Tiene cinco años de vida y, aunque empezó como un proyecto personal, ahora trabajan en ella 13 personas. Se llama Dreamgenics y, según su CEO y fundador, Gonzalo Rodríguez, se trata de “una empresa bioinformática” dedicada a “interpretar los millones y millones de secuencias, los gigas o los teras de información que vienen codificados en un genoma para conseguir sacar de ellos la información que es relevante en cuanto a una enfermedad en un paciente”.
Rodríguez explica que su caso no es el del típico emprendedor que tiene que arriesgar su propio capital. Tras años en la Universidad de Oviedo “trabajando con genomas y aplicando la información genómica a distintas enfermedades humanas y otros organismos”, se lanzó y creó Dreamgenics gracias a la financiación recibida por la Fundación Botín y otras empresas.
En opinión de este emprendedor biotech, “los datos genómicos no dejan de ser letras y a esas letras hay que sacarles un significado o sentido a través de procesamientos informáticos muy complejos”. De esta forma, el fin último siempre pasa por “conseguir soluciones para los pacientes y el profesional clínico” a la hora de abordar enfermedades como la ceguera y la sordera hereditarias o el cáncer. De hecho, éstas son las principales líneas de negocio de Dreamgenics, junto con la de ofrecer sus servicios a terceros.
“Lo que nos diferencia es que tenemos test de ceguera y de sordera, que con la profundidad con la que lo hacemos nosotros no hay ninguna empresa que los haga” recalca Rodríguez. A su juicio, se trata de una acción muy importante, por ejemplo, a la hora de “evaluar la posibilidad de que de padres sordos o ciegos nazcan hijos sordos o ciegos”. Además, no se trata sólo de una cuestión predictiva, sino también de poder conocer las causas. Para ello, lo que hacen es “mirar 200 genes completos en el caso de cegueras y 300 genes en el caso de sorderas, que son todos los genes que están implicados en estas dos enfermedades y podemos ver cualquier mutación potencialmente patogénica, identificarla y relacionarla con un pronóstico diferencial o con terapias que podrían existir para estas enfermedades”.
Quimioterapia de precisión
Otra línea de actuación de Dreamgenics está relacionada con el cáncer no hereditario o somático. Tras recibir una muestra de la sangre o una biopsia del tumor, realizan un análisis genético en el que lo innovador es, además del número de genes estudiados, “la profundidad tanto técnica como científica y clínica con la que lo hacemos”. El objetivo, resalta Rodríguez, es “identificar para cada paciente sus mutaciones y los fármacos que le van a ser adecuados” de tal forma que se pueda diseñar una “quimioterapia de precisión”. Se trata de un campo “absolutamente nuevo”, especialmente en España, mientras que “en EEUU una de las primeras pruebas que te hacen cuando entras en un hospital con cáncer es este diagnóstico genético”.
Tal y como defiende el CEO de Dreamgenics, se trata de un acercamiento hacia una medicina de precisión, que deje de estar basada en hipótesis o casos previos, “sino que viendo las mutaciones que presenta un individuo con respecto a un genoma que denominamos normal o de referencia, puedes ver cómo esas variaciones pueden influir en el desarrollo de las distintas enfermedades genéticas”. Se trata de una tendencia con un más que prometedor futuro por delante. De hecho, si ahora se hacen en torno a centenas o miles de genomas al año, Gonzalo Rodríguez vaticina que en 4 o 5 años “estaremos haciendo del orden de millones de genomas al año y estos niveles de genomas nos darán información tanto de la enfermedad como de lo que son las situaciones normales de los distintos individuos”.