David Carmona es director de Movilidad de Quantis. La compañía española lo contrató para que llevara toda la línea de productos dedicados al sector marítimo (un 90% del tiempo) y también a aeronáutica, servicios móviles, etc. Experto en comunicaciones, en los últimos seis años se ha dedicado al mundo de los satélites.
Quantis es una compañía española dedicada a los servicios por satélite y hace aproximadamente un año decidió hacer un aumento del negocio en dos grandes áreas: una en dirección geográfica (actúan en España y África, así que dieron el salto a Latinoamérica) y también en un nuevo sector de servicios en movilidad y mercado marítimo.
"OpenSea es un producto que creamos en el sector marítimo. Una vez que empezamos a trabajar en una serie de productos que llevamos a cabo antes en la compañía, hicimos un brainstorming y salió este nombre. Es la línea de producto marítimo. Es decir, si tienes un barco y contratas servicios con Quantis vía satélite, tu producto será OpenSea, es la etiqueta", aclara Carmona.
Más que algo innovador lo que les diferencia es el precio que ponen en el mercado. "Los satélites cuestan una millonada y tienen una serie de equipamientos de comunicaciones que se alquilan, se venden, se reutilizan para dar servicios en conectividad. Eso provocaba que al usuario final de la cadena le llegaba un servicio extremadamente caro. Nosotros lo hemos hecho al revés: si tú eres un usuario de un barco preguntamos cuánto estarías dispuesto a pagar por nuestro servicio. Con esto hemos conseguido bajar los precios, sin trucos, utilizando la tecnología: hemos comprado un Hub Newtec que nos costó 4 millones de euros y gracias a él hemos podido ser más rentables en el aspecto radioeléctrico. Ponemos más bits por Hz que cualquier otra compañía de la competencia. Esto significa que el cliente paga menos dinero por la misma conectividad o, por el mismo dinero, tener mejor calidad", asegura.
A Carmona siempre le gusta utilizar un símil para explicar la situación del sector marítimo. "Esto es como cuando nació la telefonía móvil. Tenemos instrumentos en el bolsillo con el que hacemos de todo, hace 20 años solo era para gente pudiente y que casi no se utilizaba para nada. Toda la tecnología se ha movido, pero el sector marítimo ha sido el gran olvidado. Hace 20 años el barco tenía muy poca conexión, pero es que en 2016 sigue teniendo la misma. Y eso no es justo".
Todos los sectores necesitan cada vez más ancho de banda. Las tripulaciones de los barcos necesitan hablar con sus familias, etc. Los barcos en sí son cada vez más modernos , en todos ya hay módulos IP, y cada vez va a haber una necesidad mayor en la aplicación de estas tecnologías también en el sector.
Y es que, según Carmona, el tema marítimo en España está bastante desinflado en comparación con los últimos cincuenta años. "Hemos perdido navieras, hemos perdido grandes astilleros y nuestro país siempre ha tenido una gran presencia internacional en la construcción y en las tipologías de los barcos. Dicho todo esto, España sigue siendo uno de los reyes reconocidos dentro del mundo marítimo: los capitanes españoles están en las mejores compañías del mundo, los centros de formación de nuestra marina mercante son muy reconocidos (sobre todo en Holanda, EEUU y Grecia) y no hay que olvidar que la segunda flota pesquera más grande del mundo es española, por lo que el volumen es asombrosamente grande. Lo que pasa es que está obsoleta, hablando en comparación con otras empresas extranjeras. Pero se están poniendo al día, hay negocio".