La UCI es una de las unidades que más datos de pacientes generan por minuto, y cuyas decisiones inmediatas son más relevantes para la salud del paciente. Parece necesario que en los próximos meses o años se implemente la integración del IoMT al cuidado de pacientes críticos para mejora de la atención clínica y de la eficiencia del sistema. En este contexto, el urinómetro inteligente (UrinAI) que integra la IA se perfila como una herramienta clave en la modernización de los cuidados intensivos. Hablamos sobre su funcionamiento, retos y beneficios con Juan José Beunza, catedrático de Salud Pública y director de IA Salud en la Universidad Europea y con José Luis Lafuente, profesor del grado en Ingeniería Biomédica de la Universidad Europea. El dispositivo ha sido diseñado en la asignatura Sensores, liderada por Lafuente.
“Detrás de este proyecto está IASalud, un grupo multidisciplinar de la Universidad Europea de Madrid donde convergen expertos del ámbito sanitario, especialmente médicos y enfermeras intensivistas, ingenieros biomédicos y de otras especialidades, y un grupo de alumnos del grado de ingeniería biomédica de la misma universidad”, explican los expertos. El reto más importante con el que se han encontrado en su desarrollo “es conseguir un grupo de trabajo en el que los clínicos conocen el lenguaje técnico y a su vez los ingenieros entienden no sólo el lenguaje clínico, sino que además se integran en el propio entorno, es decir, en las unidades hospitalarias. Esto provoca que las necesidades clínicas sean entendidas por los ingenieros dando soluciones eficientes”.
Mide y analiza la diuresis, enviando los resultados directamente al equipo médico
El urinómetro automático se ha diseñado para medir el flujo de orina y su colorimetría en pacientes con catéter en tiempo real. Busca solventar la necesidad clínica de un monitoreo continuo y de bajo coste del flujo urinario (su coste de producción podría alcanzar apenas los 50 euros), algo crucial en unidades de cuidados intensivos. En cuanto a su funcionamiento, explican los expertos, “incorpora un sensor infrarrojo que detecta el paso de las gotas de orina a través de un gotero intravenoso estándar colocado entre el catéter y la bolsa de orina. Este sensor registra los patrones únicos generados por cada gota, lo que permite un conteo preciso y, por ende, la medición del flujo urinario en tiempo real”.
Juan José Beunza, catedrático de Salud Pública y director de IA Salud en la Universidad Europea y José Luis Lafuente, profesor del grado en Ingeniería Biomédica de la Universidad Europea.
El UrinAI también incluye un sensor colorimétrico capaz de detectar diferentes colores de orina. “Esta función es especialmente útil para identificar condiciones como la hematuria (sangre en la orina) o la ictericia”. Los datos se almacenan en una tarjeta MicroSD y se envían a un servidor local o a la nube a través de la tecnología de comunicación LoRaWAN, que ofrece un bajo consumo de energía y un largo alcance, ideal para entornos hospitalarios. El dispositivo cuenta además con alarmas configurables para alertar sobre situaciones críticas, “como un flujo urinario bajo, aviso de reposición de la bolsa urinaria o detección de por ejemplo hematuria (sangre en la orina)”, detallan.
Herramienta clave en la modernización de los cuidados intensivos
Los beneficios que supone con respecto al método de medición actual son múltiples. En primer lugar, supone un ahorro económico muy importante. “El método actual obliga a una enfermera especialista de UCI a medir cada hora el volumen de orina y a vaciar la bolsa de medida. Si estimamos dos minutos por paciente, multiplicado por 10 camas y por 24 mediciones al día por paciente, sale la friolera de 8 horas diarias dedicadas a esta labor”, aseguran. En segundo lugar, disminuye la probabilidad de errores de medición derivados de registrar información manualmente de un sitio a otro.
La Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM) ha concedido el “modelo de utilidad” a este dispositivo, lo que supone un paso adelante en la incorporación real de la Inteligencia Artificial y del IoMT en los cuidados intensivo. Para los expertos, la posibilidad de automatizar la información de la diuresis podría permitir adelantar la atención clínica de pacientes “con por ejemplo, un fallo renal con fallo multiorgánico incipiente de una hora a minutos”. Además, incorporar el dato automatizado de diuresis a algoritmos (IA) de detección de patrones y de predicción de eventos podría enriquecer las herramientas de toma de decisión clínica que utilizan los profesionales de la salud.