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Eduardo M. Molina, cofundador y CEO de SimCosmetic Biotech: “Nuestro producto o paquete de venta final es un proyecto de I+D”

SimCosmetic Biotech

Han pasado tres años desde que innoHealth Group surgiera como idea empresarial con el objetivo de “aportar al mercado herramientas innovadoras, pioneras y disruptivas en el campo de la dermatología y cosmética”. Ahora, este proyecto se ha transformado en una realidad asentada en el sector biotech español y está presente en el  Parque Científico de Madrid. Dentro de innoHealth Group destaca su unidad especializada en dermocosmética llamada SimCosmetic Biotech dedicada “única y exclusivamente a ofrecer las plataformas y productos resultantes de ellas a aplicaciones relacionadas con la belleza”.

¿Cómo lo hacen? Gracias a unas plataformas bioinformáticas que combinan técnicas in vitro (experimentales) e in silico (informáticas) y a un grupo interdisciplinar de expertos científicos con “conocimientos de inmunología, biofísica, inteligencia artificial e informática”. Eduardo M. Molina, cofundador y CEO de SimCosmetic Biotech, ha relatado en qué consiste el trabajo de esta empresa y cuáles son sus próximos retos.

Compagináis la biotecnología con productos naturales. ¿Cómo lo hacéis y qué obtenéis como resultado, cómo son los productos?

Nuestra empresa trabaja exclusivamente con productos naturales y aprobados para su uso tópico (códigos INCI, EcoCert…), que se obtienen de los acuerdos con las principales casas del sector. Así, la empresa recepciona dichos ingredientes y los caracteriza mediante técnicas in vitro. Gracias a esto la empresa está generando una amplia librería de extractos naturales con los que poder combinar para crear nuevos activos dermatológicos y/o cosméticos con efectos sinérgicos y por ello con mayor actividad sobre dianas específicas seleccionadas.

Para desarrollar vuestra labor, distribuís el trabajo en tres plataformas. ¿Qué hace cada una?

La empresa recibe los ingredientes y los testa en la plataforma SimDerma, que se trata de una plataforma de análisis in vitro de la actividad biológica de ingredientes y compuestos bioactivos que incluye 30 dianas celulares y moleculares de alto interés en dermatología y dermocosmética. De hecho, debido a este atractivo también se está ofertando como servicio a empresas del sector. Una vez que los compuestos se han caracterizado, toda la información biológica se vuelca en INCOS (INgredients COmbinatorial System), una herramienta de gestión informática que sirve para el diseño automático de tratamientos para condiciones patológicas específicas de la piel. Así toma toda la información analizada por SimDerma y gracias a la implementación de un motor de búsqueda (un algoritmo evolutivo) encuentra combinaciones sinérgicas de ingredientes activas frente al mayor número posible de dianas asociadas a la condición patológica a tratar.

Finalmente, estamos desarrollando una tercera plataforma bioinformática llamada SkinSim (software) que podrá simular la estructura de la piel, prediciendo su comportamiento frente a agresiones externas  y su respuesta a moléculas terapéuticas. Será una gran innovación pues no existe ningún modelo artificial informático que permita actualmente este tipo de predicciones. Además será un paso intermedio entre los ensayos in vitro y las pruebas clínicas, debido a la prohibición en animales de experimentación.

Es decir, que SimCosmetic aplica la innovación a todos los niveles, también a la tecnología pura y dura, en la informática…

Sí, INCOS emplea un algoritmo evolutivo para la búsqueda de combinaciones sinérgicas de ingredientes y SkinSim, que se construye sobre una gran base de conocimiento para la caracterización. Precisa del comportamiento de la piel complementado por datos experimentales y se compone de tres soluciones que se integran en el workbench.

Primero está SkinSim core. Es el núcleo controlador del sistema de simulación de tejido biológico, con capacidad de emular el comportamiento de la piel y consta de 3 componentes: un simulador de comportamiento social de células dérmicas, un motor de física y un controlador de repuesta celular.

