Solemos acordarnos de la conectividad quizás demasiado tarde, cuando ya hemos diseñado todo el proyecto de automatización, pero orquestar todos los sistemas de comunicación de una empresa es uno de los grandes desafíos actuales. Daniel Manzano es director de Innovación en Vodafone Business, con experiencia previa en Airbus y Telefónica, así como en la gestión de proyectos en Vodafone para la fusión con ONO. Pertenece también al grupo de desarrollo de 5G para la localización y potenciación de tecnologías anexas como AR, VR, MR, robótica, drones o conducción autónoma.
El tema de la conectividad aparece de forma recurrente en las conversaciones con la industria. La gran pregunta es si la infraestructura está preparada para lo que viene: AI everywhere, movilidad conectada, producción habilitada por software…
A nivel de capacidades en las empresas, sí está preparada. Las redes privadas móviles son un tipo de infraestructura muy orientada ahora mismo a su despliegue en el ámbito empresarial. Es verdad que se enfoca quizá más a sectores tipo industria o energía, pero se pueden extender a otros ámbitos más globales. Vienen muy de la mano del 5G, aunque ya existían con el 4G, por la capacidad de transmisión de información y su baja latencia.
La infraestructura está completamente preparada si echamos la mirada más a nivel país, de corredores logísticos, aunque ahí tiene que haber una coordinación desde la Administración para que sea una realidad. El despliegue que hubo de 4G frente a 3G, o de 3G frente a 2G, no es el mismo que el de 5G frente a 4G por ese enfoque más hacia empresa. Eso no quiere decir que, a futuro, cuando el resto de la sociedad lo necesite realmente, sí veremos un gran despliegue a nivel de redes 5G y lo que van a ser las 6G. Por eso no estamos a nivel de Corea del Sur y otros países.
«La empresa media española tiene que optimizar la gestión de su conectividad»
¿Diría que la empresa media española está en una situación adecuada, desde el punto de vista de la conectividad puertas adentro, para orquestar todos los sistemas de comunicación de que dispone?
Es uno de los mayores retos que tienen a la hora de gestionar toda la capa de comunicaciones, porque es una infraestructura muy complicada, en la que combinas la parte de cable con la de Wi-Fi en algunas áreas, y añades red en otras. La idea es que vayan todas hacia la máxima simplificación posible. Es imposible eliminar completamente el cableado en muchos casos y el Wi-Fi 6 tiene que seguir existiendo combinado con la red móvil.
Grandes operadores logísticos se encuentran con que tienen que hacer un planteamiento completamente quirúrgico en una nave para decidir dónde van los AP (access point) de Wi-Fi y dar una cobertura correcta a los robots, pero ese módulo no es para nada replicable en otro sitio similar. Es un problema, porque implica costes de mantenimiento y de diseño. Esto sí que cambia realmente con las nuevas infraestructuras a nivel de comunicaciones, como las redes privadas.
Muchas veces, cuando una empresa diseña un proyecto tecnológico, incorpora la conectividad en un punto de la reflexión poco tardío, cuando ya está todo decidido.
Sí, de hecho, desde el equipo de innovación, cuando abordamos un proyecto, solemos empezar con una prueba de concepto, previendo desde el principio qué refuerzo de conectividad hace falta, o qué tipo de conectividad hay que evolucionar para que sea una realidad. Aprovechamos también para habilitar otros casos de uso que el cliente pueda tener en el futuro, aunque quizá no los vaya a abordar durante este año. Si diseñas una infraestructura para determinados casos de uso, por muy avanzada que sea, y luego quieres meter otro, no es tan fácil como cambiar un botón, tienes que reconfigurar cierta parte del diseño que has hecho y eso son costes más grandes.
No parece tan sencillo decidirse entre el 5G y el Wi-Fi 6 y 7. Algún director de innovación de corporación industrial me ha comentado: ¿para qué dar el salto al 5G si realmente con las prestaciones de Wi-Fi ya vamos bien para el tipo de robot que tenemos?
Al final necesitas los AP de Wi-Fi para cubrir una nave entera y pueden ser cientos o miles a gestionar, que van cableados y que tienen un coste de mantenimiento. Con 5G puedes cubrir áreas igual de grandes eliminando todos esos AP e incorporando una capa de seguridad adicional, porque puedes tener SIMs privadas que sólo envíen información en un entorno determinado. La parte de red privada 5G no tiene por qué sustituir al Wi-Fi 6, todo va a depender del caso uso, del análisis de detalle.
Universidades y centros de investigación, los más innovadores
¿Y cómo vamos de innovación en casos de uso de 5G? ¿En España, al no liberalizarse el espectro, como en Estados Unidos o en Alemania, les hemos dado una ventaja a otros países?
Va un poco lenta, al menos las empresas en España. No sé si ha sido problema nuestro de no saber trasladar del todo las capacidades que puede aportar realmente y qué casos de uso se pueden explotar. En cuanto a la liberalización del espectro completa, nos hemos encontrado a clientes que preguntan mucho por eso, pero necesitas expertos en la gestión de la propia red para que tenga una calidad de servicio adecuada y eso no es sencillo.
El valor añadido es que la calidad del servicio sea la más alta en todo momento y en cualquier lugar. Con una red privada podemos dar un acceso prácticamente completo a esa red. Universidades y centros de investigación son los primeros que han adoptado estas redes para, precisamente, testar casos de uso. Es donde estamos viendo más innovación.
