MÁLAGA. La armonía entre el espectador y lo que se expone es el factor fundamental en cualquier proceso artístico. Desde una película a una canción; o desde un cuadro a una obra digital, como las que se han analizado especialmente durante el reciente CM Málaga celebrado en FYCMA. Daniel Canogar (Madrid, 1964) confiesa que una de sus grandes obsesiones desde que se dedica al arte visual –hace más de 30 años– es lo que él denomina "la energía de la obra". Y esto es precisamente lo que consigue esa necesaria armonía entre lo expuesto y quien lo consume.
"Siempre he buscado evitar la mirada pasiva del espectador", ha asegurado Canogar durante el evento. Entre Madrid y Los Ángeles, combina el arte y la tecnología con un claro propósito. "Busco oportunidades que piensen la tecnología como metáfora e inviten al público a interactuar con la tecnología digital de otras formas". Tras décadas de profesión, esta oportunidad le llegó de manera más intensa en 2017, a través de un encargo de la Expo Dubai 2020 en el pabellón de España.
"Fue un proyecto muy personal. Me dejé la piel, sangre y sudor", señala Daniel Canogar sobre 'Dinamo'. La pandemia volvió a entrometerse y su proyecto, al que dedicó gran parte de su intervención en CM Málaga, vio la luz un año después de lo previsto. "Con 'Dinamo' he querido reventar el marco tradicional de la pantalla, que tiene otras formas de interactuar con el público y jugar con la mirada del espectador", explica.
En esta obra colgante, el público interactúa a través de un sistema interactivo incorporado en la barandilla de la rampa: al poner las manos bajo la barandilla se activa una animación de chispas luminosas en las pantallas. Cuanta más actividad detectan los sensores, más vibrante se convierte el contenido audiovisual de 'Dinamo'.
Imitando el funcionamiento de un generador electromagnético, la obra de arte eventualmente recoge suficientes impulsos del público y genera una intensa experiencia visual y acústica que resuena por el atrio. Este momento evoca el intenso estruendo de las máquinas de nuestra historia moderna, tecnologías que observamos con una mezcla de miedo y fascinación. A esta descarga extática le sigue una fase más calmada, que evoca el sistema circulatorio de entidades vivas. Este modo más silencioso da paso a un nuevo ciclo de construcción gradual, un proceso repetitivo de captura y liberación propio de sistemas energéticos biológicos y tecnológicos.
Canogar resume 'Dinamo' y el resto de su obra como "la tecnología como espectáculo, tanto en sus aspectos positivos como negativos". Sus pantallas de LED son claros ejemplos de este enfoque. Después de años de investigación, Daniel Canogar desarrollado un tile de LED flexible que le permite crear pantallas con formas curvas complejas para que respondan a las características del espacio que las contiene. "Estas obras invitan al espectador a observar la obra desde múltiples perspectivas. Así, su movimiento se convierte en un componente crucial de la experiencia de la pieza.
Durante toda su trayectoria, Canogar ha utilizado cintas de VHS y de 35mm, discos duros y CDs. "Medios prácticamente obsoletos que he utilizado en mis piezas; depositarios de nuestros recuerdos a través de las cuales descartamos también una parte de nosotros mismos al tirarlas. Mi intención es reavivarlas y activar la memoria colectiva que contienen al proyectar las animaciones sobre ellas", desvela. Ante un evento, el CM Málaga, que ha hablado especialmente de futuro, Canogar ha recordado que "las tecnologías del pasado nos ayudan a pensar las del futuro".