«Hay un aumento de la digitalización en España en todos los sectores». El investigador del Ivie (Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas), Juan Fernández de Guevara, ha celebrado los datos del reciente informe La economía digital en España: avances y retos por regiones y sectores, presentado hoy en Málaga por la Fundación Cotec y el propio Ivie. El valor de la economía digital en España alcanzó los 163.900 millones de euros en 2021, lo que representa al menos un 15% del PIB nacional. Esta cifra muestra una tendencia creciente desde 2011, cuando suponía un mínimo del 10%.
El estudio permite cuantificar el valor de la economía que se apoya en la digitalización a partir de una metodología que incluye la elaboración de un banco de datos propio. De este modo, desarrolla una metodología enmarcada en los estándares de la Contabilidad Nacional, que permite aproximarse a la contribución al PIB de la economía digital en 21 sectores productivos, que cubren toda la economía en todas las comunidades autónomas.
No obstante, Fernández de Guevara opina que «es complicado medir el avance de la digitalización». En parte porque se trata de un fenómeno multidisciplinar. Por ello, los autores el informe subrayan que los resultados que se ofrecen deben entenderse «como una cuota mínima de digitalización». Además, calcula cómo se reparte el valor añadido que la digitalización genera entre las rentas del trabajo y las rentas del capital, al tiempo que analiza los efectos de la digitalización en España durante la pandemia de la pandemia.
Por ejemplo, entre las diferencias entre el trabajo y el capital, destaca que la penetración de la digitalización en el capital (equipamiento, infraestructuras, etc) ha sido superior a la experimentada en el trabajo. Entre 2011 y 2021, el capital digital pasó del 9% al 19% de sus rentas correspondientes, frente a la renta de los trabajadores digitales, que solo incrementó tres puntos porcentuales su participación en la renta del trabajo (10% en 2011, 13% en 2022). «El crecimiento no es compensado porque, aunque se haya avanzado mucho, aún estamos en el comienzo de la era digital», sostiene Fernández de Guevara.
Esto significa que la digitalización está avanzando fundamentalmente por la inversión en activos digitales (hardware, software y bases de datos, equipos de comunicaciones, I+D+i) más que por la transformación de la estructura de la mano de obra (hacia un mayor peso de trabajadores digitales y de su remuneración). «España tiene el enorme reto de seguir formando a los trabajadores en competencias digitales», apunta el investigador.
En el análisis por sectores destaca el peso en el PIB digital de información y comunicaciones, ya que aporta al menos un 19% del total, seguido de las actividades profesionales (18%), las administraciones públicas (defensa, educación y sanidad, con un 14%) y las actividades financieras y de seguros (12%). En el lado opuesto, los dos sectores con menor contribución a la economía digital son agricultura y pesca, además de industria de la madera, corcho, papel y artes gráficas.
Si se tiene en cuenta la intensidad digital, es decir, el peso que el Valor Añadido Bruto (VAB) digital tiene en el VAB de cada conjunto productivo, destaca sobre el resto de los sectores información y comunicaciones, que genera el 72% del VAB por lo digital. En el lado opuesto, se observa cómo en otros sectores importantes para la economía española, como la construcción o la hostelería, este porcentaje se sitúa muy por debajo, alrededor del 5%.
«España no se está digitalizando solo porque invierta en tecnología avanzada, software y equipos de telecomunicaciones. También porque hay un cambio de mentalidad. Pero en el mercado de trabajo tenemos que seguir dando pasos», reflexiona Eva Benages coautora del estudio junto a Fernández de Guevara.
Polarización digital
El estudio también detecta una importante polarización regional en la aportación a la economía digital española. Madrid (31%) y Cataluña (21%) concentran algo más de la mitad del valor de la digitalización del país, frente al 19% que aporta cada uno de estos territorios al PIB total de la economía española. Andalucía (10%), Comunidad Valenciana (8%) y País Vasco (6,5%) siguen a distancia a las dos regiones líderes en digitalización. Las últimas posiciones en cuanto al valor de su aportación a la digitalización las ocupan Ceuta y Melilla, La Rioja, Cantabria, Extremadura, Asturias y Navarra.
Madrid destaca también por la penetración de la digitalización en su estructura productiva, ya que el 24% de la renta generada en la región es digital. También destacan Cataluña y País Vasco (17% y 16%, respectivamente), mientras que el resto de las regiones se sitúa por debajo de la media del país. El papel central de estas tres regiones líderes marca las diferencias en términos de digitalización, muy concentrada en estos tres polos. Además, no se constata que las regiones estén convergiendo en la intensidad con la que penetra la digitalización. «Es importante ir descentralizando el avance de la digitalización. Es bueno que Madrid y Barcelona vayan liderando la carrera, pero hay que impulsar al resto de regiones», concluye Fernández de Guevara.