflexionado, desde sus respectivos hogares, tres expertos de CAF, BBVA y Oxford Economics, en un diálogo moderado por Lino Solís de Ovando, editor general de América Economía.
Adriana Arraeza, directora de Estudios Macroeconómicos de CAF, ha asegurado que es “inevitable hablar de una recesión global en 2020”, mientras que para Carlos de Sousa, economista líder de Mercados Emergentes de Oxford Economics, esta crisis “va a ser peor que la crisis financiera de 2008”. Sobre lo que todavía no hay certeza es sobre qué tan larga va a ser esta recesión.
Los gobiernos de la región han tomado “medidas oportunas pero el impacto de estas medidas no va a ser tan importante como el de los mercados más avanzados”, ha señalado Arraeza. Este mapa de la SEGIB recoge las diferentes respuestas de Iberoamérica a la pandemia.
Crisis del turismo y derrumbe de precios de las materias primas
En esta crisis, a diferencia de la anterior, el turismo es uno de los sectores que más se están viendo afectado, coinciden Arraeza y De Sousa. Un sector que se verá especialmente afectado, a mediano y largo plazo, en caso de que haya una segunda ola de contagios.
Los expertos han advertido también sobre el derrumbe del precio de las materias primas y del petróleo. En Chile, el principal productor mundial de cobre, el precio de este metal ha sufrido una caída. Y en el mundo, con un cuarto de la población en cuarentena, la demanda de petróleo se desplomó y, con esta, el precio del barril. En Venezuela, la escasez de gasolina se ha agravado con la llegada de la pandemia, pese a que ya era un problema habitual desde hace años.
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Por su parte, Juan Ruiz, economista jefe de BBVA para América Latina, ha hecho hincapié en que “la disyuntiva entre salud y economía es falsa” y recordó que en la pandemia de gripe de 1918 las ciudades que mejor salieron paradas económicamente fueron aquellas en donde se tomaron en serio las medidas de protección.
Ruiz también ha destacado que la informalidad “dificulta el aislamiento”. Muchas personas de la región se ven en la disyuntiva de cuidar su economía o su salud. Tan solo en México, el 57 % de la población se dedica al empleo informal, según el Instituto Nacional de Estadística (INEGI).
Las salidas
“Las mejores medidas son aquellas que son temporales, que están enfocadas (que no son generales) y que se introducen a tiempo”, ha asegurado Ruiz. Por lo que considera importante implementar medidas de apoyo a las personas que han perdido liquidez.
Para salir de esta crisis, será necesario también comprar deuda pública y deuda corporativa, así como proveer de liquidez al sistema bancario, en opinión de De Sousa. “Algunas grandes empresas van a tener que ser rescatadas”, ha asegurado.
Para Arraeza la recuperación de China va a ser un factor determinante para la recuperación de la región, al ser uno de sus principales socios comerciales.