La tecnología ha jugado, y juega actualmente, un papel crucial en la reacción frente a la pandemia porque los líderes al frente de las compañías del sector están afrontando lo que podría haber sido una década de transformación digital en una ventana de 2 y 3 años. Las empresas han tenido que hacer en unos meses toda la inversión en tecnología que esto conlleva y la demanda de perfiles tecnológicos ha aumentado de tal manera que se necesitan cuatro veces más trabajadores de los que hay en el mercado para cubrir roles como Chief Information Security Officer, Data Protection Officer, Software Developer, Security Quality Assurance Engineer o especialistas en DevSecOps, por mencionar algunos relevantes.
Muchos de los movimientos que se iban a producir en el sector tecnológico a lo largo del 2020 no se activaron hasta el último trimestre del año. Y ahora, a medida que avanza la campaña de vacunación en España y se dibuja un horizonte más esperanzador, esa actividad se está intensificando. Prueba de ello es que, aunque el arranque de algunos proyectos se ha hecho esperar más que otros, hay un notable ascenso en la contratación de directivos del sector tecnológico, lo cual nos ofrece dos lecturas principales. Por un lado, hemos visto cómo la salida de personas relevantes de unos proyectos a otros ha provocado un efecto dominó por la necesidad urgente de cubrir esas vacantes. Y por otro, los proyectos que se aplazaron hasta que la situación sanitaria y económica fuese más positiva, se han reactivado de manera sólida dando la sensación de que no hay tiempo que perder.
Precisamente en ese incremento de la contratación y movimiento de perfiles profesionales la ciberseguridad está jugando un papel protagonista. Fabricantes asentados en el mercado español, junto con otros que están incrementando aquí su presencia, han sido uno de los principales dinamizadores del mercado en los últimos meses. Desde Individual Contributors Seniors, con un largo recorrido en la industria, hasta posiciones de Dirección de Ventas, tanto nacionales como de la región del sur de Europa, han visto incrementar su negocio ostensiblemente desde marzo de 2020 provocando unos resultados muy importantes, lo que a su vez ha provocado la necesidad de continuar reforzando sus equipos y estrategias de cara a una expansión que, de momento, no parece tener techo.
En la búsqueda de este tipo de directivos es frecuente inclinarse por profesionales con gran experiencia en la gestión de equipos y proyectos transversales. Es un hecho que el liderazgo en remoto es un aspecto clave para el mantenimiento de la motivación y del sentimiento de pertenencia al equipo y a la propia compañía. Y por eso, aspectos como el trabajo por objetivos o la transparencia en la comunicación se han convertido en elementos clave, generando un importante cambio cultural en la mayoría de las empresas, por el que muchas han tenido que intensificar la formación de los equipos directivos en la gestión y liderazgo de equipos en remoto. Todo apunta a que este modelo de trabajo híbrido permanecerá tras la pandemia, y ahí es donde se comprobará la verdadera capacidad de cambio y las habilidades de las personas para gestionar y liderar equipos en este entorno a través de las acciones llevadas a cabo y los resultados. En cualquier caso, es más bien la parte soft del teletrabajo lo que propicia un estilo de liderazgo basado en la confianza y no tanto en el control, por lo que el estilo de dirección que apostaba por un control más férreo no encontrará en este modelo un lugar de privilegio. Así las cosas, el reto estará en mantener los valores y la cultura empresarial precisamente en los momentos en los que los empleados no vayan a la oficina sin añadir más carga de trabajo a ninguna de las partes.
Fernando Pérez de León, Director Badenoch + Clark (Grupo Adecco)