Después hay un terminal de controlador metabólico. Permitirá implementar las rutas funcionales y redes regulatorias que permiten el funcionamiento del tercer componente, que es un sistema de monitorización de biomarcadores/dianas en tiempo real.

Este tercer elemento peermitirá identificar cambios estadísticamente significativos en los biomarcadores en condiciones determinadas y que sean susceptibles de emplear bien como modelo experimental de dicha condición o bien como potencial diana terapéutica.

Habláis también de que ofrecéis una alternativa al desarrollo clásico de ingredientes activos. ¿En qué consiste esta diferenciación con respecto a la competencia en el sector?

En general, las empresas y laboratorios fabricantes de productos para el cuidado de la piel formulan sus activos de forma empírica, esto significa que utilizan ingredientes sobradamente conocidos y basándose en evidencias científicas previas, los combinan aleatoriamente hasta conseguir el efecto deseado. Si tenemos en cuenta que existen más de 10.000 ingredientes aprobados para su uso tópico en el mercado, encontramos que existen infinitas posibilidades de combinaciones posibles. Por lo tanto, con la penetración de la tecnología SimDerma-INCOS en el mercado, conseguimos dos cosas. Por un lado, optimizar el tiempo y coste en la formulación de nuevos activos (debido a la caracterización previa de los ingredientes y al algoritmo de INCOS), reduciendo la progresión exponencial de la relación número de ingredientes/posibilidades de combinación. Y por el otro, se obtienen productos científicamente más eficaces frente a las aplicaciones para las que se diseñan.

SkinSim
Foto del simulador de piel SkinSim, emulando una curación de heridas

Empleáis un simulador de piel en 3d para saber cómo va a reaccionar ante vuestros productos… ¿No los testáis de otra forma antes de comercializarlos?

El simulador de piel SkinSim está aún en fase de desarrollo (existe un prototipo) y cuando esté totalmente funcional servirá para testar cualquier activo o producto, nuestro o de otras empresas y predecir el comportamiento de la piel frente a éstos. También podrá parametrizar como palia o revierte una patología o condición de la piel específica.

Nuestros productos, que son combinaciones de otros activos de otras empresas pero para los que se han encontrado efectos sinérgicos en combinación, son testados de nuevo frente a las 30 dianas experimentales incluidas en la plataforma SimDerma. Digo de nuevo porque todos y cada uno de ellos ya fueron testados de forma individualizada en ésta y ahora se testaría si en combinación tienen mayor efecto sobre las dianas de la plataforma (sinergia).

¿Qué tipo de productos comercializáis y dónde se pueden adquirir?

Nosotros nos dedicamos a investigar las actividades de los ingredientes naturales que existen en el mercado para uso tópico y sus posibles sinergias sobre determinadas dianas cuando mezclamos varios de ellos. Por lo tanto, nuestro producto o paquete de venta final es un proyecto de I+D. Facilitamos al cliente un dossier científico con una combinación de X ingredientes a X porcentaje cada uno, que mezclados muestran mayor actividad en determinadas dianas y que puede ser traducido a una aplicación específica como blanqueamiento, pieles atópicas, anti-edad, etc. Los proyectos pueden ser hechos a medida o bien, pueden ser productos de la empresa ya en cartera que son licenciados.

Por lo tanto se puede resumir en que nuestros activos son mezclas de activos con actividades sinérgicas y que son indicados para dosis de entre 1-5% en la fórmula del producto final que podemos adquirir como consumidores.

¿En qué proyectos estáis trabajando actualmente?

Actualmente estamos inmersos en el proyecto financiado por Europa y España para conseguir un tratamiento eficaz para la Radiodermatitis o Dermatitis por radiación, que es la inducida por la radioterapia y para lo que actualmente no existen productos completamente eficaces y bien documentados científicamente. Los outputs de este proyecto servirán para mejorar nuestra tecnología y para aplicarlo o extrapolarlo a otras patologías como psoriasis, dermatitis atópica, etc.

¿Y cuáles son vuestros próximos retos?

Nuestro reto actual y futuro es conseguir desarrollar un modelo de piel artificial que funcione correctamente y se asemeje lo más posible a la realidad.