Durante 30 meses, el lago de la Albufera (Valencia) ha sido sometido a largos análisis y estudios realizados por un grupo de expertos que quiere proteger y promover los recursos naturales y culturales de varios espacios protegidos en el Mediterráneo. Se trata de EcoSustain, un proyecto financiado por la Comisión Europea en el que participan diez socios –uno español, Fundación Global Nature– de cinco países. Así, además del trabajo en el Parque Natural de la Albufera, se han analizado datos en otros parques de los países involucrados: Una (Bosnia), Krka (Croacia), Karla (Grecia) y el río Mincio (Italia).
El técnico de Global Nature, y uno de los responsables del proyecto, Antonio Guillem, asegura que “es la primera vez que tenemos tanta información y de tanta calidad. Podemos conocer cuánto volumen de agua es necesario aportar a un humedal a lo largo de un año o tener conocimiento a tiempo real de una situación de alerta, como la caída de oxígeno continuada durante varios días o el aumento de algas tóxicas para la biodiversidad del lago. Los resultados tienen un gran potencial para su transferencia y detalla que una parte del proyecto se ha dedicado a la difusión y a la formación del personal en estos sistemas”.
Y es que el objetivo de EcoSustain es, según sus propios estatutos, “probar dos métodos de medición en continuo de la calidad del agua para determinar qué factores alteran sus concentraciones y poder facilitar la toma de decisiones en los diferentes casos”. Lo que se pretende es que esta medición permita la toma de decisiones en cuanto a la calidad del agua, como puede pasar en casas de catástrofes, “donde se podrá tener disponible información detallada en tiempo real”.
El trabajo de EcoSustain en la Albufera
El proyecto ha utilizado en la Albufera boyas de medición a tiempo real que, como aseguran desde la Fundación Global Nature, han permitido conseguir una colección de datos en serie “hasta el momento imposibles por el elevado coste que supondrían analizar 24 muestras de agua al día de ocho variables en el laboratorio”. Así, el sistema de monitoreo utilizado, de última generación, ha permitido analizar el agua una vez por hora.
En solo este tiempo se puede recoger datos sobre la temperatura, pH, conductividad, concentración de oxígeno disuelto, concentración de nitratos, turbidez ficocianina y clorofila a. Y todo eso solo a corto plazo. A largo, han podido monitorear por satélite de indicadores ambientales, a través de técnicas de observación de la Tierra y el procesamiento de imágenes satelitales. En concreto, todos estos estudios en la Albufera han permitido conocer los cambios en la calidad del agua a lo largo del año, como el posible efecto del efluente del Tancat de la Pipa, que vierte continuamente aguas limpias al lago.