Si algo ha aprendido Daniel Novo desde que se dedica a esto de la movilidad verde –una forma coloquial que tienen en el sector de llamar a las nuevas formas de transporte sostenible– es que "lo que hoy hagamos tendrá consecuencias en el futuro". Aplicable, probablemente, a otras facetas de la vida y el trabajo, la reflexión del responsable de desarrollo de negocio en España y Portugal de FlixBus confirma el ambicioso propósito de esta empresa internacional de transportes a larga distancia, mezcla de startup tecnológica, empresa de internet y operador de transportes: cambiar la forma de viajar por Europa.
Desde que abriese su sede en España, hace apenas medio año, son 15 las líneas internacionales que operan, y pese a que Novo confiesa que "cada paso que damos es un hito para nosotros", asegura que de cara a lo que resta de año "vamos a triplicar el número de líneas respecto al año pasado y nuestros autobuses verdes estarán ya por toda la Península Ibérica, tanto en España como en Portugal". Un objetivo heroico teniendo en cuenta que "no tenemos autobuses ni conductores propios, sino que aportamos nuestro conocimiento y medios tecnológicos para unirlos a la experiencia de empresas de transporte en autobús y ofrecer lo mejor de los dos mundos a nuestros clientes".
Pese a que considera que en España se están dando "grandes pasos" en materia de movilidad sostenible, Novo asegura que "es necesario que todos, políticos, empresas y la sociedad en general aportemos mucho más". En este sentido, "el uso del coche particular es aún altísimo en España, y en muchos casos la ocupación de dichos coches es muy baja, con una o dos personas; los efectos del uso indiscriminado del coche los sufrimos a diario en las grandes ciudades con atascos, contaminación… y a nivel global con el cambio climático".
Para Novo, no hay duda. "La movilidad del futuro tiene que ser verde, lo más limpia posible, apostando cada vez más por medios de transporte eficientes y dejando el coche en casa siempre que no sea imprescindible su uso. Y esto no es un eslogan". Convencido de que "los gobiernos deberían incentivar esta nueva movilidad", celebra la apuesta eléctrica "y de calidad" de FlixBus como un modelo a seguir en Europa. "Ya hemos hecho pruebas en Francia y Alemania con buses eléctricos. Supone una gran inversión y en el caso de España, con largas líneas internacionales, aún es complicado, pero es nuestra apuesta por la movilidad del futuro y en España seguiremos avanzando en este sentido".
¿Qué papel está jugando FlixBus como actor de la movilidad en España?
FlixBus es una reinvención del modelo de transporte. El modelo tradicional es una empresa que opera sus líneas, o como mucho subcontrata los servicios de otra. Nosotros trabajamos siempre en colaboración con empresas de autobuses locales, normalmente pymes, y son ellas las que realizan las líneas, aportan su experiencia en el transporte de pasajeros, y por nuestra parte nos encargamos de la planificación de las líneas, la venta por web y app de los billetes, marketing, atención al cliente…
FlixMobility, la empresa que os integra, acaba de lanzar un modelo de negocio similar con el tren como protagonista. Parece que aquí, de momento, estáis centrando esfuerzos en el autobús.
Es importante destacar que en España el transporte en autobús tiene unas circunstancias muy particulares por el sistema de concesiones, que da exclusividad a una compañía para operar las líneas domésticas o nacionales, por eso durante años no ha necesitado apenas renovarse.
Suena a monopolio.
Cuando no hay competencia es fácil que la empresa que tiene el monopolio se acomode y sea el cliente el que tenga que adaptarse al servicio, en vez de ser la empresa la que se amolde a las necesidades y demandas del cliente. Esto empezó a cambiar hace relativamente poco, y los servicios en algunos casos han ido mejorando, sobre todo los que tienen más competencia por el tren o por las aerolíneas 'lowcost'.
¿Y cómo combatís esta situación?
Desde el principio, FlixBus ha tratado de ofrecer al cliente lo que necesita, no solo un precio muy competitivo, también la calidad y los servicios. Por ejemplo, en España todos los autobuses que operan nuestra líneas son nuevos, o tienen menos de un año y eso se nota. Todos nuestros autobuses tienen wifi gratis y puntos de recarga para móviles o portátiles, además de espacio extra para las piernas.
¿Cuál ha sido vuestra principal aportación tecnológica al sector?
La innovación tecnológica forma parte de nuestro ADN y los equipos técnicos, compuestos por cientos de personas, trabajan constantemente en desarrollar internamente nuevos avances. Fuimos pioneros en la venta de billetes online y a través de app. Pero nuestra app no ha dejado de avanzar y ofrecemos servicios como el que llamamos “Where is my bus”, de manera que toda la información relevante del viaje se muestra en un mapa y se actualiza continuamente: la ubicación del bus por geolocalización, las paradas del trayecto, la localización del usuario, y también información práctica del trayecto, si se está cumpliendo el horario o hay retraso por ejemplo.
También somos el primer operador de autobuses del mundo que se integra con Google Assistant, esta es una de nuestras novedades más recientes, así que ya se pueden comprar nuestros billetes solo con voz. De momento está en inglés, francés y alemán, pero en breve lo tendremos en español. Además, tenemos más de 350.000 conexiones diarias en toda Europa disponibles en Google Maps a través de la función Google Transit.
¿Resúmenos por qué un usuario debe decantarse por FlixBus y no por otro servicio?
Por tres razones: la primera, porque ofrecemos el precio más ajustado; la segunda, porque este precio no significa menor calidad; y la tercera, porque ofrecemos a nuestros clientes 1.700 destinos en toda Europa. Por la normativa española actual no podemos operar viajes nacionales, sino solo internacionales de momento, pero imagina las posibilidades de trayectos baratos y de calidad que tendremos cuando el mercado doméstico se liberalice.