Investigadores del Instituto de Biología Evolutiva (IBE), centro conjunto del CSIC y la Universitat Pompeu Fabra (UPF), han puesto en marcha, a través de la plataforma Precipita, una campaña de crowdfunding con la que quieren frenar la plaga de cucarachas. Y lo quieren hacer a través de un método basado en la identificación de genes cuya modificación pueda provocar esterilidad en estos insectos.
Defienden su propuesta como un sistema más eficaz y menos tóxico que el tradicional uso de insecticidas químicos. El trabajo del IBE se basa en el método de edición del genoma denominado CRISPR-Cas9. Así se consigue que un determinado gen no se exprese. “Si tú puedes silenciar un gen, seguramente una función queda eliminada”, afirma Maria Dolors Piulachs, investigadora principal del IBE y promotora de la iniciativa. Así se quiere conseguir que las cucarachas no puedan reproducirse.
Problema de todas las ciudades
La idea de la campaña de crowdfunding, que lleva como lema ‘Pon freno a las cucarachas’, “surgió por necesidad económica”, dice la científica. “Tenemos dinero para hacer investigación básica, pero para este tema necesitamos contratar a una persona que se dedique exclusivamente a ello”.
Las aportaciones de micromecenazgo van desde los 10 hasta los 500 euros (con distintas recompensas) y se espera recaudar un mínimo de 3.000 euros (la cantidad óptima es de 20.000 euros) en los próximos 80 días. Sobre todo teniendo en cuenta que, como dice Piulachs, “las cucarachas son un problema común a todas las ciudades”.
"Las cucarachas son una de las plagas más comunes en nuestras ciudades –profundiza–. Su adaptación a los ambientes urbanos y su gran movilidad facilitan la transmisión de bacterias y otros vectores patógenos, además de provocar reacciones alérgicas que pueden conducir a afecciones asmáticas”.
35 años con cucarachas
Tal y como señalan los investigadores, desarrollar esta metodología requiere de numerosos ensayos y la puesta a punto de protocolos específicos. Para ver el resultado de las pruebas de edición del genoma, se estudiará la morfología de los ovarios y se cuantificarán los cambios de la expresión de los genes implicados. Se trata de una estrategia singular, que no se había contemplado como aproximación al control de cucarachas y de otros insectos plaga.
“Llevamos la investigadora del CSIC y el equipo que formamos es uno de los pocos en el mundo con experiencia y capacidad para desarrollar el proyecto que proponemos –continúa la investigadora del CSIC–. Con la ayuda de los donantes, podremos encontrar maneras de frenar la superpoblación de cucarachas de las ciudades”. Esa amplia trayectoria les permite plantear previamente una serie de genes que pueden utilizar para lograr que los insectos no pongan huevos.
También reconoce que aún queda mucho camino por recorrer. El primer año se centrarían en los experimentos en laboratorio. “Probar tres o cuatro genes y ver realmente la efectividad que tienen, este sería el primer paso”, añade.
Pero la campaña de crowdfunding también tiene otras aspiraciones, más allá de recaudar fondos. Maria Dolors Piulachs afirma que quieren “llamar la atención de alguna empresa de insecticidas”. “Porque este sería el siguiente paso: hablar con ellos y ver cómo se puede aplicar todo esto en las trampas de cucarachas que se utilizan hoy en día”, concluye.