Elisa Rivera, directora General de Planificación, Coordinación y Transferencia de Conocimiento del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades abrió ayer la jornada ‘Deep Tech: Emprendimiento basado en conocimiento profundo en España’, organizada por el Foro de Empresas Innovadoras en el Planetario de Madrid.
La responsable pública ha expresado la voluntad del actual Gobierno de otorgar a la economía del conocimiento un lugar destacado, relevancia que se traducirá en una Estrategia Nacional para el desarrollo de las Deep Tech. Este movimiento está enmarcado en el refuerzo del Plan de Transferencia y Colaboración.
Rivera ha recordado que España permanece en sintonía con Europa. “En el Consejo Europeo del 17-18 de abril, uno de los puntos del debate tuvo que ver con la importancia de un mercado europeo plenamente integrado como mecanismo para cerrar la brecha de competitividad, productividad e innovación de la UE respecto a otras potencias. Es necesario para estar a la altura de socios como China y Estados Unidos. La competitividad solo la aportan la ciencia, el emprendimiento, la innovación y el conocimiento”.
En Bruselas también se esmeran para definir los sectores y tecnologías estratégicas, aquellas que marcan diferencias en la escena global. “Energía, telecomunicaciones, semiconductores, biotecnología, sanidad, materias primas… Son áreas en las que pretendemos poner el foco en España”, afirmaba Elisa Rivera, para quien en este entramado es clave combinar inversión pública y privada.
A escala nacional, Rivera cree que las deep tech comienzan a ganar terreno de manera decidida. Son varios los organismos -Fundación COTEC, Real Instituto Elcano- que están analizando el tablero del conocimiento profundo en España. “Todos tenemos muy claro que debemos ir hacia una economía basada en el conocimiento. Hablamos de tecnologías que aportan soluciones radicales a través de la ciencia. Son propuestas disruptivas, y por tanto de alto riesgo. Requieren de un capital ‘paciente’”.
“Desde el sector público -añadía Elisa Rivera- tenemos la obligación de generar un buen caldo de cultivo para favorecer la captación de talento y la financiación en estas empresas. A través de una estrategia bottom up, hay que tratar de convencer a la iniciativa privada: necesitamos la implicación de inversores, investigadores, centros tecnológicos… Por nuestra parte, ponemos a su disposición herramientas como Innvierte, fondo del CDTI, la Ley de Startups o la Ley de la Ciencia. El marco legal y estratégico son suficientes”.
"Es el mejor momento"
Desde el Foro de Empresas Innovadoras consideran que España atraviesa “el mejor momento” para que las deep tech maduren con garantías. El organismo ha invitado a todo el ecosistema a analizar en un DAFO (debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades) el estatus de este tipo de emprendimiento. Las conclusiones positivas del estudio hablan de una “excelente red” española de ciencia y tecnología, con talento cualificado, y de una buena capacidad para reformular soluciones y adaptarlas al mercado.
También perciben que ha llegado la hora de dar el siguiente paso. “Por primera vez, los agentes del ecosistema deep tech hablan entre ellos y se identifican para definir sus capacidades. Hemos detectado que la esfera privada está más dispuesta ahora a llevar a cabo acciones que suplan las carencias del sistema. Es labor de todos apoyarlos para que sigan haciendo ese trabajo”.
El FEI celebra la consolidación de un nutrido grupo de aceleradoras e incubadoras, y la cada vez más extensa red de hubs y entornos de pruebas seguros a lo largo de todo el país, espacios imprescindibles para el testeo de los progresos deep tech antes de saltar al mercado.
Por otro lado, opinan que la innovación y la ciencia ocupan ahora un espacio mayor en la agenda política, y ensalzan la multiplicación de herramientas de apoyo; desde la innovación abierta a la compra pública de innovación. “La sociedad empieza a entender mejor y a reconocer el valor de la ciencia para dar un salto, no solo económico, en nuestra calidad de vida. Desde la parte pública es importante mantener ese impulso. La Ley de Startups es una buena respuesta para empezar, y un ejemplo de colaboración en su diseño”.
Obstáculos - Oportunidades
Entre las principales debilidades del sistema para el entorno deep tech, el foro cree que existe margen de mejora en el ajuste que se da entre los productos financieros y las verdaderas necesidades de estas empresas emergentes. “No tenemos apoyos de inversión privada que encajen con el deep tech, ni en riesgo, tiempo o entendimiento de sus peculiaridades. Es mejorable la adaptación de todo el ecosistema a las startups deep tech y sus demandas. Sabemos que aportan mucho valor al país. La contrapartida es que incluyen riesgo. Ayudémoslas”.
Otro asunto capital tiene que ver con el talento y las dificultades en su captación, una problemática compartida por todas las empresas de la economía de conocimiento. “Además, en el plano internacional hay que lidiar con la competencia feroz entre países por integrar soluciones deep tech. Todo ello sin olvidar la incertidumbre, las dudas regulatorias, cuestiones relacionadas con la soberanía tecnológica o la falta de suministros”.
El DAFO del Foro de Empresas Innovadoras aglutina 75 ideas para favorecer el impulso deep tech en España, pero se trata de un documento vivo, receptivo a toda aportación. En el foro piensan que, al margen de medidas concretas, es importante fomentar que el emprendimiento cale en niños y niñas a edades tempranas. También pone el acento en el rol de la gran empresa. “Las startups necesitan a las corporaciones de mayor tamaño. Sería interesante establecer nuevos mecanismos de vinculación entre grandes y pequeños”.