Hoy en día los pagos con tarjeta están socialmente aceptados hasta el nivel que gracias a las nuevas tecnologías solo es necesario acercar la tarjeta para poder pagar. El problema de las tarjetas es que cada vez contamos con más y cada una con un pin distinto que recordar. La startup española Handbe ha desarrollado el siguiente paso en la evolución de los pagos, la identificación de la mano. Mediante un sistema de pago biométrico un dispositivo TPV analiza las huellas y las venas de la palma de la mano para identificar a los usuarios. El proyecto fue premiado con el Yuzz emprendedor 2015.
Actualmente, existen dos métodos de identificación palmar, una basada en las huellas dactilares y otra en las venas de la mano. Al ingeniero informático especializado en ingeniería biomédica Carlos Asensio, se le ocurrió la idea de juntar ambos métodos y fusionarlos en un sistema con un espectro identificador mayor al de la huella dactilar, “lo que hacemos es analizamos las huellas y las venas de la palma de la mano, y con eso identificamos a los usuarios”, comenta el CEO de la startup. Junto a su equipo de investigación, Carlos Asensio ha desarrollado los algoritmos capaces de mejorar los resultados ya existentes y los ha aplicado a un sistema capaz de comercializarse e implantarse en el sistema de pagos. Lo más relevante de la investigación es la rapidez de identificación que han logrado gracias a los algoritmos utilizados, “el sistema de identificación destaca por su rapidez a la hora de identificar personas, pudiendo distinguir entre varios millones de usuarios en menos de un par de segundos”, añade. Además, el sistema se acompaña de una app que permite controlar los pagos realizados para una mayor seguridad del usuario. En definitiva, como señala el creador del proyecto, el objetivo es “que identificarse sea algo tan sencillo como saludar y que sea seguro”.
La identificación de la palma de la mano se lleva a cabo en un sensor que identifica las huellas mediante la toma de dos fotografías, “es como una caja en la que se coloca la mano y toma dos fotografías, una en espectro infrarrojo, y una a color”. Existen multitud de estudios que aseguran que la palma de la mano identifica de forma inequívoca a una persona con una precisión aun mayor que solo con las huellas dactilares.
Según los desarrolladores del proyecto, este sistema tiene la ventaja de que no se necesitan ni tarjetas ni contraseñas para pagar, además de que se reduce el tiempo que se tarde en pagar. Por otro lado, es un sistema que reduce el fraude porque no se puede falsificar, “o de momento nadie lo ha logrado”, añade Carlos Asensio. Desde su web, Handbe despeja cualquier tipo de duda ante un supuesto fraude al cortar una mano para acceder a la cuenta, ya que “al tener un sistema de sensores de identificación que detectan la palma y las venas es necesario que la mano tenga sangre fluyendo”.
Por ahora, el equipo se encuentra desarrollando el prototipo de dispositivo identificador que vendría a sustituir a los tradicionales datáfonos. El Banco Santander ya se ha interesado en un proyecto que viene a revolucionar el mundo de los pagos e incluso de las identificaciones, pudiéndose instalar en aduanas o incluso en las puertas de las casas. Sin duda, una variedad de aplicaciones por descubrir que arrancará en el mes de marzo con la versión beta del dispositivo para su presentación en sociedad.