El salón de actos del Ministerio de Industria, Energía y Comercio albergó ayer la tercera edición de Foro Fintech con el foco puesto en la regulación de las nuevas tecnologías al servicio del sector financiero. En el debate se habló de la visión europea de esta regulación y de la necesidad o no de crear un “libro blanco” que recoja los ruegos de las empresas fintech para una futura regulación.
El acto contó con la presencia de Víctor Calvo-Sotelo, Secretario de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información, Francesc Granell, Director General Honorario de la Comisión Europea, Ignacio Redondo, Director Asesoría Jurídica de CaixaBank, Marta Plana, General Counsel de Digital Origin, Christoph Steck, Director Public Policy and Internet de Telefónica, Enrique Fernández Albarracín, FSO Regulatory Leader Spain de EY; y la moderación de Rodrigo García de la Cruz, de la Asociación Española de Fintech e Insurtech.
En la apertura del debate, tanto el moderador como el secretario de Estado coincidieron en la importancia de dotar al sector fintech de un marco regulatorio adecuado a los continuos cambios que el mundo de las tecnologías experimenta, “estos cambios necesitan ser encauzados, aceptados y puestos en valor, y esto desemboca en la regulación”, afirmó Calvo-Sotelo. En este sentido, Francesc Granell habló de la visión de Europa hacia la economía digital, una Europa preocupada ante su posible marginación internacional en evolución y adaptación tecnológica, y afirmó que “la irrupción de lo digital en el terreno financiero marca todos los marcos económicos”, defendiendo la necesidad de crear una nueva arquitectura financiera internacional, pero señalando que desde la UE se da cierto margen en materia regulatoria a nivel local, ya que una regulación común no sería aceptada.
En su intervención, Marta Plana afirmó que “las fintech han llegado para desafiar el status cuo de la banca, pero también a generar valor en este mercado”. La representante de Digital Origin señaló la importancia de la creación de ese libro blanco de las fintech para crear un marco legislativo acorde a las necesidades de los actores en el mercado actual, “queremos establecer las normas básicas que permitirán que tanto la banca tradicional, como las administraciones o las startups, puedan generar, desarrollar y crecer en un entorno favorable a ello”, añadió. En este sentido, Ignacio Redondo se mostró contrario a la iniciativa al señalar que la necesidad radica en la regulación de servicios y no de las empresas, “no tiene sentido pedir una regulación específica para unas determinadas empresas que hacen lo mismo que el resto, lo que habrá que ver es qué regulación se le da a los servicios”. Señaló como clave ofrecer una regulación para todos y no para unos pocos, “lo que no se puede pretender es que el Barça juegue siempre contra diez, y las empresas fintech en este caso no pueden ser el Barça” afirmó.
El punto de vista de las telecomunicaciones lo puso Christoph Steck, quien afirmó que con las tecnologías se han eliminado las barreras de entrada al sector de las telecomunicaciones, “cualquiera puede ofrecer servicios de comunicación por voz sin tener ninguna infraestructura”, y que es ahí donde la regulación se debe modernizar y actuar. En la misma línea, Enrique Fernández señaló la necesidad de un cambio en la visión regulatoria a la hora de afrontar las fintech, “en España vamos muy por detrás en materia regulatoria porque tanto el sector como el legislador o regulador han entendido que tienen que trabajar juntos”, y puso como ejemplo el sistema británico, donde los servicios no se encuentran tan regulados, pero sí muy supervisados.
Foro Fintech es una iniciativa de Digital Origin que tiene el objetivo de servir de punto de encuentro de la regulación en el sector fintech español. En esta tercera edición, el evento se organizó con la colaboración de Adigital, Arcano, Asociación Española de Fintech e Insurtech, Banco EVO, EY, Gómez-Acebo & Pombo y Telefónica.