conocimiento ciéntifico

Conocimiento científico al alcance de todos

CULTZYME: la plataforma que dota de más agilidad y capacidad de escalado a los procesos de biofabricación

Hablamos con Juan Garzón, CEO y cofundador de la startup donostiarra seleccionada en la tercera edición de Mylkcubator, el programa especializado en el desarrollo de proyectos de innovación para el sector alimentario impulsado por Pascual Innoventures, el vehículo de Corporate Venturing de Pascual
cultzyme juan garzón biotecnología pascual innoventures mylkcubator
Juan Garzón (izquierda), junto a Rubén Palomero, CTO y cofundador de CULTZYME, ayer en Madrid. Imagen: Pascual Innoventures.

“No nacimos en un garaje de California, pero sí en una carpintería de San Sebastián”. Juan Garzón, CEO y cofundador de la startup CULTZYME llegó de Colombia hace ocho años. En una entrevista con Innovaspain, recuerda el momento en el que detectaron que existía una oportunidad sin explorar para impulsar la biotecnología a través de una biofabricación más ágil y escalable.

“Los sistemas tradicionales se habían quedado obsoletos. De los primeros prototipos a los que dimos forma con fondos propios, hemos crecido (fueron incubados por BIC Guipuzkoa) con una tecnología protegida desarrollada íntegramente en San Sebastián”, añade Garzón. Su propuesta de valor consiste en la construcción de una plataforma end to end de bioprocesamiento inteligente. De este modo, farmacéuticas o empresas foodtech pueden desarrollar “en tiempo record” sus soluciones.

“Acortamos las fases de experimentación y ayudamos a transferir estos desarrollos a escala industrial para que impacten en la sociedad antes de lo habitual”. Todo ello con una estrategia 360, “centrada en la facilidad de uso, los costes reducidos y la operatividad”.

Juan Garzón detalla que la plataforma de CULTZYME está construida sobre tres pilares. “Los bio-reactores inteligentes posibilitan iterar más rápido los procesos vinculados a I+D. Una plataforma cloud, basada en analítica profunda e IA, gestiona la información desde el momento inicial hasta el escalado. Además, somos capaces de llevar los desarrollos a bio-reactores industriales ya existentes, a los que nutrimos con nuestro know how en I+D y con datos de calidad”.

Un mercado al alza

El emprendedor apunta se estima que la industria bio-manufacturera representará un mercado de 30 billones de dólares en 2030. “Existe una necesidad clara de proteínas alternativas o de soluciones para avanzar en terapias génicas en la lucha de enfermedades como al cáncer, entre muchas otras”.

A la idoneidad del momento y a la demanda creciente, Garzón suma la ventaja de encontrarse en el sitio ideal para que CULTZYME alcance cotas más altas. “Guipúzcoa cuenta con una estrategia potente en biotecnología. Estamos orgullosos de ser parte de este movimiento y de crear aquí una tecnología única que sea referencial para muchas empresas. En nuestro caso, aplicamos inteligencia artificial en lo que pensamos que es un match perfecto en el entorno biotech”.

Con un equipo integrado por seis personas de expertise variado –de la química a la física aplicada de materiales, la programación o el diseño industrial- CULTZYME está inmersa en las primeras validaciones de producto, firmando acuerdos con grandes agentes industriales y participando en diferentes proyectos europeos que involucran a los sectores farma y alimentario. La startup tiene abierta una ronda de financiación y el objetivo es crecer para internacionalizar el proyecto.

Una de las dos startups españolas seleccionadas por Mylkcubator

CULTZYME han protagonizado otra buena noticia. La compañía ha sido seleccionada en la tercera edición de Mylkcubator, el programa especializado en el desarrollo de proyectos de innovación para el sector alimentario impulsado por Pascual Innoventures, el vehículo de Corporate Venturing de Pascual, con la colaboración de Eatable Adventures.

La otra startup española elegida es Innomy. “Traemos lo mejor del bosque a la mesa”. Bajo este es el lema, la empresa biotecnológica nacida en Argentina, pero afincada en el Parque Tecnológico de Bizcaia, ha llevado al siguiente nivel el análisis y la aplicación del poder alimenticio de los hongos hasta demostrar que son un perfecto sustituto saludable y sostenible de la carne animal, tanto en sabor como en textura.

Juan Pablo de Giacomi, CEO y cofundador del proyecto, explicaba a este periódico que en la compañía son expertos en el ‘reino’ de los hongos. En concreto trabajan el micelio, estructuras complejas de los hongos, los tejidos previos a su fructificación, que, de algún modo, pueden emular los músculos de los animales.

Esta focalización no es casual. “Son tejidos con enormes beneficios nutricionales. Las proteínas fúngicas son muy potentes; más asimilables que las vegetales, estimulan el sistema inmune, son antioxidantes, libres de colesterol, con vitamina D… Incluso al morderlos, la experiencia es distinta a la de otras alternativas: ‘rompemos’ tejidos, al igual que cuando ingerimos carne animal”, apunta De Giacomi.

Más disrupción

El programa también apoyará a  Onego Bio. La empresa estadounidense-finlandesa se dedica a la producción de una alternativa a la clara de huevo mediante fermentación de precisión. Un avance que permite evitar contaminaciones en la clara de huevo, crear productos veganos que contengan clara de huevo y reducir su impacto ambiental hasta en un 90%.

Por su parte, la alemana Nosh.bio está especializada en la producción de nuevas proteínas funcionales y nutricionales a partir de la fermentación de biomasa de hongos naturales; y la estadounidense California Cultured, desarrolla las tecnologías de cultivo de células vegetales más innovadoras para crear un nuevo suministro de chocolate y café que sea más escalable y sostenible para el planeta.

Según el CEO de Pascual Innoventures, Gabriel Torres Pascual, “el ecosistema Foodtech de Mylkcubator ya ha generado un valor total de 280 millones de euros y ha recaudado 96 millones de euros en inversión.

Gabriel Torres Pascual, CEO de Pascual Innoventures.

Mylkcubator está diseñado para cubrir varias áreas estratégicas para el desarrollo y éxito de las startups participantes. Estas divisiones incluyen el desarrollo científico, que abarca la evaluación de la viabilidad, el diseño del mapa de I+D y un análisis detallado de los procesos involucrados. También cubre el desarrollo de negocios, que se enfoca en la evaluación de la viabilidad comercial, la identificación de nuevos modelos de negocio. En el plano tecnológico, presta especial atención a la protección de patentes y la propiedad intelectual, aspectos clave para el éxito a largo plazo Mylkcubator ofrece además servicios de marketing y comunicación.

Deja un comentario

Especiales