Cristóbal Alonso, el español que se ha convertido en el mejor 'salvoconducto' de las startups ucranianas

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Startup Wise Guys es el fondo de capital riesgo más activo de Europa y el mayor inversor del continente en empresas en estado semilla. Con sede central en Tallin (Estonia), desde hace casi una década está capitaneado por el español Cristóbal Alonso. Su última aportación al ecosistema emprendedor tiene que ver con la invasión rusa en Ucrania y los efectos devastadores que la guerra ha provocado también en el tejido startup del país.

En Startup Wise Guys cuentan con 38 startups ucranianas, formadas por más de 70 fundadores. No todas han abandonado el país. Muchos emprendedores han permanecido en Ucrania, luchando o ayudando en distintas tareas. En otros casos, el fondo sí se ha encontrado con que hay empresas que quieren escapar de la guerra y preservar su integridad personal y corporativa. Es aquí donde Startup Wise Guys ha tomado la iniciativa para facilitar las cosas.

“En los primeros compases de la guerra, la preocupación era logística: cruzar la frontera, enviar dinero a las familias, etc. Pero pasado un mes, detectamos que la mayoría de las startups que habían salido a Hungría o Polonia estaban con ganas de retomar la actividad”, explica Cristóbal Alonso a Innovaspain vía telefónica. Startup Wise Guys les ofreció la opción de reubicarse en Tallin, una posibilidad que muchos emprendedores descartaron por la proximidad con la frontera rusa.

“Decidimos que Málaga era el mejor destino. Es una ciudad con una comunidad emprendedora y tecnológica muy fuerte”, añade Alonso. La elección no es aleatoria. En diciembre de 2021, el fondo que dirige cerró un acuerdo con el Polo Nacional de Contenidos Digitales. La unión con la empresa pública malagueña se concretará en el desarrollo del primer programa de aceleración dirigido a startups focalizadas en la realidad virtual o la realidad aumentada.

“La situación que vivimos ha cambiado los planes previstos. Con Antonio (Quirós, coordinador del Polo) todo es muy sencillo”. Por el momento, las empresas (cuatro emprendedores ucranianos ya están en la ciudad) que se instalen en la capital de la costa del sol no tendrán por qué dedicarse exclusivamente a RV o RA. Startup Wise Guys se está haciendo cargo de costear los traslados y el alojamiento.

Cristóbal Alonso no descarta ampliar la oferta a otras startups y emprendedores ucranianos, incluso si estos no forman parte de su porfolio. “Primero nos hemos centrado en aquellos con los que tenemos contacto directo. De momento, el objetivo era dar respuesta a las preguntas relacionadas con dónde vivir y dónde trabajar. Poco a poco, estoy seguro de que surgirán sinergias y colaboraciones”. En el Polo está ubicada también 42 Málaga, la escuela de programación de Fundación Telefónica. “Es un espacio espectacular, lleno de vida. Su director tiene la voluntad de colaborar con nosotros”.

Retrato del emprendedor ucraniano

Con años de experiencia a sus espaldas, Alonso tiene una visión muy nítida del emprendedor de Europa del este, que difiere de su homólogo occidental. “En Ucrania y otros países de la región, el emprendedor nace enfocado hacia el exterior con un buen dominio del inglés. Saben que por grande que sea, ningún inversor les apoyará si sólo venden en el mercado ucraniano”.

Considera que la progresión vivida por el ecosistema ha sido ascendente en los últimos años. “Por decirlo de algún modo, empezaron siendo baratos y hoy son los alemanes de los productos de software. Los ucranianos ofrecen un gran talento técnico y buenos productos. Son flexibles y a la vez orgullosos. No tiran la toalla fácilmente. No cejan en el empeño de sacar adelante sus proyectos”, expone el fundador de Startup Wise Guys.

En su radiografía, Cristóbal Alonso apunta que, en países como Ucrania, trabaja una primera generación de emprendedores con un modus operandi muy particular. “Ejercen un papel de responsabilidad con todos sus seres queridos; padres, abuelos, hijos… Quieren ser un role model para el mercado distinto al del emprendedor de Europa occidental”. Y ofrece más datos de interés. “particularmente en Ucrania, muchas mujeres se forman en escuelas técnicas. Abundan los equipos femeninos y mixtos. Esta diversidad enriquece la toma de decisiones. Les gusta trabajar con los más próximos, así que es habitual que la empresa esté dirigida por un matrimonio, un par de hermanos o un grupo de amigos de toda la vida. En occidente esta práctica está aún rodeada en parte de tabúes. Sin embargo, en Startup Wise Guys lo vemos como un valor añadido”.

En cuanto a los sectores donde los ucranianos son punteros, Alonso enumera tecnologías en el terreno B2B -software, machine learning, ciberseguridad, inteligencia artificial, realidad virtual- y, de modo más reciente, incursiones en agro y foodtech. “Prefieren las deeptech al B2C o áreas como las tecnologías fintech”.

Tiempos de aprendizaje

A principios de 2020, después de 7 años de duro trabajo, Cristóbal Alonso tenía grandes planes. “Primero la pandemia y después la guerra lo han trastocado todo. Sin embargo, después de cada uno de estos grandes acontecimientos salimos más fuertes. Te adaptas, aunque te den puñetazos. En nuestro caso, formamos un equipo de 65 personas de 25 nacionalidades distintas. El trabajo en remoto es una realidad que combinamos con las relaciones humanas. De ahí que vayamos a abrir una oficina en Málaga”.

El experto admite no haber asistido jamás a un periodo de transformación tan fuerte en las corporaciones como el de los últimos dos años. “La innovación y la digitalización han irrumpido también en las administraciones públicas. Sucede algo parecido con la invasión de Ucrania. Es la primera vez que veo una reacción solidaria de estas magnitudes en Europa, que por fin toma decisiones conjuntas, nos gusten más o menos”.

“Esta crisis nos enseña que no todo es tan bonito”, añade Cristóbal Alonso. “Mi generación nunca vivió una guerra tan de cerca. Ni siquiera sentimos así la de los Balcanes. Menos aún la de Irak. Pero ahora, un tipo como yo hoy está en una cafetería de Kiev y al día siguiente no tiene casa. Nos preguntamos: ¿Y si me pasa a mí? Cuando interiorizamos estos sentimientos, mejoramos”.

Recientemente, Startup Wise Guys ha invertido en la empresa española Roble App, que promueve prácticas de salud y bienestar para mejorar la calidad de vida de los seniors. “Sostenibilidad, nuevos modos de vida, materiales, realidad virtual… El brutal impacto de la digitalización nos guía hacia ahí. Con nuestra llegada a Málaga seguro que nuestra actividad en España crece”, concluye Alonso.  

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