El aumento de la digitalización en empresas y hogares ha supuesto un incremento de los delitos de fraude cibernético hasta representar un 25 % de las denuncias presentadas en las comisarías españolas. La filtración masiva de datos (la más reciente, 533 millones de contraseñas de Facebook) o la usurpación de la identidad virtual, son tan habituales que han dejado de ser noticia. Empresas y administraciones tratan de revertir esta dinámica con nuevas herramientas. Fundada en 2017 como una joint venture entre BBVA y das-Nano, la compañía navarra Veridas se ha posicionado como un líder global en el desarrollo de tecnologías de verificación de la identidad digital a través del reconocimiento facial y de voz.
“Nuestro objetivo es poder reconocer a las personas en los entornos digitales igual que los hemos hecho en el mundo físico desde hace cientos de años: por su cara, su voz y, si no nos ‘conocemos’ previamente, mediante un documento de identidad”, explica a Innovaspain Eduardo Azanza, cofundador y CEO de Veridas. En el caso de la voz, la compañía acaba de anunciar que ha elevado la precisión de su tecnología hasta el 99 %, minimizando el tiempo de reconocimiento e incluso detectando un posible fraude en fragmentos de voz programados.
Inteligencia Artificial
La empresa echó a andar en un momento clave para la posterior evolución de estas tecnologías. Además de “sudar mucho”, Azanza recuerda cómo en 2012-2013 Veridas apostó de forma pionera por desarrollar sistemas de reconocimiento de voz de la mano de la inteligencia artificial. “Entonces nadie hablaba de motores de identificación biométrica basados en redes neuronales profundas, construidas y entrenadas para distinguir voces. La inteligencia artificial nos ha permitido ganar precisión y velocidad”. Los algoritmos de verificación biométrica de Veridas distinguen voces al margen de lo que digan (sin necesidad de repertirlo), del idioma en que lo hagan y en tan solo tres segundos.
Esta rapidez es fundamental para agilizar procesos y optimizar determinados costes de forma segura. Deutsche Telekom confió en Veridas para mejorar toda su plataforma de servicios, tanto el call center como la funcionalidad de Magento, su asistente de voz propio. “En el call center les ahorramos miles de horas al identificar al cliente con su voz. En el ámbito familiar, aseguramos que quien hace una compra o elige una película concreta para ver no sea un menor”.
Desde hace unos días, los clientes de BBVA México pueden cobrar su pensión sin necesidad de desplazarse a la sucursal física gracias a Veridas. “Bastará una llamada automática. Impedimos fraudes al garantizar que el pensionista sigue con vida y evitamos que la gente mayor se mueva innecesariamente en tiempos de pandemia”, detalla Eduardo Azanza.
Madurez tecnológica
Estos avances encajan en casi todos los sectores, algunos de especial actualidad, como el energético, donde las eléctricas están recibiendo un aluvión de llamadas de sus clientes, interesados en las características de la nueva factura de la luz. “Son millones los usuarios a los podrían identificar en sólo tres segundos para explicarles su situación concreta”. Actualmente, Veridas posibilita que los clientes de una gasista alemana lean personalmente sus contadores a través de una app y el uso de la voz.
La evolución de las tecnologías implicadas provoca que el momento sea efervescente. “Los servicios que prestamos no eran posibles hace 4-5 años. La tecnología no estaba madura. Ahora el contexto nos hace ser optimistas. Vamos a entrar en contacto con todas las industrias”, afirma Eduardo Azanza.
Certificada en EEUU
La biometría precisaba además de apuestas que perfeccionaran cuestiones de seguridad y privacidad. En Estados Unidos, un debate candente tiene que ver con las dudas éticas provocadas por los sesgos -raciales o de género- de los sistemas de reconocimiento facial de Amazon, IBM o Microsoft, que de momento han dejado en stand by sus desarrollos.
Además de cumplir las normativas (como la RGPD), el software, desarrollado al 100 % por Veridas, está avalado por la certificación del NIST (National Institute of Standards and Technology, organismo independiente de EEUU). Es la única empresa de biometría del mundo presente en las evaluaciones de verificación facial (1:1), identificación (1:N) y reconocimiento de voz. La compañía también cumple con las exigencias de la ISO 30.107 iBeta Level 1 PAD, entre otras.
Administración, empresa y usuarios
“Todo el mundo habla de transformación digital, pero la primera barrera que hay que sortear es la de la confianza. Nuestra biometría permite pasar de la presunción a la certeza”, asegura Eduardo Azanza. En este camino, el CEO de Veridas considera que la Administración Pública -Banco de España, Seguridad Social- está dando pasos hacia adelante autorizando trámites y operaciones a través de la identificación digital. En el apartado empresarial, el directivo cree que la llegada del teletrabajo obliga a diseñar mecanismos de gestión que regulen los nuevos modelos laborales. “Saber quién está trabajando, para quién y dónde. Contamos con herramientas capaces de ayudar en esta transición”.
Por otro lado, a nivel usuario, las decenas de ingenieros de Veridas se esfuerzan para que podamos reservar una habitación de hotel, alquilar un coche o abrir una cuenta corriente con tecnología biométrica. Adicionalmente, parte de su actividad se tiene una función social. Y es que, casi el 20% de los jóvenes españoles de 14 años han apostado dinero en un salón de juego. La empresa evita que los menores accedan a estos juegos en Internet. “Es una cuestión de trabajo, talento y tecnología”, sintetiza Eduardo Azanza.
“Los ingenieros españoles están a la altura de los mejores del mundo”
Veridas tiene un equipo desplegado en San Francisco. “Abrimos mercado allí porque consideran que nuestra tecnología facial y de voz es una de las mejores del mundo. Son disruptivos, pero en España y en Europa también se están haciendo bien las cosas. Nuestros ingenieros y doctores están a la altura de los mejores”, dice Azanza.
En la parte del debe, el directivo sí echa de menos en la Unión Europea “más hambre y facilidad” para hacer y crear. “Atesoramos otras características importantes, sobre todo desde el punto de vista ético, pero por ello no deberíamos ser más lentos y restrictivos. Debemos contar con un marco que permita a las compañías florecer y desarrollarse. No olvidemos que la riqueza de un país y la calidad de los servicios públicos empieza en sus empresas, generadoras de empleo y por tanto de nuevos contribuyentes. A veces cuesta entender que ese es el principio del progreso”.
Pese a todo, Eduardo Azanza opina que, en España, nos fustigamos demasiado. “Somos un país seguro, con una buena sanidad y una educación de calidad (aunque mejorable en puntos como la exigencia)”. En el apartado digital, el cofundador de Veridas percibe que el nivel general es más que aceptable.
La compañía contribuye a fomentar la educación en el terreno tecnológico. Desde hace dos años lleva la inteligencia artificial y la creación de software a los colegios con la iniciativa ‘Albañiles Digitales’. El objetivo es dotar de nuevas competencias a los jóvenes; capacidades que garanticen una mayor empleabilidad en un tiempo decisivo. “La digitalización es un vehículo espectacular para lograr el cambio en el país. Construir software solo requiere materia gris y un poco de inversión”, concluye Azanza.