El cambio climático influye negativamente en la salud de las personas, especialmente en la de los colectivos más vulnerables, y exige una respuesta tanto individual como colectiva que dé como resultado una industria menos contaminante y energéticamente más sostenible. Éstas son algunas de las principales conclusiones del estudio “Cambio Climático y Salud” elaborado por DKV y ECODES, según el cual, a medidados de este siglo las olas de calor pueden causar 120.000 muertes anuales más de lo habitual en la UE si no se toman medidas urgentes.
Víctor Viñuales, director de ECODES, ha afirmado que “estamos ante un desafío como ningún otro de los que haya afrontado la humanidad” que necesita de un cambio “profundo y rápido” tanto a nivel personal o individual como en el ámbito industrial. Por eso “las empresas son imprescindibles y tienen que ser fuente de solución” para este problema porque sin ellas no ha salida posible, “es impensable” que no estén en la ecuación.
De hecho, y con los datos preliminares de 2015, el informe señala que las emisiones aumentaron hasta situarse en niveles de 1998 y que más del 70% de ellas se deben al consumo de energía, el 11% a procesos industriales y un 5% a los residuos. De hecho, calcula que de seguir a este ritmo, la temperatura de España podría aumentar 5 grados para el año 2050. Y en cuanto a los sectores más afectados por el cambio climático, el documento señala a la agricultura, con la producción olivarera, vitivinícola y cítrica a la cabeza, o el turismo, tanto el estival como el de nieve.
Sobre cómo afecta el cambio climático en nuestro día a día, Viñuales ha defendido que “no es posible tener buena salud en un planeta enfermo” y que ante esta situación “no se puede esperar más”. Una necesidad de acción inmediata ante la cual España no está respondiendo de la mejor manera. Nuestro país está “atrasado” en este aspecto, a pesar de que debería estar en la vanguardia, algo que, en su opinión, “no es razonable porque va a sufrir y está sufriendo mucho” más los efectos del Cambio Climático con respecto a otros países europeos que sí han tomado más medidas. Por ejemplo, nuestro país es uno de los que más olas de calor sufre cada año, y eso aumenta el riesgo de muerte entre un 10% y un 20%.
Los autores de este informe apuestan por medidas urgentes en nuestro país que reduzcan las emisiones. En concreto, piden una reforma fiscal progresiva con criterios ambientales que siga el principio de que quien contamina paga, un programa de eficiencia energética para edificios e industria que reduzca el consumo energético, un impulso decidido al coche eléctrico para descarbonizar el actual sistema de transporte o un programa “ambicioso” de “transición energética” que posibilite un sistema basado en energías renovables.
Por su parte Josep Santacreu, consejero delegado de DKV Seguros, ha destacado que existe una “urgencia histórica” ante la cual hay que “abrir un debate” porque podemos estar llegando, “si no hemos llegado ya, a un punto de no retorno”. Asimismo ha explicado la correlación que, según el estudio, existe entre el cambio climático y la salud, y cómo este fenómeno “tiene más efectos sobre las personas en situación de pobreza, las mujeres y los niños”, siendo la neumonía, el infarto cerebral y los problemas cardiovasculares las enfermedades relacionadas con el cambio climático que causan mayor número de muertes.
Movimientos migratorios
Ana Belén Sánchez, autora del estudio, ha incidido en que el objetivo del estudio ha sido no sólo “ahondar un poco más en cómo afecta el cambio climático en la salud”, sino también ir “un paso más allá y ver a quién afecta más”. En este sentido, el informe también apunta a las consecuencias que este fenómeno tendrá en el ámbito migratorio, no sólo como causante de “desplazamientos climáticos masivos” desde los países pobres, sino también dentro de los propios países desarrollados, donde algunas regiones podrían comenzar a despoblarse como efecto de la sequía y el aumento de la temperatura.