Un edificio no es inmutable, por lo que siempre debe haber alguien velando por su mantenimiento, gestión, confort o posibles riesgos. La inteligencia artificial puede que sea esa tecnología que aúne todas esas necesidades y mejore el rendimiento de los edificios. Al menos, es lo que está investigando el proyecto europeo Datawise, que pretende que todo el ciclo de vida de estos pueda monitorizarse.
En España, el centro tecnológico CTC liderará una de las pruebas piloto de este proyecto; concretamente, reformarán un centro deportivo en Madrid. Pero ¿cómo lo harán? Fuentes del centro cántabro nos lo ponen en contexto.
“Datawise surge de la necesidad de mejorar la gestión de edificios con el objetivo de optimizar el rendimiento global a lo largo de todo su ciclo de vida. Para conseguir edificios más sostenibles medioambientales, es necesario disponer de sistemas que puedan manejar de manera eficiente una gran cantidad de datos que se pueden generar durante el uso de un edificio”.
Y es ahí donde entra la inteligencia artificial, una tecnología transversal que, allá donde existan datos, tendrá un potencial caso de uso de aplicación. Una tecnología que es “clave” para desarrollar soluciones más inteligentes y sostenibles que puedan abordar de manera más efectiva los desafíos actuales y futuros a los que se enfrenta la industria de la construcción. “No en vano -puntualizan-, los edificios no dejan ser activos que requieren de gestión y la IA actúa como un facilitador esencial para esa gestión”.
La idea del gemelo digital
El proyecto Datawise busca desarrollar una solución avanzada para la gestión y mantenimiento de edificios utilizando un gemelo digital basado en OpenBIM y gestionado mediante inteligencia artificial. Y, en este contexto, aunque la IA juega un papel crucial, no toma decisiones por sí misma, sino que apoya al gestor del edificio para obtener resultados más eficientes.
Para explicar mejor lo que es un gemelo digital basado en OpenBIM, lo primero es definir qué es el BIM (Building Information Modeling). Las mismas fuentes nos explican que es una metodología de trabajo para "pre-construir" modelos digitales en 3D de edificios que representen las cualidades físicas y funcionales de un edificio o infraestructura.
“Estos modelos no solo son representaciones virtuales, también contienen información precisa que se puede compartir a lo largo de la vida de un edificio o infraestructura y que facilita las contribuciones de todo el equipo del proyecto”, señalan.
Así, el llamado Open BIM es una forma de comunicación digital que permite a diferentes aplicaciones compatibles conectarse con el modelo y sus datos; esto es, se trata de un enfoque abierto y colaborativo para trabajar.
“Dado que en un proyecto de construcción hay mucha información en diferentes formatos, un entorno de trabajo abierto es esencial para compartir esta información fácilmente”, destacan.
De Riga a Madrid
Asimismo, desde el CTC adelantan que “todo tipo de edificios pueden ser susceptible de beneficiarse de las tecnologías a desarrollar en el proyecto. Precisamente, es el objetivo del mismo, utilizar edificios de distintas tipologías y casuísticas para validar las herramientas”.
En ese sentido se plantean 3 tipos de pilotos repartidos por distintas zonas climáticas: el primer piloto está dirigido a centros de educación pública en Riga ya existentes; el segundo, a edificios sujetos a remodelación -como será el caso español en Madrid- y el tercero, a una comunidad energética en Austria -en Stanz im Mürztal-.
“El proyecto acaba de iniciarse hace un mes, por lo que es muy temprano para hablar de resultados, más allá de que se han celebrado las reuniones de lanzamiento de proyecto, la última presencial en Tesalónica (Grecia) con la participación de todos los socios”, admiten desde el CTC.