El Consorcio de la Zona Franca de Vigo (CZFV), con Energylab como asesor técnico, ha presentado al Ministerio de Transición Ecológica un proyecto para poder implantar en el polígono de Balaídos una planta de producción de hidrógeno verde. Esta iniciativa de sostenibilidad se presenta al propio programa que el Gobierno ofrecerá al Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, Next Generation EU. En total, contaría con una inversión de 10,1 millones de euros –de los que el Consorcio pondría el 40 %– y una superficie aproximada de 1.250 a 1.750 metros cuadrados.
En la presentación del proyecto de hidrógeno verde –Atlantic Hydrogen Logistic Industrial Hub–, el CZFV explica que el hidrógeno renovable es la solución clave para la descarbonización de la economía y para lograr la neutralidad climática en 2050.
“El hidrógeno es el elemento químico más abundante en el universo con el que se puede generar grandes cantidades de energía. En sí mismo no es una fuente de energía primaria, sino un vector energético”, indican. “Requiere de una aportación de otra fuente energética para ser obtenido y poder ser almacenado como energía para que se libere gradualmente para su uso”. Así, cuando el hidrógeno se aprovecha en pilas de combustible solo deja tras de sí vapor de agua. “Su producción y consumo es neutral climáticamente –aseguran– y no genera emisiones contaminantes”.
Fases del proyecto
Esta planta de hidrógeno verde comenzaría a construirse en el año 2022, cuando entrarían los proyectos técnicos los permisos y las licitaciones. Un año después, sería la puesta en marcha de lo que es la instalación fotovoltaica en sí. Más tarde, por su parte, se desarrollaría el servicio de la instalación de suministro de H2. Y ya en 2025 la planta empezaría a operar a plena capacidad.
De este modo, con la instalación fotovoltaica –antes mencionada– en las cubiertas de las naves del polígono de Balaídos se podría generar hasta 8.500 megavatios por hora al año. Y todo eso, solo con el 50 % de su capacidad. Tras ello, vendría el suministro de agua y el sistema de generación de hidrógeno, o sea, los electrolizadores –siete, en total– que son los que harán que esa energía se convierta en el hidrógeno final. Y, por último, el sistema de acumulación y suministro.
Esto es: a través del agua se producirá hidrógeno por medio de la electrólisis generando este gas a gran escala. La energía obtenida mediante energías limpias se empleará para descomponer las moléculas de agua H2O gracias a los electrolizadores y el hidrógeno se almacenará posteriormente en recintos y recipientes especiales para el gas.
Suministro y retorno
Pero toda esta generación de hidrógeno verde necesitará de un suministro. Para ello, el CZFV contará con una flota de 60 carretillas de las empresas del polígono de Balaídos; 10 camiones de transporte de vehículos, que realizarán la ruta entre el centro de producción de PSA y el área portuaria, realizando unos 200 kilómetros diarios; 10 camiones de recogida de basura del servicio urbano, con otros 200 kilómetros diarios y 5 autobuses urbanos, con un recorrido medio similar.
Así, “el consumo diario será de 468 kilogramos de hidrógeno al día, unas 140 toneladas de hidrógeno renovable al año, que evitarán el consumo de 684.000 litros de gasóleo anuales que emitirían 1.875 toneladas de CO2, lo mismo que 340 trenes Alvia Vigo-Madrid o 120 vuelos Vigo-Madrid o el recorrido anual de 35 autobuses urbanos”, subrayan.
[Le puede interesar: ViaExterior, la puerta hacia la internacionalización de las pymes gallegas]
“La vanguardia de los proyectos energéticos de Europa”
David Regades, delegado del CZFV, ha explicado que ya el pasado mes de diciembre manifestó al Ministerio de Transición Ecológica su interés para optar a fondos europeos. Con este priecto, “Vigo se coloca a la vanguardia de los proyectos energéticos de Europa […] tenemos que presumir del talento en esta ciudad”.
Y es que, la generación y suministro de este hidrógeno verde a partir de energía solar daría servicio al sistema logístico de las empresas instaladas en el polígono de Balaídos, así como a los servicios municipales de transporte de pasajeros y recogida de residuos.
En las razones que arguyen para optar a los fondos europeos, declaran que el hidrógeno verde es una solución sostenible “clave para la descarbonización de la economía y para lograr la neutralidad climática en 2050”. Según ellos, “ahí juega un papel importante la creación de ‘valles’ o ‘clústers’ de hidrógeno, donde se concentre la producción, transformación y consumo”. Y es que la Hoja de Ruta del Gobierno "prevé para 2030 una capacidad instalada de electrolizadores de 4 gigavatios y movilizar 8.900 millones de inversión y un 25 % de consumo de hidrógeno en la industria”.
Además, el proyecto "abre nuevas oportunidades de generación de empleo sostenible y de actividad económica”. Según el CZFV, se estima que el empleo derivado de esta iniciativa de hidrógeno verde será de unos 500 puestos, entre directos e indirectos, en todo el proceso: “tanto en la fabricación de los componentes, diseño de la instalación y montaje, como en el transporte de hidrógeno, mantenimiento y suministro”.