Investigadores de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), con la colaboración del Instituto Catalán de Paleontología Miquel Crusafont (ICP), han descubierto en Vallcebre (Barcelona) una impresión fósil, sobre la roca, de la superficie de la piel de un dinosaurio del Cretácico Superior. Se trata de un hallazgo único en Europa, ya que corresponde a una época muy cercana a la extinción de estos animales.
El hallazgo se ha producido en el transcurso de una investigación sobre el origen de unas rocas sedimentarias del Cretácico Superior, hace 66 millones de años. Se trata de las huellas que dejaron las escamas de un dinosaurio al apoyarse en el suelo, cuando la zona estaba formada por la ribera de un río. Posteriormente, los lodos que había entonces se cubrieron de arenas que petrificaron a lo largo de miles de años, para formar gres, la roca sedimentaria que preservó la forma de las huellas descubierta por los investigadores.
La importancia del hallazgo radica en la época de la que data la huella, el Cretácico Superior. Víctor Fondevilla, autor principal de la investigación, ha señalado que «se trata del único registro de la piel de dinosaurio de esta época en toda Europa, y corresponde a uno de los ejemplares más recientes». En este sentido, ha enfatizado que “el hecho de que sean huellas en la roca es una evidencia de que el animal es de la época del sedimento, uno de los últimos dinosaurios que vivió en el planeta”.
Hay pocas zonas en el mundo con rocas de esta época y caracterizar estos dinosaurios es muy importante para entender cómo y por qué desaparecieron. En este sentido, Fondevilla ha afirmado que «el registro fósil de la piel de los últimos dinosaurios es muy escaso, y sólo cuenta con algunos yacimientos de características similares en Estados Unidos y en Asia».