Ayer se celebró en el Madrid Innovation Lab la presentación del 'Anuario de la Innovación en España 2023', que contó con una efeméride especial: la celebración del décimo aniversario de Innovaspain. En estos diez años han habido varios temas estructurales a tratar en infinidad de ocasiones, pero uno que ha destacado siempre ha sido la educación: de ahí que la Asociación de Parques Científicos y Tecnológicos de España (APTE) y la Fundación Cotec conformasen una de las tres mesas informativas de la jornada.
Y es que, como indicó María Lacalle, responsable de Proyectos de Innovaspain, el periódico no tiene la vocación de construir políticas, pero sí que “nos encanta ayudar. Nos encanta contar y divulgar información, sumar en otras partes. Han cambiado muchas cosas en estos diez años, pero no somos tan ambiciosos como para hacer esa reflexión de políticas, se lo dejamos a otros agentes; nosotros somos la referencia en el ámbito de la innovación por ser referencia, primero, en la divulgación”
La educación es una parte importante de esa divulgación en innovación. Incluso, como aseguró Iria Mata, técnico de Proyectos Educativos en Fundación Cotec, es directamente una herramienta para innovar. Aunque haya que reflexionar sobre su papel.
Lentitud para aplicar políticas educativas
“No vamos tan rápido como deberíamos a la hora de implementar políticas educativas. El problema es que la escuela no es un ámbito que esté acostumbrado a innovar, no se da por hecha la innovación; de hecho, tiene reticencia al cambio” afirmó Mata. "Aunque cada vez hay más interés en directivos, proyectos, profesores, medidas… son puntuales e iniciativas separadas, no tienen interconexión entre ellas”.
Es decir, que es una innovación que no se evalúa. No se hace un seguimiento y no se sabe el impacto que tiene, por lo que replicar es difícil. Además, como no está sistematizado, no hay una estructura que apoye a la innovación. Todo ello “evita que sea organizado y beneficioso”.
Por otro lado, la técnico señaló que, con una educación innovadora, se podrían tener profesionales innovadores. Aunque matizó: “Hay que generar masa innovadora, y generar personas innovadoras en la medida en la que se tengan herramientas para generar soluciones disruptivas”.
La innovación viene bien en cualquier trabajo o sector y todo eso se retroalimenta con la curiosidad, las ganas de aprender, la resolución crítica, la creatividad. “El conocimiento es fundamental, el aprendizaje también, pero es importante saber utilizarlo para innovar. El objetivo no creo que sea genera innovadores, sino personas implicadas con la sociedad y, además, innovadores”.
Para ella, todo se fomenta en el contexto de una escuela innovadora, y se aprende en el ejemplo. “Hay que mejorar la calidad educativa, pero no sólo para crear profesionales innovadores, sino para crear personas con mas capacidades, flexibles, adaptables, autónomas para desarrollar su vida futura y que sean felices sin quedarse atrás”. También dejó como reflexión que la innovación no puede ir tan rápido como la formación. Un campo que también tuvo espacio en la presentación del Anuario.
El círculo virtuoso de la innovación
En esa primera mesa estuvo presente Soledad Díaz, directora de APTE. La primera frase que pronunció fue que “el objetivo de los parques es promover la innovación”, trascendiendo los ámbitos de la educación. Pero ¿cómo lo han hecho en APTE?
“Hay que promover la innovación, pero muchas veces tenemos que cubrir aspectos donde la innovación tiene que llegar y no lo hace. El ejemplo concreto es APTEForma, formación online exclusivamente en tecnologías disruptivas entre las más de 7.500 empresas que tratamos y los 150.000 trabajadores -y no todos son tecnólogos-”, indicó.
En este proyecto era importante llegar a esa comunidad de trabajadores y que, al menos, un gran porcentaje entendiera cuáles eran esas tecnologías, cómo aplicarlas a su vida. Antes de la pandemia pusieron en pie esta plataforma con pequeñas píldoras, como entender qué era el blockchain. Pero la crisis del coronavirus hizo que les pidieran “abrir” la plataforma. Y lo hicieron. “Nos pedían cursos específicos para usar tecnologías digitales muy comunes como videoconferencias, por ejemplo, porque había personas que nunca habían hecho una”, afirmó la directora de APTE.
Por eso destacó que la educación tiene que trascender otros escenarios y tiene que incluirse en el día a día de la innovación. "Pero los centros educativos necesitan financiación. Hay metaverso, por ejemplo, podría tener un gran impacto en la educación pero todavía no esta implementado y es caro. El desarrollo de la tecnología ahora es eso, y ser un país competitivo es cuidar el talento, lo digital y en eso estamos. Siempre nos hacemos eco de la reivindicación de Ametic: la necesidad de un pacto por la educación”.
Por último, Díaz recordó que hay que llevar a cabo el llamado “círculo virtuoso de la innovación”, una práctica que ellos llevan a cabo en sus parques desde hace tiempo. “El objetivo es generar conocimiento, aplicarlo a la empresa y generar a su vez riqueza suficiente para que se vuelva a aplicar en la generación de conocimiento”.
“Un país que no innova, se estanca, no es competitivo y afecta a la economía de todos”, resumió. Y, para ellos, es necesaria una mejor educación y más formación.