23 de abril. La efeméride lo justificaba, así que Eloísa del Pino, presidenta del CSIC y de Fundación General CSIC, empezó a hablar ayer recomendando dos libros “que abrieron mi mente”. Con “Un mundo para Julius”, de Alfredo Bryce Echenique, Del Pino aprendió a mirar a través de los ojos de un niño. Por otro lado, “El erizo y el zorro”, de Isaiah Berlin –“un libro que no he dejado de leer y de regalar”- muestra dos tipos de personas. “Si lo llevamos al mundo de los académicos, el erizo representa a quienes profundizan mucho, pero en un solo tema. Me identifico más con el zorro, que picotea aquí y allá; con la habilidad para ver el mundo desde muy arriba y analizar muchos asuntos distintos”.
Del Pino abría así la III Jornada sobre Creatividad e Innovación, centrada este año en la neurotecnología. El encuentro ha sido organizado por Fundación General CSIC, la Fundación Ramón Areces, la Real Academia Europea de Doctores y la Fundación Requena. “Quizá por esa condición de ‘zorro’ he llegado a presidenta del CSIC, donde tenemos científicos de todas las disciplinas y las mejores herramientas para ser creativos. Lo dice la literatura científica sobre creatividad: lo principal es disponer de un ambiente desafiante y poder observar los problemas desde diferentes áreas”.
Crear y colaborar
En esta línea, aseguraba que en el CSIC un mismo reto puede pasar por las ‘manos’ de un matemático, una química y un politólogo. “Aplicamos distintas formas de aproximarnos a los problemas”, añadía Eloísa del Pino, quien insistía en las ventajas del multitasking, atender varias cosas a la vez. “Una parte de nuestro cerebro viene ya‘configurada’ genéticamente, pero hay que tener en cuenta factores contextuales, como la educación que recibimos y, en el ámbito de las organizaciones, sus características y estructuras”.
“El CSIC es el mejor sitio para cumplir una de las aspiraciones más importantes que podemos tener los humanos: convertirnos enpersonas creativas, capaces de solucionar problemas, incluso los que parecen irresolubles”. Eloísa del Pino apuntaba que en ese camino el círculo lo cierra la Fundación General CSIC (FGCSIC), que ayuda agilizar y a potenciar la colaboración público-privada, “clave para responder a los principales desafíos de la humanidad”.
Innovación también en la financiación
Para Ramón Torrecillas, la neurotecnología, la interacción entre ciencia, tecnología y mente humana, abrirá un abanico de posibilidades que hace muy poco solo vislumbraríamos en el universo de la ciencia ficción. El director General de FGCSIC ha aprovechado para reivindicar que las empresas de este campo disruptivo necesitan un acompañamiento inversor y una financiación muy particulares. “Los resultados tardan muchos años en llegar. Es un camino largo y precisan de un apoyo especial”, apuntaba sobre esa asignatura pendiente que afecta al ecosistema deep tech español.
Torrecillas indicaba que, si bien la neurotecnología está llamada a mejorar la vida de millones de personas o a ampliar las capacidades humanas, también plantea preguntas a las que hay que dar una respuesta sólida: “¿Hasta dónde queremos llegar? ¿Cómo serán garantizados los principios éticos y la privacidad? La creatividad y la innovación son herramientas que nos ayudarán a construir un futuro más justo”.
José Ramón Calvo, presidente del Instituto de Cooperación Internacional de la Real Academia Europea de Doctores, citaba a Marie Curie –“Nada en la vida debe darnos miedo, solo necesitamos entenderlo”- como inspiración a la hora de explorar “los fascinantes territorios de la creatividad y la innovación, así como para ampliar nuestra comprensión del cerebro humano y sus infinitas posibilidades”.
“Sin ideas no hay creatividad ni innovación, y sin innovación no hay progreso. Las grandes ideas brillan con fuerza en nuestramente, pero es la acción la que nos conduce a innovar, a transformar esas ideas en realidades tangibles que mejoren nuestra vida”, continuaba Calvo. El experto recordaba que la neurotecnología promete revolucionar la comprensión del cerebro, la generación de ideas y transformar numerosos aspectos de nuestraexistencia.
Cajal, el pionero
Calvo homenajeaba en su intervención a la figura de Santiago Ramón y Cajal cuya “curiosidad insaciable, observación meticulosa y tenacidad a prueba de adversidades”, iluminaron los misterios más profundos de la naturaleza. Su teoría neuronalpuso patas arriba la neurociencia. “Sentó las bases de cómo pensamos, cómo sentimos y cómo creamos. Él mismo dijo que todo hombre puede ser, si se lo propone, escultor de su propio cerebro”.
“Hoy, cuando hablamos de neurotecnología y de la frontera del conocimiento, seguimos transitando los senderos que Cajal abrió con su pasión, su rigor y su deseo de comprender”, exponía José Ramón Calvo. “Nos inspira a mirar más allá de lo evidente y atrevernos, cómo él, a cartografiar lo desconocido”.
El representante de la Real Academia de Doctores concluía de nuevo con una frase de Marie Curie: “Los beneficios de la ciencia deben pertenecerle a todo el mundo”. La jornada celebrada en el auditorio de la Fundación Ramón Areces trató de “contribuir a este ideal como espacio abierto para compartir conocimientos y generar nuevas ideas”.