Cuatro claves para los bancos dispuestos a aprovechar las oportunidades de financiación sostenible

Oportunidades de financiación sostenible

Por Chiara Trabacchi y Colin McKee – Esta columna fue publicada originalmente en el blog Negocios Sostenibles del BID.

Las actitudes de las comunidades de inversión y préstamos hacia los factores ambientales, sociales y de gobernabilidad están cambiando en América Latina y el Caribe. El impacto financiero asociado con eventos climáticos extremos, las crecientes presiones regulatorias y de las industrias sobre el reporte de los riesgos relacionados con el clima, y la mayor disponibilidad de datos, son aspectos clave que influyen en las opiniones de las empresas sobre los factores ambientales, climáticos, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés). Como resultado, el rol de los análisis ESG está cambiando, de una función auxiliar a una parte integral del análisis fundamental y las nuevas propuestas comerciales. La Semana de la Sostenibilidad de BID Invest (evento anual realizado esta ano en Lima, Perú, entre el 7 y 9 de mayo de 2018) tomó el pulso de este cambio, explorando tendencias sectoriales más amplias dentro de la agroindustria, la infraestructura y la banca. Para la comunidad financiera, en particular, hubo cuatro mensajes clave de este evento:

1. Los datos financieros por sí solos no son suficientes

Está claro que el riesgo crediticio y el análisis de valoración están cada vez más influenciados por factores ESG, y no solo por datos financieros. Los factores ESG representan riesgos y oportunidades que a menudo se pasan por alto cuando se centra en el análisis financiero. El reconocimiento de los riesgos relacionados con el clima como amenaza sistémica para la estabilidad financiera por parte de varios bancos centrales, ha dejado en claro que la comunidad financiera necesita adoptar una perspectiva informada y orientada a la identificación y evaluación de los riesgos climáticos. Las agencias de calificación crediticia también comparten esta perspectiva. Por ejemplo, un informe reciente de S&P destaca cómo los riesgos medioambientales y climáticos no gestionados, tanto impulsados ​​por eventos como aquellos que ocurren en un horizonte de tiempo más largo, perjudican la calidad crediticia de una empresa.

Sin embargo, está claro que los bancos de América Latina y el Caribe necesitarán enfoques prácticos adaptados a sus realidades locales si quieren replantearse los métodos de análisis de riesgo y oportunidades teniendo en mente los factores ESG y el clima. Este cambio abarca la generación y gestión de transacciones, a través de la supervisión y evaluación de la cartera. Esto será particularmente cierto para aquellos bancos que aspiran a implementar las recomendaciones de la Task Force on Climate-related Financial Disclosures.

2. La tecnología es un aliado importante

Las nuevas tecnologías pueden ayudar a capturar y convertir los datos de ESG y los datos relacionados con el clima en información útil para los negocios. Un volumen cada vez mayor de datos ahora está disponible para análisis, y el bajo costo actual de la informática lo hace asequible. La mayoría de los bancos apenas comienzan a aprovechar el poder de los datos disponibles sobre los factores ambientales, climáticos y sociales para obtener información comercial útil.

En Paraguay, por ejemplo, un país con una de las tasas más altas de deforestación a nivel mundial, un grupo de bancos está probando el uso de Global Forest Watch Pro, una herramienta basada en algoritmos que utiliza imágenes satelitales para detectar tempranamente la deforestación y los incendios. Para los bancos, el objetivo es mejorar su función de gestión de riesgos y, por lo tanto, evitar daños materiales, financieros o reputacionales asociados al financiamiento de actividades inducidas por la deforestación.

BID Invest también utiliza datos ESG y relacionados con el clima para evaluar las inversiones en busca de posibles riesgos y/u oportunidades. Recientemente, colaboramos con Four Twenty Sevenpara identificar oportunidades para acceder a nuevos mercados y mejorar nuestra oferta en productos de financiamiento climático y no-financieros, mediante la combinación de datos de cambio climático y de datos públicos sobre las carteras de crédito de los bancos , como los disponibles a través de DataLab de Asobanca. Los resultados de este tipo de análisis (para Ecuador en la Figura 1) pueden ayudar a BID Invest a orientar y estructurar nuevos productos en soluciones de gestión de riesgos relacionadas con el clima para bancos locales socios y sus sub-prestatarios.

