El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ha instado a trabajar por el empoderamiento de la mujer como prioridad en la clausura de la 61ª sesión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, el principal órgano internacional intergubernamental dedicado exclusivamente a la promoción de la igualdad de género y el empoderamiento. En este sentido, Guterres ha declarado que el objetivo es "impulsar el potencial de todas las mujeres y niñas", ya que éstas "liderarán un nuevo futuro”.
Aunque de momento ese futuro no está muy cercano y hay que seguir trabajando duro. Actualmente, no hay ningún país que haya logrado la igualdad de género. Al ritmo que vamos, tardaremos 81 años en lograr la paridad de género en cuanto a participación económica, y unos 50 años en conseguir la paridad en representación parlamentaria. Lo resaltaba el anterior secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, hace ya dos años.
Para medir el progreso hacia la igualdad de género, que es el número 5 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), es fundamental la recopilación, el análisis y la difusión de datos relevantes. “Mejorar su acceso y su uso es crucial para lograr los ODS”, ha señalado Andreas Glossner, vicepresidente de la 61ª sesión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW61).
Y según un informe de la Fundación Microfinanzas BBVA (FMBBVA), que ha participado en la CSW61, esos datos dan motivos para impulsar ese progreso. Y es que, la capacidad de trabajo femenina es marcadamente mayor que la masculina, como resalta Laura Fernández Lord, responsable de empoderamiento de la mujer de la FMBBVA, que ha presentado en el panel sobre retos y avances en la implementación de la Agenda 2030 de Naciones Unidas, algunos de los datos más relevantes de las más de 1,8 millones de personas vulnerables a las que atiende la Fundación en América Latina, el 60% de ellas, mujeres.
“Debemos empoderar económicamente a las mujeres si queremos cumplir con la Agenda 2030”, afirma Laura Fernández Lord, y ha añadido que el primer paso es “ser rigurosos con los datos”.
Según ONU Mujeres, en América Latina, la participación laboral femenina es del 56,4%, frente al casi 85% en el caso de los hombres. El emprendimiento es en muchos casos una manera de combatir la falta de oportunidades a la que tienen que hacer frente las mujeres, especialmente si tienen a su cargo personas dependientes. En el 32% de los hogares de la región, la principal fuente de ingresos es una mujer. “Por eso, la inclusión financiera es esencial para empoderarlas”, destaca Fernández Lord.
En el caso de las más de un millón de mujeres a las que atiende la Fundación Microfinanzas BBVA, los datos reflejan que ellas son más eficientes que los hombres cuando se les da una oportunidad. “Nuestras emprendedoras representan siete de cada diez de los clientes que han dejado de ser pobres en 2016”, resalta la responsable de empoderamiento de la mujer de la FMBBVA. Además, según indica, con un 50% menos de capital invertido que los hombres, sus excedentes son un 20% superior a los de ellos.