El Instituto de Investigación Tecnológica (IIT) de la Universidad Pontificia Comillas ha elaborado el informe ‘La digitalización de las redes eléctricas de distribución en España’, publicado por Fundación Naturgy. En él, se insiste en la necesidad de que todos los agentes del sistema, desde empresas distribuidoras y consumidores, hasta agregadores de demanda y la generación distribuida, se impliquen en este proceso de transformación para contribuir de forma decidida a la descarbonización del sistema energético.
Tomás Gómez, profesor del IIT de la Universidad Pontificia Comillas y uno de los autores del estudio, ha sido el encargado de hablar en qué consiste el informe, así como de explicar en qué consiste esta digitalización de redes eléctricas de distribución.
“La motivación del informe –ha explicado– es claro: nos encontramos en un periodo de transición energética hacia la descarbonización y, además, la sociedad y la economía vive una transformación vertiginosa en el campo de la digitalización”.
Según él, desde el punto de vista de la digitalización es importante entender que no solo es una transformación de tecnologías, aparatos, equipos y comunicaciones, “sino que también implica una transformación importante a la hora de gestionar las propias empresas desde el punto de vista de los procesos, de planificar recursos futuros y, en el contexto general de lo que es la sociedad –pero también las propias empresas–, lo que llamamos la cultura digital”.
Luces y sombras en esta digitalización
Gómez ha indicado que una de las principales dificultades a las que se enfrenta la distribución eléctrica es su “extensión en comparación con otras infraestructuras eléctricas.” En este sentido, el informe destaca las diferencias entre las zonas rurales y urbanas: mientras en las primeras la conectividad puede ser escasa, en las urbanas, “a pesar de que típicamente disponen de una mejor conectividad, la red de distribución suele estar soterrada por lo que resulta difícil disponer de una cobertura inalámbrica”.
Por otro lado, el informe sostiene que los beneficios de esta digitalización para acelerar la transición energética son importantes, pero también son muchos los retos que representa este proceso. Gómez explica que “la digitalización de las redes de distribución no es sencilla: su extensión, la regulación, la madurez de la tecnología y la ciberseguridad, entre otros, son factores a tener en cuenta”.
“En principio –ha continuado–, la necesidad de transformar las redes eléctricas no es tanto en sí mismo una necesidad para transformar estas empresas de forma interna, sino que viene fundamentado porque estas empresas son el medio para conseguir la descarbonización, electrificación y descentralización de nuestro sistema energético”.
¿Cuáles son las mejoras digitales?
Para el profesor Gómez, desde el punto de vista de los equipos y las tecnologías, existe una amplia variedad. Se puede encontrar una clasificación y definición bastante exhaustiva, y también cómo la madurez tecnológica de estos equipos es muy desigual. “Hay equipos, como los medidores inteligentes que, afortunadamente, en nuestro país han pasado a una etapa de madurez total porque es un despliegue comercial prácticamente total”. De este modo, hay otros equipos, otras tecnologías como los gemelos digitales. Esto es algo que realmente, a nivel de redes eléctricas de distribución, todavía tiene un amplio desarrollo, sobre todo por la parte de las redes de baja tensión y los transformadores”.
En el marco de la digitalización, la ciberseguridad adquiere una relevancia muy especial, sin embargo, “aún queda camino por recorrer para establecer los mecanismos que permitan a las empresas de distribución y a los reguladores evaluar adecuadamente los riesgos asociados a la ciberseguridad, así como los costes y beneficios asociados de acometer acciones de mejora en este aspecto”, ha explicado.
La digitalización y los contadores inteligentes también juegan un papel clave en la implantación de las instalaciones de autoconsumo, tanto individuales como compartidas, y las comunidades energéticas previstas en la Directiva Europea. Y la gestión de los datos proporcionados por millones de medidores inteligentes tiene una gran importancia tanto en el mercado minorista, como para la eficiente gestión de las redes.