Figura 1. Combinación de datos financieros y climáticos para identificar riesgos y oportunidades para el financiamiento “inteligente para el clima”. Exposición relativa de carteras de préstamos bancarios a riesgos relacionados con el clima por provincia en Ecuador.

3. El análisis de datos ESG y climáticos pueden proporcionar a los bancos acceso a nuevos mercados, y un nuevo enfoque de compromiso con el cliente

Las nuevas tecnologías y datos ofrecen a los bancos la oportunidad de desarrollar nuevas soluciones para sus clientes y convertirse en socios estratégicos para crear valor a largo plazo, a través de inversiones sostenibles. Los bancos capaces de agregar, administrar e integrar datos y métricas sobre ESG y clima con los datos financieros pueden reducir su exposición al riesgo, y ofrecer soluciones financieras sostenibles innovadoras a sus clientes.

Por ejemplo, en El Salvador, el Banco Hipotecario está utilizando drones para, por un lado, administrar riesgos crediticios y, por otro, mejorar su oferta de financiamiento a clientes agrícolas. A través de imágenes geo-referenciadas capturadas por drones, datos y asesoría, Banco Hipotecario ayuda a mejorar las prácticas agrícolas de sus clientes mediante la identificación y caracterización de la idoneidad de la tierra para ciertos cultivos o mayores rendimientos. El banco entendió que las nuevas tecnologías pueden ayudar a identificar nuevas oportunidades de mercado y, de ese modo, obtener ventajas competitivas.

Además, algunos bancos internacionales han ido más allá, al incentivar a los clientes que demuestran un rendimiento superior en factores ESG. BBVA, por ejemplo, ha ayudado a transformar la línea de crédito sindicada de mil millones de euros de Mapfre en un vehículo de financiamiento sostenible vinculando las tasas de interés con el desempeño ESG verificado de la aseguradora, además de su calificación crediticia.

4. Las necesidades de capital humano de los bancos están evolucionando para incorporar una cultura ESG y climática

Los bancos están descubriendo que se necesitan nuevas habilidades y un cambio en la cultura corporativa para adoptar mejor los datos de ESG y climáticos. Para los bancos que carecen de estas habilidades y cultura, aprovechar las oportunidades del ‘mercado sostenible’ (por ejemplo, financiamiento de eficiencia energética, agricultura resiliente al clima, etc.) ha resultado más desafiante dada la falta de conocimiento técnico interno para identificar adecuadamente y aprovechar esas oportunidades.

Los equipos de negocios necesitarán cada vez más incorporar conocimientos especializados, que tengan un conjunto de habilidades combinadas de finanzas, riesgo, gestión de datos y sostenibilidad. Los analistas de GIS son ahora un requisito de facto para los bancos que utilizan imágenes satelitales para realizar un monitoreo remoto; los ingenieros trabajan cada vez más junto con los equipos de originación para identificar proyectos de línea verde financiables, a menudo con componentes tecnológicos específicos. La aceptación de la gerencia y una mejor colaboración y coordinación entre funciones es fundamental para este fin, y requiere un cambio en la cultura institucional de los bancos.

El fortalecimiento de las asociaciones con las organizaciones técnicas es otra opción que los bancos pueden seguir para mejorar sus habilidades. Varios clientes de BID Invest se beneficiaron de asociaciones con centros locales de producción más limpia para desarrollar las capacidades necesarias para identificar oportunidades ecológicas particularmente relacionadas con el financiamiento de la eficiencia energética. Juntos, desarrollaron una comprensión clara de la oportunidad de mercado, sus riesgos y la estructuración financiera requerida para ofrecer productos relevantes.

La reducción de las brechas de capacidades fue un objetivo clave de la Semana de la Sostenibilidad 2018, y de las actividades de asesoramiento técnico de BID Invest. En BID Invest continuaremos trabajando con nuestros clientes en América Latina y el Caribe para capacitarlos en aprovechar las oportunidades que ofrecen los nuevos datos y tecnologías.

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