Informar en todo momento a padres, profesores y médicos sobre el estado de salud de los niños que sufren enfermedades crónicas como por ejemplo el asma. Ése es el objetivo del sistema que han desarrollado investigadores de la Universidad de Granada (UGR) y la Universitat Politècnica de València (UPV) y que monitoriza parámetros como la frecuencia cardíaca o la temperatura corporal, entre otros, gracias a un pequeño dispositivo portátil, conectado a un smartphone.
El sistema está controlado por un algoritmo inteligente que permite detectar de manera autónoma si un parámetro ha excedido un umbral, lo que podría implicar una emergencia. La conexión entre el dispositivo portátil y el teléfono se realiza mediante Bluetooth. En este sentido Jaime Lloret, uno de los científicos involucrados en esta investigación, ha señalado que el sistema fusiona y combina los datos procedentes de todos los sensores y equipo, la procesa y empaqueta, analizándola de manera conjunta para determinar si existe alguna situación que precise asistencia. “Esto permite obtener respuestas más fiables cuando se detecten situaciones de emergencia. Si advierte alguna anomalía, el sistema envía una alerta a los padres, maestros y médicos que estén a cargo de su cuidado”.
Una de las ventajas de esta tecnología es que ayuda a reducir el número de falsos positivos, por lo que aumenta la fiabilidad con respecto a los sistemas existentes. Además, ha incidido Lloret, “no está ligado a un fabricante, es decir, se puede emplear con cualquier teléfono, únicamente se requiere que el teléfono tenga bluetooth e instalar la aplicación desarrollada. Por ello, podría resultar más económico y al alcance de cualquier familia”.
Menos hospitalizaciones
Otro efecto colateral positivo de este nuevo sistema es que “se puede mejorar la atención médica y disminuir el número de hospitalizaciones de niños, cuando se produzcan episodios de estas enfermedades crónicas o acortar estancias hospitalarias, gracias a la rápida atención del niño”, ha apuntado la investigadora Sandra Sendra.