El trigo harinero es el cultivo más ampliamente difundido del mundo. Y ahora, un grupo internacional de investigadores con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha logrado secuenciar su genoma según ha publicado en la revista Science. Este trabajo se espera que sirva para facilitar la producción de variedades de trigo más adaptadas a los retos climáticos, con mayor rendimiento, mejor calidad nutricional y más sostenibles.
En la investigación han participado más de 200 científicos de 73 institutos de investigación en 20 países que, en el artículo, presentan el genoma de referencia de la variedad de trigo harinero Chinese Spring. Esta secuencia genómica ordenada de ADN para los 21 cromosomas del trigo constituye la de mayor calidad producida hasta la fecha para este cereal.
La investigadora del CSIC Pilar Hernández, ha explicado que “en este trabajo se ha analizado la distribución y el contexto genómico de elementos codificantes y no codificantes a lo largo de los 21 cromosomas del trigo”. Asi se ha conseguido “una cobertura del 94% del genoma, con 107.891 genes, lo cual ha permitido establecer un atlas de expresión génica del trigo y descubrir redes de genes que se expresan de manera coordinada en los diferentes tejidos y estadíos de desarrollo de este cereal”.
El trigo está considerado como un cultivo clave para la seguridad alimentaria, al ser el alimento básico de más de un tercio de la población mundial y suponer casi el 20% del total de calorías y proteínas consumidas por el ser humano. Constituye, por tanto, una fuente importante de vitaminas y minerales y para poder satisfacer la demanda futura de alimentos resulta necesario incrementar la producción de trigo en un 1,6% anual. Más aún cuando se estima que para 2050 la población mundial ascenderá hasta los 9.600 millones de habitantes.
Sin embargo, una mayor producción de trigo no pasa por dedicar nuevas tierras para su cultivo. Para preservar la biodiversidad, los recursos hídricos y el suelo, la mayor parte de este incremento debe lograrse con la mejora de las variedades y el manejo del cultivo en los terrenos ya dedicados a este fin. “Con la secuencia del genoma de referencia que se acaba de completar, los mejoradores del trigo tienen a su disposición nuevas herramientas para afrontar estos retos. Podrán identificar más rápidamente genes y elementos reguladores subyacentes a caracteres agronómicos complejos como la productividad, calidad del grano, resistencia a enfermedades y tolerancia a condiciones ambientales desfavorables, para producir variedades de trigo más sostenibles”, ha incidido Hernández.
MEJORAR LA INVESTIGACIÓN Y SUS APLICACIONES
Tal y como ha resaltado esta científica, “se han podido describir en detalle familias de genes muy complejas en trigo, ya que se han duplicado y expandido en esta especie, responsables de la adaptación al ambiente y de la calidad del trigo. Con este recurso comunitario se establecen las bases para acelerar la investigación en trigo y sus aplicaciones, a través del avance en el conocimiento de la biología del trigo y de la mejora facilitada por la genómica”. Asimismo, los investigadores creen que disponer de un genoma de referencia de gran calidad suponga una importante ayuda a la hora de mejorar el trigo, tal y como ya ocurrió con el maíz y el arroz cuando se publicaron sus secuencias de referencia.
Secuenciar el trigo harinero ha sido considerado, durante mucho tiempo, como una misión imposible dado su gran tamaño. De hecho, es cinco veces mayor que el genoma humano y presenta también una notable complejidad al poseer tres subgenomas y debido a que más del 85% del genoma está formado por elementos repetidos.