Con la aprobación del anteproyecto de Ley de la Ciencia, Tecnología e Innovación el pasado viernes en el Consejo de Ministros tenemos asegurado que el Congreso, y en su día el Senado, hablarán de cosas que, como la ciencia, la tecnología y la innovación, son esenciales para el futuro.
Es evidente que no será la primera vez; pero también es evidente que de estas cosas, que son las importantes, se habla poco en el espacio de la política, y menos en donde reside el poder legislativo. Queda en la memoria de Innovaspain la escasísima respuesta por parte de diputados y senadores a la pregunta que les hicimos en nuestros primeros meses, en nuestros comienzos. Y simplemente preguntamos: "¿Qué es innovar?"
Dirigimos la pregunta a cientos de personas de variadas profesiones. Nos contestaron muchos, pero de los que ostentan la representación de todos nosotros solo contestó uno: Iñaki Anasagasti. Publicamos un pequeño libro con las respuestas de 100 de las personas que respondieron grupo en el que estaban desde el político citado hasta Gemma Mengual, una de las referencias indispensables del deporte español.
Y entre otros por personajes, Pedro Luis Uriarte, primer presidente de Innobasque, la Agencia Vasca de Innovación y un referente de primera fila en el mundo de la economía y la política; Carlos Domingo, entonces director de Desarrollo e Innovación de Telefónica I+D; Emma Fernández, que en aquellas fechas era directora general de Talento, Innovación y Estrategia de Indra; Luisa Pena, directora de Tecnópole, Parque tecnológico de Galicia; el gran Alberto Corazón, una de las grandes figuras del diseño en España, ya fallecido, y Carlota Álvarez Basso, entonces directora de Matadero Madrid, entre otras personas: algunas muy especialistas, otras menos, pero todas unidas por el nexo común de trabajar por hacer cosas nuevas, cosas con futuro. Un conjunto de referencias que ya nos dio la visión amplia de la innovación en España.
Este anteproyecto de Ley de la Ciencia, Tecnología e Innovación es un paso más en la recuperación del espíritu global que tiene que producirse en España para que florezca la "Ciencia, la Investigación, el Desarrollo" como base del avance tecnológico y su aplicación en todas las facetas de la vida para cerrar, de una vez por todas, esa realidad que nos dice que esto, que es la base, la hemos tenido olvidada durante mucho tiempo.
Tanto, que ahora vemos como la estructura económica del país no es capaz de dar respuesta a las necesidades de la población. Hay escasez de formación en la población joven para tener acceso a los trabajos que se demandan ahora; y, escasez de formación en las generaciones con más edad para poder vivir con una cierta tranquilidad, porque el avance tecnológico no ha llegado a esas personas.
Bienvenido, pues, este anteproyecto de Ley de la Ciencia, Tecnología e Innovación que, como objetivo numérico, tiene el llegar a que las administraciones lleguen a una aportación del 1,5% del PIB total en 2030 para el desarrollo de las actividades que se encuadran en la futura ley. En este sentido, y paralelamente, hay que animar a las empresas de cualquier tamaño a que innoven, que investiguen para sumar otro 1,5% y llegar a ese deseado 3%, mínimo necesario para poder competir en el mercado global. Muy acertadamente, Abraham Nevado, entonces un joven investigador y emprendedor español, ahora trabajando en Estados Unidos, que también nos contestó aquella pregunta de "¿Qué es Innovar?" nos dejó una frase ideal para concluir este comentario: “Innovar no es un punto, es una trayectoria infinita”.