Cuando Noelia Novella dio la vuelta al mundo con su esposo y sus hijos, que aún eran unos bebés, tuvo un sabor agridulce. Durante el viaje se quedaron en pisos turísticos y notó de inmediato que la calidad de la limpieza no era la mejor. “Seamos modernos o no, todos crecemos con el estándar de limpieza de los hoteles”, dice al otro lado de la pantalla del ordenador en una videollamada con Innovaspain. Cuando culminó su travesía decidió crear una solución a un problema que aún no veía el mercado. Fue así como nació la startup Doinn.
La plataforma de Novella liga a los pisos turísticos con los servicios de limpieza especializados en esos alojamientos, el alquiler de la ropa de cama, el check-in y check-out y prepara el apartamento para que quede listo para el siguiente inquilino. Todo esto es posible gracias a la automatización, cada vez más necesaria para el sector de la hostelería. Estos conceptos hoy son conocidos por muchos. Pero cuando la empresa surgió, la CEO de Doinn notó mucha resistencia en las agencias de limpieza: “Yo recuerdo reuniones con empresas que orientaban todo en una pizarra”.
Poco a poco la tiza ha sido cambiada por el dedo índice que se arrastra sobre una pantalla táctil. Cuando la startup, que se inició en Portugal, comenzó a operar solo tenía un vínculo con 15 empresas y asistía a unos 50 pisos turísticos. Hoy están presentes en 600 ciudades de distintas partes del mundo. A Novella le emociona que por fin su empresa saltó el charco. La firma ahora tiene presencia en Estados Unidos, República Dominicana y México. El siguiente paso se dará en 2022 cuando la compañía aterrice en Asia. "Son mercados diferentes, cada uno con sus necesidades, pero nos gusta mucho estos desafíos", dice la empresaria.
Hace falta más pedagogía
Mucho ha pasado desde la fundación de Doinn. Sin embargo, Novella admite que aún falta un trecho por recorrer para que distintos sectores de la economía, como las agencias de limpieza, abracen la digitalización: “Al principio no se entendía el valor que traemos y ahora nos piden ser nuestros proveedores”. La CEO de la startup también apunta a la brecha generacional con un ejemplo muy personal: “Yo no sé si mi madre entiende ni un 10% de lo que hacemos”.
Novella no es una obsesa de la limpieza “pero sí de los procesos”. Por eso, no dejó que la pandemia mermara su devoción por la estructura. Imperturbable, la empresa mantuvo a la plantilla y sus fundadores pensaron en cómo mejorar y seguir con su expansión. “A nivel de ingresos ha sido terrible. Nuestro modelo de negocio está basado en comisiones. Pero, por otro lado, nos ha traído cosas positivas. Cuando comenzó la pandemia todo estábamos en 97 ciudades y ahora son 600”, argumenta.
