BARCELONA– Yellow Park, la sede central de Glovo, ubicada en el distrito 22@ de Barcelona, da muestra de las cotas alcanzadas por una de las primeras empresas españolas que llegó al rango de unicornio. La compañía celebró este martes la puesta de largo de uno de los hitos más importantes desde que pusiera en marcha su aplicación en 2016, transformando la experiencia de usuario con funcionalidades inéditas en el sector. Las actualizaciones de la app han sido expuestas durante la primera edición de Glovo Next, un foro que la tecnológica prevé celebrar periódicamente para presentar a sus usuarios y su comunidad “las novedades más revolucionarias”. Innovaspain viaja hasta Barcelona para charlar con uno de los artífices de estas mejoras: Daniel Alonso, VP de Producto en Glovo.
Las nuevas funcionalidades -ya disponibles en Madrid y Barcelona, y a lo largo de los próximos meses en las más de 1.500 ciudades donde la app está presente- se dividen en tres: la posibilidad de crear una comunidad foodie con amigos o familiares, crear listas personalizadas de restaurantes o platos favoritos (‘Picks’) y la introducción de vídeos en los que se muestran como se preparan y presentan algunos platos.
Adelantarse a Silicon Valley
Daniel Alonso explica que, a la capacidad para generar nuevas ideas, en Glovo se une el músculo suficiente para llevarlas a cabo con agilidad. “A mediados de junio, 50 personas nos sentamos en una sala. De esa reunión salieron estas tres novedades. Hacerlas realidad en tan poco tiempo supone un plus de confianza tanto dentro de la organización como a nivel de usuario”.
Sin restar importancia al leitmotiv de la presentación del martes, Alonso pone el acento en la importancia de que empiece a rodar “una bola de nieve que ya no va a dejar de crecer”. El directivo de Glovo apunta que la estrategia pasa por lanzar varias cosas nuevas cada semestre. “Motivamos a los empleados y demostramos que una empresa española puede ser lo bastante disruptiva como para que Silicon Valley la copie, y no al revés”. Daniel Alonso advierte de que las funcionalidades son realmente útiles para el usuario. “No son simples petardos ni forman parte de una decisión estética. Es un cambio estructural, de verdad relevante para Glovo”.
“Hoy, tu abuela es capaz de enviar emoticonos en WhatsApp. Hacia esa madurez nos dirigimos”
La compañía entra en esta dinámica en sintonía con mercado, clientes y usuarios. Mucho han cambiado las cosas en apenas un suspiro. “Las super apps y los grandes marketplaces se han normalizado. Trata de pensar en la primera vez que compraste un libro en Amazon. ¡Yo lo recuerdo! Era una especie de marciano dándole a un botón sin tener del todo claro qué pasaría. El estado de madurez actual es increíble”. Tanto, que Daniel Alonso y su equipo saben que el usuario está preparado para coger el guante de un lanzamiento triple de funcionalidades como el de ayer.
Con todo, el VP de producto de Glovo indica que en España el margen de mejora a nivel de adopción de su propuesta es aún amplio. “Así nos lo dicen los países más avanzados en food delivery, como China o Corea del Sur, donde es una tendencia ya del todo extendida. Nos queda mucho por recorrer. Echa la vista atrás hasta ese momento en el que tú tenías WhatsApp y tus padres no. Hoy, tu abuela envía emoticonos. Hacia esa madurez nos dirigimos”.
En la pole position del Q-Commerce
De forma paralela, Glovo pretende seguir ampliando su campo de acción. Daniel Alonso distingue con nitidez entre dos tipos de partners con los que colaboran. Por un lado, opina que los restaurantes han comprendido que el delivery, lejos de ser una moda, ha llegado para quedarse. De otra parte, la empresa ganan terreno a la hora de llevar al usuario productos de supermercado, parafarmacia, regalos o envíos express. La diferencia con otros grandes players es la capacidad de Glovo de abrazar el Q-Commerce y que recibamos el pedido en unos 30 minutos.
En esta línea, Glovo cierra constantes acuerdos –FNAC, Media Markt, MUJI, Uno de 50…– para abrir las puertas de sus servicios a un catálogo de posibilidades cada día más nutrido. La empresa prevé que, en 2026, un 35 % de los usuarios de la app compren en otras verticales al margen del food delivery. “No es un número al azar. Sale de la observación del comportamiento de nuestros empleados, que ya se mueven en ese porcentaje. Si con ellos ha sido posible, ¿por qué no con nuestros usuarios? Creemos que es viable”.
Perspectiva amplificada
Alonso alude de nuevo al trabajo de awareness que les toca afrontar, dado que la imagen generalizada de Glovo está aún muy pegada a la hostelería. “Si todavía no has comprado un libro en Glovo es porque no sabes que te lo podemos hacer llegar en media hora. Nos terminaremos acostumbrando a esa inmediatez. ¿Para qué esperar dos días si puedo tenerlo ya? En otros productos, como medicamentos, esta velocidad es de especial valor. En 5 años, la gente habrá olvidado que éramos una empresa fundamentalmente de food delivery. Pensemos que Amazon era una librería…”.
A lo largo de este camino, Glovo quiere perfeccionar la personalización de su oferta, pero dándole al usuario las ‘llaves’ de la app. “De ahí las ‘Picks’. No tiene sentido rompernos la cabeza creando sin parar nuevos algoritmos cuando el propio usuario ya puede configurar listas a su antojo. En cuanto a la introducción de los vídeos, tratamos de favorecer que quien entre en la app no se vaya sin hacer su pedido. Queremos enriquecer el proceso de elección, restándole la parte más tediosa”.
“En definitiva -concluye Daniel Alonso- buscamos solucionar la variable tiempo en la vida cotidiana. Aportar tiempo extra y facilitar las cosas, con una variedad cada vez más amplia y una app que gana en facilidad de uso y nuevos atractivos”.