‘El Cinorrio’: “inteligencia colectiva y saber compartido” para que los cabreros vuelvan a poblar los montes

Hablamos con Lucas Rodríguez, uno de los motores del laboratorio ciudadano que, desde la Comarca de La Vera, al norte de Extremadura, lucha por reivindicar la labor económica, social y medioambiental de estos pastores condenados a la extinción
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El cinorrio es un palo de madera -normalmente de enebro- que se colgaba en lo alto de la choza y de cuyas ramas pendían desde la garrota del pastor hasta los campanillos de las cabras o el chorizo del próximo almuerzo. Un artilugio cada vez más difícil de ver, igual que los propios cabreros y los rebaños que décadas atrás abundaban en la sierra de Gredos. ‘El Cinorrio’ es también el nombre del laboratorio de participación ciudadana impulsado, entre otros, por Lucas Rodríguez en Villanueva de la Vera, en el norte de Extremadura, cuyo objetivo principal es darle la vuelta a una tendencia que puede acabar con la extinción de este tipo de pastoreo en la zona.

“Como ocurría con el cinorrio, queremos que el laboratorio sirva de sustento y apoyo al sector cabrero. Lo haremos desde la inteligencia colectiva y los saberes compartidos”, explica Rodríguez, que ya había abordado estas tradiciones en el TFM de un máster en Producción e Investigación en Arte cursado en Granada. Tras semanas de intenso trabajo, el próximo sábado serán presentados en Medialab Prado cuatro proyectos concretos sobre los que ya está trabajando el laboratorio. Será dentro de ‘Un año en un día’, el festival online y presencial con el que Medialab Prado resume y despide 2020.

Obstáculos y acción

Lucas Rodríguez y su equipo consideran que merece la pena lucha por mejorar la situación administrativa y social de los cabreros. “Pretendemos dignificar su labor. Es un colectivo que aporta mucho a la identidad de la zona norte de Extremadura. Su desaparición implicaría problemas graves. Aparte del empobrecimiento del sector, tendría consecuencias a nivel ecológico. Ya las estamos sufriendo”. El integrante de El Cinorrio se refiere al incremento de incendios en la comarca provocados por la ausencia de ganado que ‘limpie’ los montes, asegurando a su vez una regeneración sostenible del terreno.

En el plano administrativo, Lucas Rodríguez señala las muchas trabas con las que se topan los pastores para emprender. “Empezar una ganadería es algo muy tedioso y la administración no facilita las cosas”. Las leyes sanitarias que afectan a los animales tampoco ayudan. “Si hay un brote, por ejemplo, de tuberculosis, que obliga a sacrificar a un ganado completo, estas familias se quedan sin nada porque la ayuda que reciben no es equiparable a la gran pérdida que han sufrido, por lo general todo su sustento”, añade.

“Por otro lado, queremos promover el reconocimiento social de los cabreros ya que la sociedad va por otros derroteros. Las tendencias contemporáneas no invitan a que los jóvenes cojan el testigo. ¿Qué joven sabe algo sobre lo que supone ser pastor? Necesitamos difundir conocimiento y sensibilizar”, apunta Lucas Rodríguez. Desde ‘El Cinorrio’ confirman que la Junta de Extremadura ha mostrado interés por la iniciativa. “Otra cosa es que este acercamiento derive en un cambio de facto administrativo y legal. Ese es nuestro objetivo a largo plazo. Podemos demostrar que a través de la cultura podemos llegar muy lejos. Queremos mejorar la vida de muchas familias”, concluye.

Los proyectos seleccionados por ‘El Cinorrio’

Ayuda al cabrero: busca la dinamización turística del casco antiguo de Villanueva de la Vera con códigos QR accesibles para niños y adultos. La diversión de una gincana por las calles de la localidad se mezcla con la aportación de datos históricos de los rincones más emblemáticos del pueblo.

Resonante: este proyecto partía de la reivindicación de la importancia de la piel de cabra en la construcción de instrumentos de percusión. “Al avanzar nos dimos cuenta de que esta actividad no eran tan típica de aquí, sino de los pastores de Castilla y León. Entramos en contacto con pastores veteranos, que aportaron conocimiento sobre cómo estaban ligados a la música y el folclore”. Resonante consistirá en la realización de un sainete que muestre la cultura musical de los cabreros de antaño, recordando cantares y melodías antiguas. “Es el proyecto más nostálgico de los cuatro”, dice Lucas Rodríguez.

¿Y quiénes eran ellas?, consistirá en el rodaje de un documental -cuyo tráiler se estrena el domingo en Villanueva de la Vera- centrado en el papel de la mujer en el mundo de la cabra. “No sólo las propias cabreras, sino las esposas, hijas o sobrinas de los pastores, una figura que el imaginario colectivo identifica con el género masculino”.

Camila es el proyecto que Rodríguez considera “más ambicioso y activista”. Sus impulsoras pretenden sentar las bases para la creación de una majada de cabras en el pueblo. “La idea es convertirla en una propuesta extrapolable a otras localidades que tengan la necesidad de preservar el medioambiente. También incluye una componente socio-educativa, tomando como referencia otros proyectos acometidos en Extremadura y Madrid”.

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