Cuénteme casos de uso del 5G en España que te estén llamando la atención.
Hay un caso de traducción simultánea en el campus de la Universidad de Murcia. Está avanzando mucho la capa de IA en los dispositivos y el último de Samsung ofrece esa parte de traducción simultánea, pero todavía hay casos que no están resueltos. El hecho de que en una misma sala de reuniones disponga de traducción en tiempo real de todo lo que estoy escuchando requiere de una capacidad de procesado potente. ¿Cómo sería si manejamos la información mediante 5G con capacidad de procesado en la red? Otro caso de uso tiene que ver con poner a trabajar a muchos más robots en una planta y coordinarlos de forma más rápida.
En lo que al concepto just in time se refiere, estamos trabajando con un fabricante de automoción para que las piezas lleguen en el momento exacto, ni antes ni después, eso sólo se consigue si realmente tienes una especie de enjambre de robots con una comunicación entre ellos lo más rápida y fiable posible. A mí me gustaría que hubiera más casos de uso en España. En otros países donde está Vodafone en Europa se ha podido avanzar antes por diversos motivos. Es una realidad, sí.
«La IA multiplicará las capacidades del móvil»
Una de las preguntas del último CES ha sido si la inteligencia artificial va a matar al móvil.
No, de hecho, creo que le va a dar nuevas capacidades, simplemente entrenando los modelos de manera adecuada y dando acceso vía móvil. Puede que evolucione, evidentemente, tendrá que hacerlo a nivel de interfaces, sobre todo las de visión, que están muy avanzadas a nivel de usabilidad, pero no son extensibles al usuario particular medio por los costes que tienen y por los casos de uso. La tendencia es que el móvil como dispositivo se fusione más con la persona porque tengamos otros elementos que nos permitan interactuar con esa información.
Estamos en algún proyecto en el que vas a ser capaz de escanear el salón, quitar determinados objetos y poner los que quieras, todo gracias a los sensores y las capas de IA del móvil. De hecho, el concepto de net as a service juega con la idea de que el móvil está en todos los lados, se transforma en algo más fluido, precisamente gracias al apoyo de la propia red y la infraestructura de API. Ese es otro concepto en el que se está trabajando.
Se está hablando de un espacio de computación en el coche, de infotainment, de servicios. Ts todavía un poco demasiado pronto, pero quizás se vislumbran ya modelos de negocio.
Los coches han evolucionado a un modelo de unión de distintos tipos de software, la conectividad cada vez cobra más relevancia porque un vehículo que funcione en un país debe poder funcionar en otro. Eso es un gran reto. Y todavía evolucionará más en función de cómo el vehículo se comunica con su entorno a un nivel mucho más avanzado. Ahí todavía queda mucho recorrido.
¿Para llegar ahí, qué necesitamos ahora mismo en España?
En la parte de infraestructura, en los corredores logísticos se está pensando en una actuación para que todos los camiones puedan comunicarse entre sí y con la propia infraestructura, probablemente en 5G. Vodafone ha creado una plataforma que se llama STEP, precisamente orientada a que cualquier agente de la infraestructura de una ciudad o de un país reciba y proporcione información, que pueda ser un middleware de gestión de esos datos.
Ahora mismo la incertidumbre que existe en el 5G al pasar de un país a otro es tremenda.
Precisamente por el tipo de despliegue que tiene el 5G y la orientación que ha tenido de momento en Europa, a lo mejor no estamos al nivel de otros países y todavía no vemos esos casos de uso. Se confía mucho en que el propio vehículo tiene sus sensores, reconoce su entorno y es completamente autónomo en ese sentido, pero no se está comunicando con el resto de la infraestructura.
Industria y salud, ejes de la innovación de Vodafone en 2024
¿Cuál es el plan de innovación tiene Vodafone para 2024?
Estamos muy centrados en toda la parte de industria, porque muchos clientes están cada vez más abiertos a aplicar robótica más inteligente unida a la red, y muchos casos de uso surgen por ahí. Quizá toda la parte de health también: las terapias digitales y similares han tomado impulso.
Concrete un poco…
En Reino Unido, se habla de la extensión del hospital en tu casa. Para que eso sea una realidad, se necesita que alguien te pueda monitorizar de manera adecuada desde el hogar. Eso, a nivel de costes de la gestión pública, puede ser diferencial, porque no necesitas personas. Pero ¿cómo lo habilitas? Se necesitan habilitadores para llevar la conectividad a cualquier lugar, no hay routers con conectividad 5G que permitan que, en un entorno rural y sin necesidad de llevar fibra una persona, pueda tener ese tipo de soluciones de una forma mucho más sencilla. Se trata de llegar a donde probablemente sea más necesario que esa conectividad exista.
Precisamente uno de los motivos de protesta del sector agroalimentario es, en efecto, que no dispone de la conectividad de la industria para hacer su transformación digital.
Ese es uno de los retos reales que hay, es verdad que se está trabajando mucho en conexión satelital, pero todavía quedan bastantes meses, incluso algún par de años, para que eso sea mucho más masivo. Hay ejemplos de redes que generan una burbuja de comunicaciones y todo lo que funciona en ella tiene esa calidad de servicio.
Eso está muy bien para entornos como el rural. Es verdad que en agro nos estamos encontrando con que quieren usar robótica o visión artificial y todavía no tienen la conectividad de la red pública. Hay que ir a esos modelos de red privada y trabajar casos de uso.