Durante más de 30 años, David Proenza, natural de Panamá, ha sido un emprendedor en el sector de la alimentación, la gestión de empresas en la producción, la exportación y la comercialización agrícola en América y Europa. El último hito de esa trayectoria profesional ha sido recibir el Premio Innovadores de América (#IdeA16) en la categoría de Empresa e Industria, y lo ha conseguido gracias a Urban Farms.
Este proyecto echo a andar en 2012 situándose como uno de los pioneros en el campo de la agricultura en ambiente controlado y la Finca Vertical. La idea surgió con el objetivo de buscar una alternativa que simplificar el día a día. “Como productores tradicionales, para nosotros cada año producir en campos abiertos se nos hacia más difícil por efecto del cambio climático: exceso de lluvia, sequías, proliferación de plagas y enfermedades… –afirma Proenza-. Teníamos que tecnificar e innovar y para ello nos dimos a la tarea de investigar y analizar las nuevas corrientes de pensamiento que nos ayudaron a cambiar los paradigmas actuales”.
Así empezó a desarrollar su concepto de Finca Vertical en Ambiente Controlado. “Los cultivos se llevan a cabo dentro de edificios herméticamente cerrados que nos permiten controlar todas las variables que influyen en la producción, como la humedad, temperatura, luminosidad, CO² y otros aspectos”, añade. Además, se puede desarrolla en áreas urbanas y requiere poco espacio. “Mil metros cuadrados de nuestro sistema de producción de lechugas y hierbas aromáticas equivale a 16 hectáreas de producción tradicional”, defiende el emprendedor panameño.
Más eficiencia
Actualmente sus productos se están comercializando en dos de las cadenas de supermercados más importantes del país y quieren expandirse al resto antes de marzo del 2017, además de llegar a los minoristas. “Estamos convencidos de que la Finca Vertical en Ambiente Controlado va a desempeñar un papel clave en el futuro en la producción de alimentos mediante la innovación disruptiva y nuestro concepto representa una oportunidad muy rentable; es el futuro de la agricultura”, defiende Proenza.
Y añade: “Comparando el modelo de producción tradicional y la cadena de distribución actual con nuestro modelo de negocio, nosotros obtenemos ahorros significativos en los costos de producción, procesamiento, empaque y distribución”.
Para explicarlo, el CEO de Urban Farms pone un ejemplo sencillo. “En el campo tradicional, si se siembran mil semillas sabemos que en las condiciones más optimas no se van cosechar mil plantas. Pero en la Finca Vertical, si sembramos mil semillas aseguramos que vamos a cosechar mil plantas”. Además, todo se recicla. “No tenemos perdidas por el mal manejo de insumos ni recursos hídricos, no tenemos que preparar terreno cada vez que se va a sembrar, no necesitamos gastar en hacer camas, utilizar plástico, herbicidas, pesticidas y otros químicos para controlar plagas y patógenos”.
Su principal reto de futuro es construir la finca vertical cien por cien automatizada, tal como lo puede ver en el siguiente video:
Apoyo decidido
Al igual que ocurre en otros “países pequeños de América Latina”, David Proenza considera que “Panamá tiene un sistema de I+D+I incipiente”. La inversión en este campo es “reducida”, tanto por parte del Gobierno como por parte de las empresas privadas. A pesar de ello, “hay aspectos positivos, ya que existe algún tipo de institucionalidad creada”, como la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación.
En su opinión, “el Gobierno debe invertir más y más inteligentemente sus recursos en este campo”. “Se requiere apoyar de forma más decidida la educación, sobre todo en lo que se refiere a la calidad de la misma –continúa-. La política industrial (de apoyo a la innovación) se restringe a la aplicación de créditos tributarios, pero el sistema no funciona bien y es difícil acceder a estos créditos. Existe muy poco apoyo directo a la innovación empresarial con la excepción de convocatorias organizadas por la Secretaría. Al final, lo crucial es también un cambio de mentalidad de la población y de los agentes productivos. Existen iniciativas interesantes (fomento de patentes, por ejemplo), pero los resultados están por verse”.
