Es una de las mayores proveedoras de infraestructuras de redes en el mundo. Tiene presencia en tres continentes y su objetivo es alcanzar un futuro inteligente, inclusivo y sostenible gracias a la conectividad. Y, aunque su sede esté en Londres, tienen grandes planes en España. Hablamos de Boldyn Networks de la mano de su country manager en España, David de Celis. «Estamos donde nadie quiere estar», define el entrevistado. Y sólo falta rascar un poco para entender a qué se refiere.
«En este mundo de la conectividad hay muchos competidores, es una competencia grande y nos gusta definirnos es como challengers, porque desafiamos al mercado con proyectos innovadores. Somos atrevidos y dinámicos en cuanto a propuesta de valor, con soluciones de conectividad de vanguardia y redes privadas de 5G para mejorar los desafíos de nuestros clientes», explica De Celis.
Pero ¿qué es eso de las redes privadas? El portavoz señala que, básicamente, las redes privadas son redes dedicadas que garantizan conectividad segura y fiable, y que funcionan para una empresa en concreto. Es decir, que conecta a personas y activos de una empresa y mejora la digitalización de los clientes.
Su ventaja, según él, es que tienen una cobertura dedicad. «Podemos ofrecer cobertura en cualquier tipo de entorno y en cualquier situación, con alta calidad del servicio. Buscamos una alta calidad para disfrutar de ella. También privacidad de los datos, las compañías pueden estar seguras de que no salen al exterior», afirma.
Y es que la seguridad es importante; al fin y al cabo, son importantes redes de seguridad por su privacidad de datos y por su diseño, niveles de SLA grandes… Y un servicio que «no se puede caer, está, digamos, casi ‘prohibido’ por situaciones de emergencia».
Su papel en España
Boldyn cuenta con varios segmentos principales en España. Trabajan en energía, donde se incluyen utilities, agua, luz, gas, refinerías y centrales nucleares. También lo que llaman manufacturas como la producción, químicas, automoción y logística. Asimismo, un target «muy importante» para ellos es el de aeropuertos y puertos. Y, por último, el transporte, donde incluyen el sector el ferroviario, como el tren o el metro, donde son líderes.
Es cierto que hay otros segmentos emergentes, como puede ser la educación o campus educativos para mejorar servicios para estudiantes, también en salud, un sector que empezó en Europa entre países nórdicos y en el que España se está «poniendo las pilas» para digitalizar hospitales. «Y, cómo no, en España el agrícola, sobre todo en la parte de sensorización para recoger datos», añade De Celis.
Si hay algún proyecto a destacar ese es, sin duda, el de BASF en Tarragona, un proyecto en el sector químico, con el que están desplegando la primera red privada 5G en la producción química.
«Es una planta en Tarragona, una de las plantas mas importantes del sur de Europa, con cobertura 5G en sus más de cien hectáreas, donde se mejora la eficiencia y la seguridad de las personas. Gracias a esta conectividad, desarrollamos casos de uso digitales para mejorar la productividad», explica.
Así, otro de los casos de uso dentro de BASF es el de transitar entre los que son los terminales walkie talkie de toda vida que usan los operarios a smartphones con 5G. Este cambio permite dejar de llevar un walkie para llevar un smartphone y que los operarios se puedan comunicar con videollamadas para mejorar el mantenimiento, por ejemplo, de válvulas y tuberías.
«Esto sólo es posible gracias a la red, que tiene cobertura importante en cualquier punto, y su capacidad, porque puedes transmitir muchos datos, así como una gran seguridad y la robustez».
Volviendo al caso de uso, cabe destacar que resuelve también una mayor eficiencia, pues hasta ahora se tenían que desplazar hasta el punto crítico, y ahora se puede hacer cualquier enfoque y transmitir de forma mucho más efectiva.
«También permite geolocalizar a ciertos operarios, siempre respetando la confidencialidad de las personas, para casos de emergencia como pueden ser casos de explosión, para que se pueda actuar de manera rápida, o en caso de accidentes, que se pueda ver qué ha pasado», puntualiza.
Una gran ventaja
La gran ventaja que tiene respecto a la competencia es que, como subraya el propio De Celis, son «muy de nicho». Esto es, «muy especializados en redes privadas para nuestros clientes. Tenemos una metodología que permite diseñar soluciones y redes a medida. Y nos adaptamos a las soluciones de nuestros clientes. En nuestro proceso de colaboración hacemos una labor de consultoría para entender su negocio, sus necesidades, sus facultades. Cuando lo tenemos comprendido, es cuando hacemos una propuesta a medida ad hoc. Esta es nuestra principal ventaja, una dedicación quirúrgica con nuestros clientes, y que somos especialistas en infraestructuras críticas, donde nadie quiere estar».
Minas, refinerías, centrales nucleares, bases militares —en EEUU—. Mantienen una posición líder, más de 130 redes privadas. «Tenemos un equipo de expertos que es capaz de comprender los casos de uso a desplegar. En la parte de consultoría hablamos el mismo idioma, entendemos los casos de uso y les ayudamos», asegura.
Además, Boldyn ve en nuestro país un gran potencial. Tanto empresas como administraciones aceleran estas redes privadas, pues se han dado cuenta que transformarse digitalmente es primordial y una base sólida necesita de una conectividad robusta.
«Vemos cómo España apuesta por eso, tanto las empresas como las administraciones, insisto. Es vital España para nosotros y nuestro objetivo es duplicar nuestra inversión para el próximo año. Y se vea este potencial, claro», adelanta.
Las tendencias
En cuanto a tendencias, lo que ven, de cara al futuro, aunque ya hay presente, es que los casos de uso es lo más, importante, lo que justifique la inversión a la red privada 5G.
«Solventar situaciones, mejorar en seguridad. Una de las primeras tendencias son los casos de uso, que impulsará la demanda. Ir mas allá de la conectividad sería la segunda. Los clientes aún carecen de un conocimiento de la conectividad, lo que es algo normal. Por lo que buscan un proveedor que les ayude a eso. Nosotros buscamos entrar y ayudar, así que desplegamos una red, pero también integramos casos de uso para mejorar la digitalización, acompañarlos durante el proceso», cuenta De Celis.
La tercera tendencia es que hay una demanda creciente: se ven empresas que pueden tener limitaciones y buscan invertir en su core business, no en conectividad. «Nosotros proponemos soluciones como servicio: Boldyn ofrece la inversión y luego se llegan a acuerdos a cinco, seis, siete, años por el uso, sin inversión inicial. Ayudamos a estar siempre conectados».