#LeyStartups

En colaboración con
LeyStartups

Ego Genomics: el rigor científico llega a los test genéticos para adelantarse al colesterol o la diabetes

La biotecnóloga Laura Clavaín es una de las fundadoras de la empresa salmantina
laura clavaín ego genomics genética biotecnología

Laura Clavaín, cofundadora e investigadora en EGO Genomics, estudió biotectología en la Universidad de Cádiz. Dos masters después (en señalización y en bioinformática), la ‘poseyó’ el espíritu emprendedor. “Tres de los cuatro socios de la empresa hacíamos la tesis en Salamanca, en el Centro de Investigación del Cáncer, un organismo mixto del CSIC y la USAL. Observamos que los test genéticos carecían de la componente científica y nosotros podíamos aportarla”, explica Clavaín a este periódico

Con el empuje de la propia universidad, arrancaron el proyecto. “Inicialmente nos dedicamos solo al análisis genético. A estudiar los marcadores a partir de una muestra de saliva y a profundizar en cómo el ADN enseña la predisposición de cada uno de nosotros a una serie de enfermedades”. Además, en aquellos primeros pasos ya eran capaces de indicar en sus informes la manera en la que metabolizamos los alimentos o “cosas quizá de carácter más lúdico”, como el análisis del ancestro, remontándose hasta 10.000 años atrás para darnos información de nuestros parientes más antiguos. 

Análisis bioinformáticos

“Buscábamos los marcadores, los analizábamos e indicábamos la predisposición a patologías previsibles -del tipo hipercolesterolemia o hiperglucemia- y una serie de recomendaciones y buenos hábitos”, detalla Laura Clavaín. Después de tres años “en los que no pudimos dedicarle el tiempo necesario”, el equipo de EGO Genomics cambió el rumbo. “Es muy difícil competir con empresas de EEUU que venden test genéticos en Amazon. Aunque el nuestro incorpora ciencia, no es fácil convencer a la gente de que se gaste 300 euros en lugar de 70”. 

“Cuando nos lanzamos con la empresa, fue porque el análisis genético con rigor científico no se había aproximado a la sociedad de manera generalizada”, señala la experta. “La genética es aplicada para el abordaje del cáncer o de enfermedades raras. Ha llegado a la sanidad pública. Sim embargo, su empleo no es tan común en la prevención de enfermedades desde una óptica personalizada”. 

Optaron por abrir una nueva vía de negocio que actualmente es su principal fuente de ingresos: los análisis bioinformáticos. “Muchos laboratorios de innovación no están preparados para analizar datos masivos ni pueden acceder a personal cualificado en bioinformática. En EGO Genomics nos ocupamos de esa parte, ya que analizamos los datos y les damos los resultados. De este modo, facilitamos su trabajo -por ejemplo en la secuenciación de ADN o ARN- en todo el proceso: desde la experimentación hasta la publicación de resultados”. 

Formación y disrupción

A raíz de este giro estratégico, en EGO Genomics se propusieron ir también al origen de la problemática que afectaba a muchos de sus clientes. “Empezamos a impartir formación en bioinformática. Existen varios masters, pero exigen dedicarles un año entero. Nuestro curso trata de eliminar el aprendizaje profundo, pero dota al alumnado del conocimiento suficiente para llevar a cabo análisis genéticos a partir de determinados datos”. 

Clavaín incide en el valor científico de sus aportaciones. “Los marcadores que usamos se basan en estudios de grupos científicos de todo el mundo. Buscar marcadores es una ardua tarea. Para ello hay que trabajar con dos grupos: uno de control y otro afectado por la enfermedad a estudiar. Después, comparamos el ADN de uno y otro grupo. Sucede que son muchas las variantes del ADN; no todas están implicadas en la enfermedad. La clave es averiguar cuáles son aquellas que tienen verdadero peso en el desarrollo de una patología”. 

En ese punto entra en escena la tecnología. “Es increíble lo que podemos lograr gracias al poder de computación de los ordenadores actuales; las técnicas de secuenciación genética se han democratizado. En la búsqueda de marcadores, el machine Learning evita que tengamos que mirar una a una cada variante, ya que es capaz de hacer una primera criba fundamental sobre la que centrar las hipótesis”. 

Cuando trabajan con clientes individuales, Laura Clavaín recuerda que, una vez hecho el análisis,  mantienen reuniones con cada uno de ellos para explicarles el informe completo. “Se sorprenden mucho. Alguno nos dice que parecemos futurólogos, y de algún modo así es. La diabetes o la hipercolesterolemia están escritas en nuestros genes. Hay mucho trabajo divulgativo por hacer para que realmente calen este tipo de servicios que pueden aportarnos información muy valiosa”. 

Una especialidad necesaria

A orquestar todo este conocimiento “ayudaría la creación de la especialidad en genética”. Clavaín es rotunda: “Los médicos no creen lo suficiente en la genética porque no han recibido una buena formación en este área durante la carrera. Entiendo cierta mirada en los que se graduaron hace 30 años, pero los médicos actuales siguen sin conocer este campo, que solo es tenido en cuenta en oncología. Habría que considerar la genética al mismo nivel en otras muchas patologías que empeoran la calidad de vida de las personas. La especialidad es necesaria para incorporar, ordenar y transmitir el nuevo conocimiento”. 

La emprendedora admite que ha llegado la hora de que EGO Genomics crezca. “Es la parte más compleja, la que da más miedo. Ser muy científicos nos ha costado más de un disgusto. Poco a poco, adoptamos la visión del entorno empresarial. Nos estamos preparando para escalar”. Por otro lado, Clavaín Indica que les funciona bien el boca a boca. “Significa que el cliente queda contento. Pero la bola es cada vez más grande. Llegará un momento en el que solos no podamos con ella. Nos toca expandirnos y generar empleo, algo que nos ilusiona”. 

EGO Genomics cuenta con el soporte de ENISA. La Empresa Nacional de Innovación se ha ocupado de que la compañía se certifique como Empresa Emergente. “ENISA es un ‘aval’ para nosotros y nos aporta la credibilidad que necesitamos a la hora de presentarnos ante terceros, ya sean particulares o grandes empresas. Su respaldo nos abre muchas puertas a todos los niveles”. 

Especiales