La realidad aumentada ha llegado a las clínicas dentales para acabar con el clásico miedo que sufren algunos de sus pacientes. Gracias a ella, estos pueden reducir su nivel de ansiedad o calmar sus nervios para que los odontólogos puedan ejercer bien su trabajo. Las gafas ICNOS es un ejemplo reciente de innovación en este campo. Entre las clínicas que ya cuentan con ellas está la madrileña AGVP, que cuenta con el certificado de calidad de la asociación Compromiso y Seguridad Dental, para apoyar los derechos de los pacientes y el buen tratamiento que estos reciben.
«Los pacientes agradecen esta experiencia que proporciona las gafas y la sensación de ir al dentista cambia por completo», explica a Innovaspain el doctor Juan Delgado, que lleva usando alrededor de medio año las gafas de realidad aumentada entre sus pacientes. Entre sus ventajas, el paciente puede navegar por las diversas opciones del software, ver videos, leer libros o visualizar las últimas novedades de Netflix, mientras el dentista realiza la intervención. «Ambas partes salimos beneficiadas, y aunque el paciente no se inhibe del todo del proceso, ayuda a que su visita al dentista no sea un suplicio», comenta Delgado.
Si durante el tratamiento el paciente siente la necesidad de comunicar algo al odontólogo, por ejemplo preguntar cuánto falta o si necesita una pausa, lo puede realizar a través de la app, conectada a un altavoz Bluetooth que emite mensajes predefinidos. «Es cierto que no todos los pacientes que vienen a nuestra clínica prueban las gafas, pero quienes las prueban siempre quieren repetir. Esto significa que cumplen bien su cometido».
LA DOMÓTICA SE ABRE PASO
Esta disciplina se va haciendo un pequeño hueco en las consultas dentales, ofreciendo a los pacientes una experiencia más tecnológica. «Podemos adecuar las luces en función de las necesidades, por ejemplo, para realizar un blanqueamiento dental podemos poner un ambiente boreal para que el paciente se sienta más relajado», destaca Delgado. Las técnicas de toma de impresión que se realizaban hace unos años se han sustituido por una toma de impresión digital evitando colocar las pastas que, para los pacientes, siempre tendían a ser desagradables, por el mal sabor y la sensación de angustia que producían. Gracias a la toma de impresión digital y a las nuevas técnicas radiográficas, los odontólogos pueden realizar la planificación de los tratamientos de una manera más precisa y predecible, como realizar diseños de sonrisa por ordenador pudiendo tener una aproximación del antes y el después del tratamiento, hasta planificar la posición tridimensional de un implante en el hueso o e incluso imprimir una férula quirúrgica mediante una impresora 3D con la posición preplanificada.