La pandemia ha resucitado el uso de plástico de un solo uso. El miedo al contagio ha provocado que materiales de usar y tirar, como guantes, mascarillas, envases o bolsas, resurgieran para proteger nuestra salud pero poniendo en riesgo la del medio ambiente, cuya celebración es este viernes. El lema adoptado por Naciones Unidas en esta edición es “La hora de la naturaleza”.
Hasta el 22 de mayo se distribuyeron a las comunidades autónomas y otros organismos más de 113 millones de mascarillas y más de 35 millones de guantes. Aunque esta situación es un retroceso en términos medioambientales “se trata de medidas extraordinarias en momentos difíciles”, opina María Dolores Cima, directora del Máster en Gestión Ambiental y Energética en las Organizaciones y miembro del grupo de investigación Industria, Energía y Sostenibilidad (InES) de la UNIR.
Para Dolores es imprescindible “buscar estrategias que nos hagan hacer una desescalada en el uso del plástico y no quedarnos en estas medidas como algo para siempre”. La experta celebra el anteproyecto de ley de residuos que el Consejo de Ministros aprobó este martes que prevé una recaudación anual de 724 millones sobre los envases. Esta medida recaudatoria insta a las empresas a buscar alternativas al uso de productos plásticos. El gran objetivo de esta ley es reducir un 15 % la generación de residuos del país en 2030 respecto a los niveles de 2010.
Pero más allá de esta iniciativa, para Dolores es necesario buscar otras alternativas a mediano y largo plazo. “Hay que fomentar el uso del ecodiseño a la hora de fabricar nuevos productos para sustituir el plástico. Existen productos alternativos para que esos productos no tengan que provenir del petróleo, como plásticos provenientes del maíz, que a la hora de incinerar no emiten gases tóxicos”, ha afirmado. Abandonar el plástico no será posible de la noche a la mañana pero “hay que intentar empezar a utilizar estrategias que nos permitan ser más independientes de él”, ha añadido.
La pandemia, que trajo consigo un descenso de los gases de efecto invernadero, nos ha dado una lección de que es posible tener un control sobre las emisiones, pero no es suficiente, según la experta. “No vamos a estar confinados. Tenemos que seguir tomando estrategias que nos permitan seguir en una mejora del medio ambiente como son las energías renovables”, ha apuntado.
Y ha señalado: “Lo mismo que estamos retomando la actividad económica, vamos a tener que retomar la actividad medioambiental”. Para ella, una recuperación económica que no se haga de espaldas al medio ambiente debe aplicar estrategias de economía circular y de ecodiseño, por mencionar algunas.
Asimismo, la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha reconocido que la crisis provocada por el COVID-19 nos pone delante la oportunidad de actuar, de no repetir los errores del pasado y “buscar una salida, una recuperación, que no suponga una hipoteca adicional para el presente ni el futuro”.
Ribera ha recordado que la pandemia ha obligado a posponer para 2021 “algunas de las citas ambientales más significativas de la comunidad internacional, base fundamental para lograr la cooperación en la respuesta a los grandes temas de la agenda global”. Entre otras, la cumbre de la biodiversidad (COP15) o la de cambio climático (COP26). “Esto es coyuntural. Lo importante es que ahora tenemos la oportunidad de aprovechar esa voluntad de recuperación para construir una sociedad distinta, un modelo económico diferente, un esquema en el que el respeto a los límites ambientales resulte fundamental”, ha señalado.
El Día Mundial del Medio Ambiente es la fecha más importante en el calendario oficial de las Naciones Unidas para fomentar la acción ambiental. Desde 1974, el 5 de junio se ha convertido en una plataforma global que reúne a Gobiernos, empresas, celebridades y ciudadanos en torno a un asunto ambiental apremiante. Cada año un país anfitrión diferente alberga las celebraciones oficiales del Día Mundial del Medio Ambiente. El anfitrión este año es Colombia, con el apoyo de Alemania.