Investigadores del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) de Chile han puesto en vuelo un vehículo aéreo no tripulado con el fin de obtener imágenes que permitan determinar el grado de cobertura y la cantidad de agua requerida por el cultivo.
Forma parte del proyecto denominado Centro de Análisis para la Agricultura de Riego (CAPRA), liderados por el investigador Claudio Balbontín. Se trata de potenciar el uso de la teledetección en la agricultura y las potencialidades del uso de imágenes satelitales para el seguimiento de las necesidades de riego de los cultivos. Un salto tecnológico que podría cambiar para siempre la distribución de agua para riego e incluye el uso de drones para captar datos, algo inédito en la agricultura local.
Para poner en marcha los primeros vuelos se invitó a un investigador experto en la materia proveniente de España, Miguel Ángel Moreno, profesor del Centro Regional de Estudios del Agua (CREA), de la Universidad Castilla La Macha (UCLM). Durante su estancia en Chile, se ha reunido con el equipo del proyecto compuesto por el propio Balbontín, la especialista en Teledetección, Magali Odi Lara y el ingeniero Rodolfo Poblete, para analizar las colaboraciones científicas. Además, se han realizado vuelos con un dron sobre unas viñas de uva de mesa en Vicuña.
Mejor gestión
El vehículo aéreo tiene la capacidad de sobrevolar diferentes sectores del valle, registrando imágenes de manera automática con una cámara estática. Luego las fotos se procesan y, en base a ciertos parámetros, se analiza el desarrollo de la cubierta vegetal del cultivo y luego se definen las necesidades de riego.
El uso de estas herramientas de observación de la tierra es un avance significativo en el conocimiento y comprensión de la dinámica de las necesidades de riego de los cultivos, mejorando así la capacidad de gestión de los recursos hídricos, desde los profesionales que tienen que tomar decisiones sobre cuánta agua liberar en los embalses, hasta el agricultor que tiene que programar el riego de su campo.
Frente a la implementación de la teledetección en la región, Claudio Balbontín espera que se pueda incorporar estas técnicas de manera rutinaria en el análisis del territorio y de la superficie agrícola. “Es una herramienta muy potente de análisis, con un bajo costo, una adecuada frecuencia de registro y una gran capacidad de cobertura del territorio, ideal para el seguimiento de la dinámica de los cultivos en la región”, expresa el investigador.