El Cantero de Letur: lácteos ecológicos y compromiso social en la Sierra del Segura para hacer realidad el sueño de Paco Cuervo

Juan F. Calero

La empresa, que nació con la idea de hacer prosperar el entorno del municipio albaceteño de Letur, se ha convertido en una referencia de la producción ecológica europea

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“¿Qué intento hacer? Crear una pequeña empresa agrícola y ganadera que transforme su producto básico –la leche- en queso. El objetivo principal de esta pequeña empresa no es el de ganar dinero. La buena rentabilidad de esta empresa es una condición ineludible para su mantenimiento y desarrollo, pero no es el objetivo principal. Este es el de crear vida y trabajo, de modo que la salud, tanto de las tierras como de los animales, y de las personas que trabajan en ella, y de las que consuman sus productos se vea favorecida.”

Con estas notas dirigidas a sus amigos en 1989, Francisco Cuervo sentaba las bases de El Cantero de Letur, un espíritu que la empresa especializada en lácteos ecológicos, hoy mucho más que una fábrica de quesos, ha sabido respetar. “Todo empezó casi por casualidad. Nos asentamos en Letur (Albacete, Sierra del Segura) porque destinaron aquí a mi madre como maestra. Mi padre no estaba ni de lejos ligado al mundo de la empresa”, explica a Innovaspain Pablo Cuervo, que lleva 23 años al frente de la compañía.

Todo cambia cuando Francisco Cuervo recibe una herencia. “Su mentalidad le hacía pensar que aquel dinero, llovido del cielo, no le correspondía solo a él y había que ponerlo al servicio de la gente”. Así fue como, cuando nadie hablaba de sostenibilidad o de agricultura ecológica, El Cantero de Letur se hacía realidad bajo el propósito de ser una empresa respetuosa con las personas y el medio ambiente. “Fueron años muy difíciles. Se sentía un barquito en medio del océano. Nadie apostaba por su propuesta, pero, con mucho esfuerzo, el proyecto remontó”.

Entrar en el mercado

En esos pasos iniciales, El Cantero de Letur funciona como vaquería-quesería. A mediados de los 90 cierran los primeros acuerdos con ganaderos de cabras. “Poco a poco, convertimos la zona en el primer núcleo productor de leche ecológica de cabra de España. Hemos crecido modernizándonos, adaptándonos a los tiempos y haciendo realidad lo que llamamos El Sueño de Paco”, añade Cuervo. A partir de aquel dinero inicial, la empresa ha creado 90 empleos vitales para la economía de Letur.  

El empresario recuerda que los primeros que les ayudaron a derribar barreras fueron los herbolarios. “En esa época empezaban a instalar pequeñas neveras y a diversificar su oferta más allá de la tradicional. A finales de los 90 y primeros 2000, El Corte Inglés, Alcampo y Carrefour ven en los productos ecológicos una oportunidad y se adelantan -“varios años”- al resto del retail. Fue un balón de oxígeno. “Hoy, salvo algunas excepciones como Mercadona, el sector al completo se ha subido al carro”, asegura.

“Ser ecológico implica mucho más que sacar las vacas a pastar”

La empresa ostenta la máxima certificación de la UE relacionada con la producción ecológica. El lema de El Cantero de Letur, “Es lógico ser ecológico”, habla por sí solo. Pero Pablo Cuervo lamenta que, en el último lustro, la sostenibilidad se haya convertido en una moda que desvirtúa el titánico esfuerzo que implica lograr un producto ecológico de verdad. “El green washing está haciendo mucho daño. Las marcas tienen el poder de hacer mucho ruido. Los departamentos de marketing no paran de inventar palabras y el resultado es un consumidor cada vez más confundido”.

“Ser ecológico implica mucho más que sacar las vacas a pastar”, asegura el CEO de El Cantero de Letur. “Nos obligamos a certificar el total de los procesos, desde la alimentación y el bienestar de los animales hasta todo lo que hacemos en la fábrica”. ¿La solución para posicionar a cada uno en su sitio? “Más y mejor regulación. Ya ocurrió con el boom de los BIO. Sólo así se encauzarán las cosas y se despejarán las dudas”.

Este tsunami de competencia encuentra a El Cantero de Letur bien posicionada. “Estamos acostumbrados a crecimientos muy amplios en los últimos años. La pandemia favoreció el consumo de productos de consumo rutinario en casa (disponen de tienda online) y hemos fidelizado clientes”. Cuervo avanza que ahora llega una época complicada debido al incremento de precios y al aumento de los costes. “El margen baja mucho. Intentamos que no repercuta en el precio o no habría forma de que nadie comprara el producto. La industria transformadora y ganadera lo está pasando mal”. En este momento, la empresa exporta a Portugal, Polonia y las Repúblicas Bálticas.

Más innovación

A distintos niveles de intensidad, la I+D es una constante en la empresa. “En un principio nos dedicamos a evolucionar productos que ya estaban en el mercado. Por ejemplo, reinventamos formatos o hacíamos el envasado a mano, más bien por obligación, ya que no teníamos capacidad para automatizar las líneas”.  

Desde hace unos años, El Cantero de Letur cuenta con un departamento de innovación propio que les ha llevado a desarrollar productos disruptivos, como el kéfir de agua, “una gozada para el estómago”. El tiempo les ha dado algunas lecciones. “Hay que lanzar 100 productos para que, en el mejor de los casos funcionen 10”.

Sostenibilidad

Al aluvión de galardones que ha recibido en estas tres décadas, la compañía acaba de sumar el premio que BBVA y los hermanos Roca conceden a los Mejores Productores Sostenibles del país. Durante un mes, los clientes de El Celler de Can Roca podrán disfrutar del buen hacer de El Cantero de Letur.

Desde 2019, la empresa introduce la huella de carbono en su gestión con el objetivo de reducirla un 12% para 2023. Produce energía renovable a través de paneles fotovoltaicos para autoconsumo y también con instalación solar térmica para el agua caliente, y reciclan todos los subproductos que se obtienen en los procesos de elaboración, como la reutilización del agua del sistema de refrigeración para dar de beber al ganado o la captación del agua de lluvia como riego.

Compromiso social

Siguiendo la estela de Francisco Cuervo, su hijo Pablo quiere llevar lo más lejos posible el compromiso social de la empresa. “Durante años, me he fijado en que generábamos empleo, pero el pueblo está cada día más deshabitado y hay menos niños en la escuela”. Durante un viaje a Madrid en 2020 percibe que la clave está en la llegada generalizada del teletrabajo. El proyecto Repuebla Letur busca atraer 10 nuevas familias –“preferentemente con hijos”- a la localidad.

Para ello, la empresa ha construido un edificio de viviendas de alta eficiencia energética. “Es un proyecto puramente social. No obtenemos ningún beneficio (el alquiler oscila los 350-380 euros), pero sí muchas satisfacciones”. Ya han asignado las 5 primeras viviendas.  

La iniciativa está lineada con los esfuerzo acometidos por El Cantero de Letur en cooperación internacional. Desde hace más de 20 años, la empresa destina el 10 % del beneficio (lo que suma más de 1 millón de euros) a proyectos en el tercer mundo. Parte de esta labor fue recogida en un documental que narra el viaje de Pablo Cuervo a Etiopía.

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