¿Qué pasaría si, a partir de 2024, se dejara de reciclar vidrio? ¿Cuál sería el futuro del planeta? Ecovidrio se ha preguntado eso y para obtener respuestas ha consultado a la inteligencia artificial de Microsoft, Copilot, y ha encontrado varias cuestiones interesantes, además de poner sus propias certezas en pie. Y es que, aunque la inteligencia artificial puede ofrecer una guía de las posibles consecuencias ambientales, “es fundamental contrastar la información con fuentes fiables”, señalan desde la organización.
Según la información proporcionada por Ecovidrio, la inteligencia artificial cree que, en primer lugar, “dejar de reciclar vidrio supondría una sobreexplotación de las materias primas”. La organización sin ánimo de lucro cuenta que, aunque las materias primas con las que se fabrica el vidrio son abundantes, la explotación intensiva y no regulada puede llevar a una escasez local de este recurso y graves problemas medioambientales. “En algunas regiones ya se han observado problemas relacionados con la sobreexplotación de arena”. Así que dicha sobreexplotación de las materias primas, según la IA, “conduciría a una escasez de recursos naturales”.
Por otro lado, la inteligencia artificial recuerda que “la falta de reciclaje de vidrio conllevaría un crecimiento de los vertederos”. Si no se recicla, apuntan, todo el vidrio desechado acabaría en los vertederos, aumentando considerablemente su volumen. Y es que los vertederos tienen una capacidad limitada; sin reciclaje, la vida útil de estos sitios se reduciría drásticamente, llevando a la necesidad de abrir nuevos vertederos con mayor frecuencia. “La acumulación de envases de vidrio no reciclados en vertederos puede ser peligrosa para la salud humana debido a las enfermedades que surgen a raíz de la contaminación”.
Y no sólo para la salud humana ya que en cuanto a la flora de nuestro planeta, “la acumulación de envases de vidrio no reciclados contaminaría el suelo y esto podría afectar a la biodiversidad de los espacios naturales”.
Por último, Copilot asegura que el reciclaje de vidrio “tiene un impacto positivo en cuanto al ahorro de energía”. Algo que Ecovidrio matiza con datos concretos. Según la organización, “con el reciclaje se consigue un ahorro del 38% de energía en la fabricación de nuevos envases, que pueden incluir hasta un 90% de calcín (vidrio reciclado). En cifras, los 713.000 MWh de energía que se ahorraron el año pasado son el equivalente al consumo eléctrico de todos los hospitales de España durante 2 meses”.
¿Cuánto hay de real?
Desde Ecovidrio recuerdan que el vidrio se fabrica a partir de materias primas naturales como arena de sílice, carbonato de sodio y piedra caliza. Por lo que, si se deja de reciclar, aumentará la demanda de estas materias primas para producir vidrio nuevo.
Así, a medida que las fuentes de materias primas se vuelven más difíciles de obtener o más costosas de explotar, pueden surgir regulaciones más estrictas y conflictos sobre el uso de la tierra y los recursos. «Por eso, la falta de recursos naturales para la producción de vidrio, podría derivar en otros problemas medioambientales e incluso económico-sociales por el impacto de las tensiones geopolíticas a causa de su escasez”.
Las certezas de la organización
Tras las respuestas de Copilot están las certezas de Ecovidrio. Los datos “verídicos” ofrecidos por la organización demuestran que, gracias a esta práctica se consiguen paliar todas las consecuencias negativas presagiadas por la inteligencia artificial.
“El reciclaje de envases de vidrio contribuye a la lucha contra el cambio climático. Por ejemplo, el uso de vidrio reciclado para fabricar nuevos envases puede ahorrar un 53% de emisiones de CO2. Esto se debe a que el vidrio reciclado funde a menor temperatura de la que necesitarían la arena, sosa y caliza en el horno”, explican.
Del mismo modo, se evitan emisiones asociadas a la extracción y el transporte que sería necesario para extraer las materias primas de la naturaleza. “Sólo el año pasado -continúan- con todo el vidrio recuperado en nuestro país se evitó la emisión a la atmósfera de 579.000 toneladas de CO2, equivalente a dar la vuelta al mundo en avión por el ecuador de la Tierra 147 veces”.
Para finalizar, en Ecovidrio afirman que el uso de vidrio reciclado evita la erosión de los suelos y la extracción de arenas de la naturaleza. Y como se recicla al 100%, se puede “reintroducir” en el proceso productivo como materia prima secundaria. «Gracias al trabajo del último año se ha conseguido evitar la extracción de 1.100.000 toneladas de materias primas, 4 veces el peso del Empire State”.
Más inteligencia artificial
El último proyecto de Ecovidrio con la inteligencia artificial no esta prueba sobre el futuro del planeta. Es Aràn, el primer avatar virtual creado por Inteligencia Artificial para promover el reciclaje de vidrio y la sostenibilidad.
Básicamente, se trata de una personalidad digital para, principalmente desde las redes sociales de la organización, concienciar de la necesidad de “conectar con el mundo en el que vivimos y alentarnos a poner nuestro granito de arena en la lucha por la conservación de la biodiversidad, la contención del cambio climático o la correcta gestión de los residuos, entre otros”, como indica en su manifiesto.
Asimismo, se encargará también de desmentir todos los falsos mitos que existen actualmente en torno al reciclaje de vidrio, además de explicar a los usuarios cómo se realizan la recogida los camiones o cómo funcionan las plantas de reciclaje, entre otras cuestiones.